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También se incrementan los casos de sobredosis, principalmente en el noroeste del país.

Alejandro Monjardín/Cortesía: Río Doce

Los decomisos y el uso de fentanilo aumentaron en México en los últimos seis años, al igual que las sobredosis en estados del noroeste, entre ellos Sinaloa.

De acuerdo con el Índice de Paz, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, de 2016 a 2022 el volumen de fentanilo incautado por las autoridades mexicanas en todos los estados aumentó de 11 kilos a 2 mil 114 kilos, un incremento de 192 veces, la mayoría de estas en la región noroeste del país.

El documento señala que el cambio de los cárteles a la producción de fentanilo ha sido muy lucrativo, ya que el fentanilo es extremadamente potente, relativamente barato de producir y, a menudo, se vende en forma de píldora, lo que significa que los grupos delictivos pueden obtener muchas más ganancias con relación al volumen de la droga que se trafica.

El margen de beneficio de los precios del fentanilo cuando se vende y distribuye puede ser hasta 2 mil 700 veces el precio que se necesita para producirlo. Debido a su bajo precio, el fentanilo a menudo se mezcla con otras drogas, como la heroína o la cocaína, para hacerlas más poderosas y más baratas de producir, establece.

Menciona que la potencia de la droga ha provocado un aumento en las muertes por sobredosis tanto en los Estados Unidos como en México, en los últimos años.

Según datos de los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, los opioides sintéticos, principalmente el fentanilo, estuvieron involucrados en más de dos tercios de las aproximadamente 108 mil muertes por sobredosis.

Señala que México ha sido visto tradicionalmente como un productor o punto de tránsito de drogas con destino a Estados Unidos, pero su mercado interno de drogas también ha estado creciendo en los últimos años.

Entre 2019 y 2021, la cantidad de personas tratadas por sobredosis de fentanilo en México aumentó en un 636 por ciento, la mayoría en Sonora, Baja California y Sinaloa, que en conjunto representaron 115 de los 184 casos registrados a nivel nacional.

Detalla que tanto Baja California como Sonora son estados fronterizos de paso de la droga, mientras que Sinaloa es la base del Cártel de Sinaloa y un punto principal de producción de fentanilo.

El estudio indica que año pasado estuvo marcado por cambios continuos en el panorama de la delincuencia organizada en México y ha habido una mayor competencia en los últimos años entre los grupos.

Los dos cárteles más poderosos del país, el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, están en conflicto por las rutas críticas de distribución a los Estados Unidos, así como por el control de las organizaciones delictivas locales y, según los datos del Uppsala Conflict Data Program, sólo en 2021 se produjeron 4 mil 890 muertes a causa de su conflicto.

El Índice de Paz señala que por el conflicto entre los cárteles aumentó la violencia en estados como Colima, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí y Sonora, después de que los grupos delincuenciales cambiaran sus intereses de las drogas de origen vegetal, como la marihuana y la heroína, a las drogas sintéticas.

La violencia de Colima se ha relacionado en gran medida con las luchas entre cárteles de la droga por el control del puerto más activo de México en la ciudad de Manzanillo, que es un punto clave de entrada de productos químicos precursores para sintetizar fentanilo y metanfetaminas, provenientes de Asia, menciona.

En Michoacán, los grupos delictivos se han involucrado en una feroz competencia por la producción de metanfetaminas y heroína en laboratorios clandestinos, así como por la recepción y distribución de productos químicos precursores de Asia para sintetizar fentanilo a través del segundo puerto más grande de México en la ciudad de Lázaro Cárdenas

El estado de San Luis Potosí, detalla, es un punto de tránsito clave para las drogas que ingresan a los Estados Unidos y es la puerta de entrada a los estados del noreste de México.

En 2022, abunda, Guanajuato tuvo la tasa de delitos de narcomenudeo más alta del país por segundo año consecutivo, con 353 delitos por cada 100 mil habitantes.

Guanajuato se ubica a lo largo de las rutas de contrabando de fentanilo y cocaína entre los puertos del Pacífico y los Estados Unidos, lo que lo convierte en un lugar privilegiado para las organizaciones narcotraficantes, por lo que en esa entidad se vive una guerra territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CRSL).

Sonora aún se ubicó como uno de los estados más violentos de 2022, particularmente en relación con la delincuencia organizada, los delitos cometidos con armas de fuego y los homicidios, que lo colocaron en los primeros lugares.

El deterioro de la paz en Sonora en los últimos años ha coincidido con el surgimiento del Cártel de Caborca y sus posteriores enfrentamientos violentos con el Cártel de Sinaloa.

Más recientemente, una facción del Cártel de Sinaloa vinculada con los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán ha estado incursionando en territorio de Sonora; y la facción también expandió sus operaciones a la Ciudad de México y Chihuahua en 2022.

Las nuevas contiendas entre organizaciones criminales por el control del territorio y las rutas del narcotráfico, han impulsado importantes aumentos en el número de homicidios en México.

Entre 2015 y 2021 el número de homicidios relacionados con el crimen organizado creció de alrededor de 8 mil a más de 23 mil 500, mientras que el número de homicidios no relacionados con el crimen organizado se ha mantenido relativamente estable, en alrededor de 10 mil a 12 mil 500 por año.

Artículo publicado el 18 de junio de 2023 en la edición 1064 del semanario Ríodoce.