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Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán

Mientras los maestros sindicalizados que trabajan para municipios, estados y Federación reciben cientos de pesos por hora clase, en muchos colegios los maestros reciben salarios de 200 a 300 al día.

En algunos colegios cada vacación de verano dan de baja a los maestros hasta del IMSS para que no hagan antigüedad y para no pagarles “sin trabajar” aunque los docentes tienen que ir a cursos y preparar múltiples documentos como planeaciones durante sus días de descanso mientras que los empleados del gobierno van asegurando y elevando su posición, se van de vacaciones y reciben mayores prestaciones además de tener descuentos y facilidades en hoteles, transportes y más.

Los maestros sindicalizados, además, acceden a puestos públicos, algunos tan importantes como alcaldías o gubernaturas como en el caso del ya desaparecido Carlos Hank González, uno de los grandes líderes del grupo priísta Atlacomulco quien acuñó la frase “un político pobre es un pobre político” que fue al inicio del saqueo neoliberal que ha dejado miles de políticos multimillonarios a costa de la miseria de decenas de millones de mexicanos.

En algunos casos hay maltrato y acoso. los maestros no pueden arreglar asuntos como pagos y trámites por los horarios de gobierno ya que los docentes no sindicalizados no tienen días económicos: si faltan o llegan tarde les descuentan enormes cantidades de dinero.

Los maestros de colegio en muchos casos entran una hora antes de la salida de clase y salen hasta las tres y media o cuatro de la tarde mientras que los maestros sindicalizados entran unos minutos antes de iniciar su clase y a la una o dos de la tarde ya están en su casa: algunos ni siquiera saben que tienen que preparar la clase para el día siguiente.

He de aclarar que no todos los colegios son así, muy pocos, casi siempre los mejores y más reconocidos, pagan vacaciones y buenos salarios, tratan bien a su personal docente y los cuidan.

Los colegios privados deben mucho a los maestros, sus ganancias son millonarias pero su pago es el de la esclavitud moderna.