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camionetas_quemadas-4 Foto: Cuartooscuro.
Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).– Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) incendiaron varios automóviles que se encontraban a los alrededores del Palacio de Gobierno de Guerrero en Chilpancingo. Además lanzaron piedras contra los cristales del edificio. Los manifestantes arribaron en varios camiones al edificio. La entrada de la sede gubernamental fue bloqueada con varios vehículos, algunos de los cuales posteriormente fueron incendiados, entre ellos una unidad de la Policía Federal. Además golpearon con palos otros carros. Horas después, el Gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Matínez, pidió a los guerrerenses no afectar la economía del estado con ese tipo de protestas. “La crítica es bienvenida, pero nadie por encima de la ley, nadie por encima de la legalidad. El derecho de uno termina donde empieza el derecho de los demás”, dijo. Añadió que los violentos, al amparo de una lucha justa, “han hecho de las suyas”, sin embargo, enfatizó que no hará uso de la fuerza pública cuando se registren las protestas. Ortega Martínez afirmó que comprende la situación por la que atraviesan los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, pero solicitó que su dolor no se convierta en actos de violencia. “Tenemos que clamar por la paz, la violencia venga de donde venga no conduce a nada, apostémosle a la paz”, declaró. Las acciones de protesta se dan un día después de que el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, informó que de acuerdo a los testimonios de tres detenidos, un grupo de jóvenes secuestrados en Iguala fueron ejecutados y posteriormente incinerados en el municipio de Cocula. Sin embargo, los padres de los estudiantes rechazan que sean los normalistas desaparecidos y pidieron continuar con la búsqueda de sus hijos. Los detenidos, miembros del Cártel Guerreros Unidos, los mataron y luego los quemaron; algunos de ellos aún estaban vivos [inconscientes], dijo Murillo Karam desde Chilpancingo. Hay restos quemados, pero también hay otros que fueron encontrados en bolsas. El fuego lo alimentaron a través de piedras, llantas, diesel y gasolina directo a los cadáveres. Alrededor de 15 murieron de asfixia antes de llegar al basurero de Cocula. Los dientes de los restos, dijo Murillo Karam, están en un estado de calcinación tan alto que sólo con tocarlos se deshacen. El Procurador insistió en que la evidencia indica que los normalistas están muertos, pero que, hasta que no concluyan los trabajos de identificación –que podrían ser en Austria– están desaparecidos. Y hasta no tener estos resultados, subrayó el Procurador, los normalistas siguen en calidad de desaparecidos. El pasado 13 de octubre, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa de Guerrero Raúl Isidro Burgos y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), que llevaban varias horas de enfrentamiento con policías antimotines, entraron al Palacio municipal de Chilpancingo, después de incendiar el Palacio de Gobierno del estado. Los protestantes exigieron que los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, sean presentados con vida. Un grupo de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) irrumpieron de manera violenta en el edificio municipal del Ayuntamiento de Chilpancingo.

http://www.sinembargo.mx/08-11-2014/1163698.