0 6 min 8 años

Detenidos, extraditados, muertos, perseguidos, crece la historia de un clan del narco

Río Doce

Un grupo armado mató a balazos a José Vicente Zambada Reyes, sobrino de Ismael Zambada García, el Mayo, quien junto con Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, es uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

Vicente Zambada, de 28 años, era hijo de Reynaldo Zambada García, hermano del Mayo, quien fue extraditado a los Estados Unidos en abril de 2012.

El joven fue asesinado a balazos junto con otras dos personas, identificadas como Lino Gastélum Urquídez y Oswaldo Antonio Avilés Benítez, en un ataque perpetrado en la colonia Hidalgo.

Al parecer, los homicidas iban en otro vehículo y sin descender, les dispararon a corta distancia con armas automáticas. No hay indicios de que las víctimas hayan repelido la agresión.

En la refriega una persona fue herida y permanece hospitalizada, pero su identidad no ha sido revelada; al parecer, los cuatro iban en una camioneta de modelo, marca Ford, color blanco, cuando fueron atacados.

El ataque fue alrededor de las 17:30 horas, por la avenida Fernando Medina, a pocos metros de la calle Juárez. En el lugar, agentes investigadores de la Policía Ministerial (PME) encontraron alrededor de 100 casquillos calibres 7.62, para fusil AK-47, y .9 milímetros.

El padre del hoy occiso, conocido como Rey Zambada fue detenido en octubre de 2008, en la Ciudad de México, junto con 15 personas, entre ellos uno de sus hijos, identificado como Jesús Zambada Reyes, de 21 años, quien en noviembre de 2009 fue encontrado ahorcado en una casa de arraigo de la Procuraduría General de la República (PGR). La autoridad federal informó que se había tratado de un suicidio.

Las autoridades federales señalaron que el Rey Zambada fungía como uno de los cuatro jefes principales del Cártel de Sinaloa, junto con su hermano Ismael, el hoy extinto Ignacio Coronel y Joaquín Guzmán Loera. Además, informaron que controlaba el mercado de las drogas en el centro del país, y más específicamente en el Aeropuerto Internacional del Distrito Federal.

Luego de su detención, el entonces titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora, señaló que a Zambada se le relaciona con el estallido de una bomba en Chapultepec, cuyo objetivo era un jefe policiaco, en febrero de 2008, y también con el asesinato de Édgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, en la colonia Guerrero, de la Ciudad de México, en mayo de 2008.

El capo era dueño en Acaxochitlán, en el estado de Hidalgo, de dos ranchos: Los Alpes y Quinta Paloma, donde llegó a tener alrededor de 150 empleados y ambas propiedades, de unas 60 hectáreas, estaban valuadas en cerca de 25 millones de pesos. En estos terrenos, de exuberante vegetación, Zambada tenía cebras, camellos, caballos pura sangre, jirafas y canguros, además de una alberca con pirañas y cocodrilos, de acuerdo con testimonios que un empleado dio a la PGR.

Ahora, luego de su aprehensión en 2008 e incautación de los bienes, éstos permanecen abandonados, y según el alcalde Érick Sosa Campos, en la región empezó a darse un fenómeno muy raro y “la delincuencia comenzó a surgir”.

Antes, dijo el edil en 2014, “le tenían miedo al presunto narcotraficante, por eso ni se metían al municipio, hasta que se enteraron de que ya no estaba y que había sido capturado”.

Vecinos del lugar lo calificaron como “buena gente”, porque les dio trabajo y eso les permitió obtener ingresos.

Jesús Reynaldo Zambada García fue extraditado en abril 2012 a Estados Unidos, donde permanece bajo custodia del gobierno federal, aunque otras fuentes lo ubican como testigo protegido de las autoridades antidrogas de ese país, ya que no aparece en los archivos del Buró Federal de Prisiones de ese país.

Fuentes extraoficiales informaron a Ríodoce que Vicente Zambada Reyes no vivía en Culiacán, sino que estaba asentado en la ciudad de México, donde pretendía controlar, como lo hizo su padre en su tiempo, los movimientos de drogas a través del Aeropuerto Internacional de esa ciudad.

De los destacados integrantes de la familia del Mayo Zambada, está sus hijos Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, quien está sujeto a proceso en la Corte de Chicago, Illinois, y Serafín Zambada Ortiz, detenido en la garita de Nogales, Arizona, y preso en San Diego, California, además de Ismael Zambada Imperial, conocido como el Mayito Gordo, encarcelado en México, cuyas autoridades autorizaron su extradición a Estados Unidos.