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posadas asesinado

Hoy, gracias a Wikileaks, se confirma que fueron políticos, funcionarios públicos y hasta jerarcas de la Iglesia protagonistas de esta injerencia en el proceso electoral Cuauhtémoc Cárdenas Solózano abonó para desacreditar al candidato de la izquierda

Durante cinco años, el discurso de Andrés Manuel López Obrador se centró en dos palabras: El Consejero parcial del IFE

La intervención del gobierno de Fox
La campaña negra de Cuauhtémoc Cárdenas
Cardenal pidió ayuda a Bush contra AMLO
Pero, para muchos, la confabulación contra quien fuera candidato de la Alianza por el Bien de Todos a la Presidencia de la República en 2006 era sólo producto de su imaginación.

Hoy, gracias a http://wikileaks.org y a su fundador Julian Assange, quien obtuvo cables clasificados del gobierno de Estados Unidos (EU) redactados en diferentes partes del mundo, se puede afirmar que el complot sí existió. Sus protagonistas fueron funcionarios públicos, políticos y hasta jerarcas de la Iglesia Católica. Todos ellos desfilaron ante diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en México y del Vaticano para conspirar contra quien en ese momento encabezaba las preferencias electorales para ganar la Presidencia.

Luego de una minuciosa exploración que hizo http://www.reporteindigo.com Reporte Índigo en los miles de cables de WikiLeaks correspondientes a México que no han sido revelados ni editados, encontramos los nombres de tres personajes clave del complot contra AMLO.

El primero es Arturo Sánchez Gutiérrez, consejero federal del Instituto Federal Electoral de 2003 a 2010, quien estaba obligado a guardar imparcialidad como miembro del órgano supuestamente independiente encargado de organizar la elección.

De acuerdo al cable MEXICO, clasificado como confidencial, Sánchez Gutiérrez, a quien la embajada califica como un consejero con poco amor hacia López Obrador, se presentó días antes de la elección presidencial en las oficinas de la representación del gobierno EU en México.

Ahí informó que los resultados de los comicios que se realizarían el 2 de julio de 2006 no se darían a conocer ese día y que AMLO perdería la elección por pocos votos. También abogó por la causa del candidato del PAN Felipe Calderón.

El segundo es José Sidaoui, subgobernador del Banco de México de 2006 a la fecha, quien por ser servidor público tenía prohibido hacer proselitismo usando su cargo.

Según el cable MEXICO sin clasificar y sólo para uso oficial, cuatro meses antes de la elección, Sidaoui hizo una advertencia a los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México.

Dijo que si Andrés Manuel López Obrador ganaba las elecciones, gobernaría como Hugo Chávez en Venezuela y que no sólo representaba una amenaza para el crecimiento económico, sino también para la estabilidad macroeconómica.

El tercero, y quizá el más inesperado, es Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder moral del PRD y ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien el próximo 27 de octubre recibirá en el Senado de la República la medalla Belisario Domínguez.

En el cable 06MEXICO6867, clasificado como confidencial, se afirma que a pocos días de que Felipe Calderón tomara posesión como presidente de México en medio del descrédito, Cárdenas Solórzano estuvo en la Embajada de Estados Unidos en México y cabildeó ante los funcionarios norteamericanos contra su compañero de partido Andrés Manuel López Obrador y a favor de Calderón.

La trama se complementa con las acciones del arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez.

El cable VATICAN, dado a conocer por el periódico La Jornada en julio de 2011, revela que el influyente cardenal de América Latina asistió en marzo de 2006 a la Embajada de EU en el Vaticano. Ahí manifestó su preocupación por la creciente presencia de líderes de izquierda en América Latina, enumerando desde Fidel Castro hasta López Obrador. Dijo que era una tendencia peligrosa y pidió directamente la ayuda de George Bush para evitar que un gobierno izquierdista asumiera la Presidencia de México.

Reporte Indigo presenta las pruebas documentales del complot y sus protagonistas.

Arturo Sánchez Gutiérrez fue consejero del IFE durante siete años. Con su voz y voto participó en la organización de dos comicios federales en 2006 y 2009. Antes fue director de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto. Durante el tiempo que fue consejero, presidió comisiones del IFE cuyas acciones definen la credibilidad y equidad de los comicios: Organización Electoral, Administración e Informática, Prerrogativas y Partidos Políticos y el Comité de Radio y Televisión.

Arturo Sánchez Gutiérrez, quien actualmente trabaja en el ITAM y es investigador asociado del Colegio de México, no fue imparcial en las elecciones presidenciales de 2006, según la información interna del gobierno de Estados Unidos.

El cable número MEXICO de la Embajada de EU en México, redactado el 15 de junio de 2006 por la jefa adjunta de Misión Leslie A. Bassett, lo deja en evidencia.

El Consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) Arturo Sánchez compartió con nosotros el 14 de junio algunas ideas sobre las próximas elecciones. Él insistió en que a pesar de los problemas técnicos habituales el día de las elecciones sería relativamente suave, dice el cable en su resumen.

En el desglose del contenido del encuentro con Sánchez Gutiérrez, la Embajada de EU no señala cuál fue la razón de la visita del consejero del IFE.

Durante la reunión, Sánchez Gutiérrez dijo que la competencia entre AMLO y Calderón estaba muy cerrada, y que el PRI terminaría en un distante tercer lugar. Sin embargo, oficialmente, el IFE decía que no avalaba ninguna encuesta.

Dijo (Sánchez Gutiérrez) que las partes tratan de mantener sus opciones abiertas en caso de una pérdida y ser rápidos para sugerir un sesgo u otros problemas, pero con observadores de los partidos en las casillas viendo la votación y el escrutinio y recibir una copia de los resultados sería extremadamente difícil para cualquier persona manipular el resultado, redactó Bassett.
En su encuentro con funcionarios diplomáticos del gobierno de EU, el consejero defendió los contratos que hizo el IFE con empresas ligadas a Diego Zavala, cuñado de Felipe Calderón.

En cuanto a los últimos anuncios de ataque en los cuales López Obrador sugiere que el cuñado de Calderón, Diego Zavala, había estado recibiendo contratos gubernamentales leoninos e incentivos fiscales para su empresa Hildebrando, Sánchez insistió en que las acusaciones de una siniestra conexión con el IFE eran tonterías.

Dijo que el IFE ha hecho uso de una marca común de software vendido por Hildebrando, pero que ellos se lo compraron a un vendedor diferente. El IFE también tuvo contrato con una compañía procesadora de datos que termina en 2000, tres años antes de que la empresa fuera adquirida por Hildebrando señala el cable

Pero Sánchez Gutiérrez no informó que sí existía una empresa ligada a negocios con Hildebrando que tenía un contrato con el IFE.

Dos días después de la visita de Arturo Sánchez a la embajada, el periódico La Jornada publicó que el IFE había otorgado un contrato millonario a la empresa Sagem Défense Sécurité para desarrollar un sistema multibiométrico para el Instituto Federal Electoral con el propósito de detectar registros múltiples y fraudes de identidad en el registro nacional de votantes.

El artículo también señalaba que Identix Incorporated, socia de la empresa del cuñado de Calderón, había sido subcontratada para hacer el trabajo.

Será por eso que la jefa adjunta de Misión hizo una anotación en su cable: El IFE rechazó los intentos para asegurar una revisión de las listas electorales y el sistema para la compilación de los resultados preliminares o PREP, con el argumento de que ambos habían sido revisados por las partes…

En otra parte del cable, se señala que Sánchez Gutiérrez vaticinó que AMLO perdería la elección por un margen muy estrecho.
Obrador, a quien Sánchez define que (perderá) como por el tres por ciento o menos, puede dar lugar a manifestaciones, pero que dudaba que serían de larga duración o violentas.

Sánchez apostó su optimismo, señala el cable, en el hecho de que tanto el IFE y el TRIFE gozan de una mayor confianza pública que cualquier otro partido político.

Sánchez dijo que aunque López Obrador, quien mostró su capacidad para movilizar a sus partidarios durante la crisis del desafuero el año pasado, no pudo mantener a las multitudes semanas tras semana.

Sánchez, que claramente tiene poco amor por López Obrador, también insistió en que el candidato del PRD no era un tonto, él no desea crear una situación que podría causar un colapso financiero y político en México, sobre todo si se tenía la esperanza de dar la vuelta al resultado inicial de las elecciones, escribió Bassett.

Respecto al conteo rápido y al anuncio del IFE de un ganador, el consejero comentó que eso no iba a ocurrir
Sánchez dijo que el IFE pudiera negarse a hacer un anuncio de conteo rápido si López Obrador fuera perdiendo, pero el margen fuera de aproximadamente tres por ciento o menos, sin embargo reiteró que la precisión del sistema de conteo rápido apoyaría un pronunciamiento preciso, incluso si el margen se estrecha mucho.

Sánchez reconoció que no dar a conocer los resultados del conteo rápido la misma noche podría ser controvertido, pero los resultados del PREP estarían allí para que todos los vieran en Internet antes de salir el sol, y el recuento oficial llegaría el 5 de julio, revela el cable.

En la anotación que hizo en este cable, Bassett señaló: Estamos de acuerdo con Sánchez en que el TRIFE y su largo periodo de deliberaciones actuará como amortiguador para el descontento público. La renuencia del IFE para liberar un conteo rápido en una competencia muy reñida es comprensible, pero si el IFE no da el anuncio podría ser controversial, aumentaría los recuerdos tristes de la infame caída del sistema de cómputo en 1988, y puede ser usado por los perdedores, no importa quiénes sean.

A cinco años de la elección presidencial de 2006, las revelaciones hechas por el consejero del IFE a funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México demuestran que lo que ocurrió el 2 de julio y los días posteriores no fue producto del azar.
José Sidaoui trabaja en el Banco de México desde hace casi tres décadas. Se ha ocupado de las operaciones nacionales, el manejo de las reservas internacionales y los sistemas de pago.

Entre diciembre de 1994 y diciembre de 1996, se desempeñó como subsecretario de Hacienda y Crédito Público. En enero de 1997 fue nombrado Subgobernador del Banco de México y era uno de los cinco integrantes de la Junta de Gobierno, órgano que define las políticas monetaria y cambiaria y la regulación financiera.

Aunque la ley le prohibía hacer proselitismo aprovechando su posición como funcionario público del gobierno de Vicente Fox, el 9 de febrero de 2006, cuando más alto estaba AMLO en las encuestas, con 10 puntos de ventaja sobre Felipe Calderón, acudió a la Embajada de EU en México.

Usando su experiencia y su privilegiada posición en el Banco de México, habló de los supuestos riesgos económicos que correría el país si AMLO ganaba la Presidencia.

El título del cable no clasificado y sólo para uso oficial, redactado el 14 de febrero de 2006 por un funcionario de la embajada identificado como Kelly, lo dice todo: Preocupaciones de un funcionario del Banco de México sobre AMLO. El cable llegó al Departamento del Tesoro y al Departamento de Comercio en Washington.

Le preocupaba que el peor de los escenarios políticos parecía estar cerca de la realidad con el liderazgo sostenido del candidato presidencial de izquierda Andrés Manuel López Obrador en las encuestas.

(…) claramente cree que AMLO no sólo plantea una amenaza para el crecimiento económico, sino también para la estabilidad macroeconómica, en repetidas ocasiones lo comparó con Hugo Chávez de Venezuela, señala el cable de la embajada.

En respuesta a un consenso emergente de que AMLO no puede afectar a la estabilidad macroeconómica de México en la forma en que Chávez lo ha hecho en Venezuela, Sidaoui se limitó a responder: ¿Por qué no?

Así mismo, el subgobernador del Banco de México quiso contaminar la imagen del candidato de la Alianza por el Bien de Todos tergiversando los casos de Gustavo Ponce, ex secretario de Finanzas del gobierno del Distrito Federal, y de René Bejarano.

También hizo referencia en repetidas ocasiones a un gran escándalo de corrupción pública en la ciudad de México durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, y señaló que el consejero más cercano de AMLO, quien fue capturado en video rellenando sus bolsillos de dinero ilícito, quedó libre, indica el cable.

A pesar de que las tensiones en el partido siguen siendo altas, Cárdenas es optimista respecto a que el polvo se asiente en pocas semanas, y espera que el PRD comience a actuar menos como un movimiento de protesta y más como un partido de oposición normal, escribió Bassett.

Cuauhtémoc Cárdenas confió a los funcionarios del gobierno de Estados Unidos que el jefe de Gobierno del DF recién electo, Marcelo Ebrard, terminaría reconociendo al gobierno de Calderón. Y así sucedió.

Cardenal pidió ayuda a Bush contra AMLO

En el desfile de personajes que acudieron a la Embajada de EU para complotar contra López Obrador es imposible no incluir los señalamientos que hizo el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, en la Embajada de EU en el Vaticano, los cuales fueron revelados a través de un cable de WikiLeaks que publicó La Jornada en julio pasado.

Según el cable VATICAN, redactado por el embajador Francis Rooney el 3 de abril de 2006, Sandoval Íñiguez hizo eco a algunos de nuestros interlocutores del Vaticano sobre la preocupación por la creciente presencia de líderes de izquierda en América Latina, como Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner, Michelle Bachelet y, tal vez, López Obrador.

(…) y lo llamó una tendencia peligrosa. Preguntó si el presidente Bush podría ayudar. Sandoval dijo que bajo el gobierno de López Obrador, el crimen y la violencia han aumentado en la Ciudad de México.

En el cable quedó asentado que además de hablar mal de AMLO, Sandoval Íñiguez aseguró al embajador Rooney que el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, asesinado en mayo de 1993 supuestamente en medio de una balacera entre los Arellano Félix y Joaquín Guzmán Loera, en realidad había sido ejecutado por el gobierno de México, entonces encabezado por Carlos Salinas de Gortari.

El embajador, consciente de la importancia del mensaje, señaló que A/S Shannon había discutido estos temas en su reciente visita a la Santa Sede, y también observó que el presidente George W. Bush había planteado este tema rápidamente con el nuevo nuncio papal en Washington.
Fuente: http://www.despiertamexico.org