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Un Estado dentro de un Estado que alberga a la Comisión Europea está cerca de terminar con el tratado de inversiones de la UE con Canadá. La archipresionada Valonia sigue en su negativa de dar luz verde a la aprobación provisional del acuerdo y se estancan las negociaciones para que el Consejo Europeo pueda culminar el proceso de ratificación del texto.

Durante 18 meses, el Parlamento valón ha estado analizando el contenido del tratado, explica Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, “han invitado a empresarios, ecologistas el gobierno canadiense, es impresionante en términos de trabajo democrático que han hecho”. Pese al “chantaje” que según Kucharz se ha llevado a cabo esta semana, Valonia se ha mantenido firme. Hasta cinco veces ha sido llamado su Ministro-Presidente a la Comisión Europea y hasta cinco veces el Parlamento se ha ratificado en su ‘no’.

“Hay que celebrar que el Parlamento haya resistido al chantaje: les han llamado radicales, les han acusado de no tener ni idea del tratado”, explica un optimista Kucharz, que no obstante califica este episodio como “una victoria temporal: lo van a volver a intentar”. “La UE seguirá presionando ferozmente al Gobierno de Valonia, incluso el Gobierno de Bélgica presionará al Gobierno regional”, advierte.

Un poco antes de las 16h, la ministra canadiense de Comercio, Chrystia Freeland anunciaba que vuelve a su país con las manos vacías. Han sido inútiles sus esfuerzos por convencer a Paul Magnette, Ministro-Presidente de la región de Valonia, el bastión que no ha podido conquistar la presión de la gobernanza europea, que ha realizado un esfuerzo ímprobo para cambiar el mandato del Parlamento de Valonia de no aprobar el acuerdo tal y como está en este momento.

El principal motivo del ‘no’ valón es el polémico tribunal de arbitraje ISDS, como ha reconocido el propio Magnette. Este capítulo, incluido en el Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA, por sus siglas en inglés), permitiría a una empresa denunciar a Gobiernos regionales y locales que legislasen contra lo que ellos entendiesen sean sus legítimos intereses. El capítulo de derechos extraordinarios para inversores ha sido considerado por el Parlamento valón  “un atentado contra los derechos laborales, sociales y ambientales”. https://www.diagonalperiodico.net/global/31984-ceta-mas-lejos-canada-anuncia-fracaso-negociaciones-con-valonia.html