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El gobierno federal reaccionó a las críticas que el presidente Donald Trump habría hecho durante la conversación telefónica con el presidente Enrique Peña Nieto, respecto de la ineficacia del gobierno mexicano en el combate contra el narcotráfico.

La respuesta fue el difundido operativo en Tepic, Nayarit, el pasado 9 de febrero. Como se sabe, en esa acción fue ejecutado el presunto narcotraficante Francisco Patrón Sánchez, apodado H2, supuesto líder del Cártel de los Beltrán Leyva.

Además perdieron la vida otros 12 “bad hombres” supuestamente ligados a esa organización criminal, mientras que ningún efectivo militar pereció. Así, la administración de Trump podrá comprobar la “efectividad letal” de nuestras Fuerzas Armadas.

Más allá de esta repentina y mediática acción, documentos confidenciales de la PGR -un mapa criminal actualizado a noviembre de 2016- dan cuenta puntual de los sitios donde operan los cárteles del narcotráfico, sus células y pandillas, sin que hasta ahora esa información de inteligencia haya contribuido mucho para desarticular estas organizaciones que tanto daño le hacen al país.

Ahora llama la atención que sean las autoridades quienes digan que el H2 es el líder del Cártel de los Beltrán Leyva, pues en ese mapa criminal de la PGR se da por escindida a la célula que ese presunto delincuente encabezaba desde 2013. En aquel año, 19 células y pandillas se habrían separado de la organización del también fallecido Alfredo Beltrán Leyva.

Actualmente, al Cártel de los Beltrán Leyva la PGR le atribuye el control de sólo siete células con presencia en seis entidades federativas. Entre sus células se encuentran Los Mazatlecos, que operarían en Sinaloa y Baja California Sur, y que según versiones periodísticas habrían sido diezmados en días pasados por las Fuerzas Federales.

Del más reciente mapeo se desprende que otras pandillas ligadas a este grupo delincuencial son: la banda de El 2 Mil, cuya zona de influencia se ubicaría en Sonora; Los Granados, que operan en la región de Tierra Caliente, Guerrero; Los Rojos, cuya zona de influencia se ubica en Morelos y en el Norte y Centro de Guerrero; La Oficina, que está presente en Aguascalientes y Baja California Sur; Los Ardillos, que controlan regiones de La Montaña y el Centro de Guerrero; y el Cártel Independiente de Acapulco, que opera en ese puerto turístico. Este último grupo había sido identificado como aliado del extinto Cártel de la Barbie.

El mapa al que la PGR ha dado seguimiento señala, para el caso del Cártel de los Beltrán Leyva, que

en 2013 se escindieron también El Chico Malo, con presencia en Nuevo León; Los Mazatlecos, en Sinaloa, Baja California sur y Nayarit; El 2 Mil, en Sonora; Los Granados, en Guerrero; Los Rojos, en Guerrero y Morelos; Morelos Unidos, en Morelos; el Nuevo Cártel de la Sierra, en Guerrero; Los Pineda, en Chiapas, Nuevo León, Estado de México y Morelos; Los Zafiros, en Guerrero y Morelos; el Cártel del Pacífico Sur, en Morelos; La Oficina, en Aguascalientes y Baja California Sur; La Mano con Ojos, en el entonces Distrito Federal y Estado de México; El Mosco, en el Distrito Federal y Oaxaca; los Gilos, en Sonora; el Tigre, en Guerrero; Los Ardillos, en Guerrero, y Los Arturos, en Baja California.

A pesar del esfuerzo del gobierno por desplegar Fuerzas Armadas en todo el país, la guerra contra el narcotráfico se va perdiendo y la sociedad sufre las consecuencias, sin importar acciones espectaculares y tan letales como lo ocurrido en Nayarit la semana pasada.http://www.tabascohoy.com/voces/columna/42162