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El general Cienfuegos y el presidente Enrique Peña Nieto. Foto: Objetivo7fotógrafos/Cuauhtémoc Villegas Durán.
El general Cienfuegos y el presidente Enrique Peña Nieto. Foto: Objetivo7fotógrafos/Cuauhtémoc Villegas Durán.

Ajo Blanco

Columna/foto: Cuauhtémoc Villegas Durán

Quienes exigen la renuncia de Enrique Peña Nieto y quienes desde el mismo poder la promueven no entienden que se debe cambiar el modelo económico y no, al presidente Peña Nieto porque, al renunciar, el vacío de poder tendría que ser llenado por el ejército mexicano como sucedió en Egipto o llevaría a la guerra que todo lo destruye como en Siria que a tres años de Primavera Árabe sigue desangrándose entre la destrucción y el odio.

Finalmente, quienes se han visto beneficiados son los Estados Unidos y las familias que detentan el poder mundial salvando sus economías con la sangre de varias naciones y el caos de la guerra.

El problema es de estructuras y, al destruirse la neoliberal (encabezada y sostenida por todos los partidos políticos) , el ejército deberá sucederla y tomar la decisión histórica de servir a los intereses del capitalismo salvaje o ser y hacer, como dice su constante discurso: “la sociedad es la razón de ser del ejército” y, entonces tendrán que ser sabios y pensantes y cambiar el modelo económico instaurado por Miguel de la Madrid Hurtado o, dejarse llevar por la barbarie y el totalitarismo protegiendo a las transnacionales y  la élite política y económica del país, destruyéndolo todo…