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El régimen, al servicio de Anaya.
El régimen, al servicio de Anaya.

Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán

Mi madre, doña María (QEPD), solía decirme que ella no tenía que ver en los pleitos que teníamos entre hermanos y con amigos o enemigos cuando nos mentábamos las madres y sí, tenía razón, pero cuando la madre no te cría con valores y el resultado es un monstruo que roba, saquea, hace leyes contra los derechos humanos, reformas criminales, traiciona a su primer padrino, se impone como candidato único de su partido -como Hitler lo hizo- y todavía miente y luego niega haberlo hecho y acusa de todo eso a quien no lo és, es porque si es un verdadero hijo de puta.

Ricardo Anaya es, no sólo un hijo de puta, sino ahijado del dictador mexicano Carlos Salinas de Gortari, quien ve en él -sólo por su personalidad perversa y criminal y por estar en un remoto segundo lugar en las preferencias electorales-, al único candidato que con la ayuda de todo el régimen represor y genocida y sus partidos, incluido el PRI con la eventual salida de Meade para que así gane cualquiera menos Andrés manuel López Obrador quien no representa al neoliberalismo saqueador e inhumano.

Ricardo Anaya no sólo es una persona que se hizo multimillonario en la política de manera grotesca y ruin sino que es un crapula mentiroso y bajo como los busca el régimen y los Estados Unidos: una persona que no dudará en masacrar mexicanos con tal de imponerse e imponer sus decisiones, para eso ya le tienen -el mismo lo legisló y mando legislar como presidente del PAN- un Estado militarizado, policíaco y genocida legalizado y con toda la censura posible como la Ley Internet, por eso el Senado dio vuelta atrás al desafuero: saben que van a imponer a un criminal en la presidencia cueste lo que cueste.