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Río Doce.- Alza del dólar quiebra al agro sinaloense: altos costos y bajos precios

El alza al precio del dólar nulificará las ganancias de los horticultores sinaloenses y dejará pérdidas entre los productores de granos, sobre todo el maíz, aseguró Manuel García, director de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado (Caades).

El impacto en la agricultura local ya se está dando: los incrementos en los precios de los insumos va desde el 30 hasta un 55 por ciento, como en los casos del amoniaco, semillas y urea. En dos años, los aumentos de precios se acentúan, pero mejora la comercialización de cosechas.

“En el caso de la horticultura, se factura en dólares y en ese sentido tienen un efecto positivo, pero se nulifica porque tienen que comprar insumos en dólares. En el caso de los granos es más complicado porque éstos se venden en pesos y parte de los insumos, como agroquímicos, semillas, etcétera, están referidos en dólares y hay un impacto muy importante en los costos de producción”, sostuvo.

El mercado de granos, específicamente el maíz, y su comercialización, agregó, pasa por una etapa de precios internacionales bajos, tendencia que lleva alrededor de dos años y que afecta a los productores nacionales.

Dijo que en julio, la bolsa de Chicago, en Estados Unidos, alcanzaba 150 dólares la tonelada de maíz, a lo que debe agregarse una base de 37 dólares. En el caso de México, el gobierno otorgó el año pasado 700 pesos como apoyo complementario por tonelada del cereal, lo que arrojó un precio de 3 mil 800 pesos.

“Estas condiciones son muy similares a las del año pasado. No sabemos cuánto va a alcanzar el precio en esta nueva cosecha, porque el ciclo apenas empieza, pero es un hecho que el alza del dólar va a afectar a cultivos como maíz, trigo y sorgo, porque tenemos por un lado presión de los costos de producción y presión de los precios de las cosechas”, manifestó.

Datos de la organización de productores Marcelo Loya Ornelas, que se dedica a comercializar insumos para el campo, indican que la bolsa con 70 mil semillas de maíz pasó de 3 mil 150 pesos a 3 mil 300, en un lapso de dos meses.

Algunos de los insumos más usados por los agricultores, cuyo ciclo otoño invierno empieza en septiembre y octubre, aumentaron sus precios casi al doble y otros al menos en un 30 por ciento. El amoniaco costaba 10 mil pesos la tonelada, y ahora tiene un precio de 13 mil pesos.

La urea, otro de los insumos más consumidos por los productores del campo, pasó de 5 mil 500 a 8 mil 500 la tonelada, y la mezcla de urea, sulfato, zinc y fósforo, subió de 8 mil a 12 mil pesos.

Información de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado señala que el precio del saco de semilla para sembrar maíz blanco estaba en 2 mil 300 en 2012, y ahora, en septiembre de 2015, cuesta 3 mil 600, lo que refleja un incremento de alrededor del 56 por ciento.

El diésel, otro de los principales insumos, pasó de 11 pesos el litro, en el 2012, a un precio actual de 14.20, que significa un incremento del 30 por ciento. En el caso del amoniaco, el costo en 2012 era de 8 mil 600, y ahora alcanza los 9 mil 500; la diferencia es de cerca de 10 por ciento.

El seguro por hectárea pasó de 647 a mil 400, de 2012 a septiembre de 2015. Los datos de la Caades indican que el aumento del precio fue de 116 por ciento. El costo del agua por hectárea pasó en este lapso de 900 a mil 800 pesos, un incremento del 100 por ciento en apenas tres años.

Agricultura arrastrará otros sectores

El alza de cerca del 25 por ciento al dólar respecto al peso afecta negativamente la actividad agrícola, cuyos insumos son comprados en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, afirmó el doctor en economía Gerardo López Cervantes.

El catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) dijo que alrededor del 80 por ciento de los bienes que consume la agricultura local son importados. Entre esos bienes o insumos están las semillas, los fertilizantes y la maquinaria.

“Estamos hablando de un sector que es muy dependiente de las importaciones, que está iniciando el ciclo agrícola y que representa cerca del 12 por ciento del Producto Interno Bruto estatal, pero que además arrastra a otros sectores de la economía sinaloense, como el comercio”, sostuvo.

En Sinaloa, la superficie de siembra alcanza un promedio cercano a las 750 mil hectáreas, en su mayoría de maíz, frijol y hortalizas.

En el caso de la horticultura, agregó, éstos se recuperarán cuando exporten sus productos, como tomate, pepino, berenjena y chile, no así los graneros, que producen maíz —que en Sinaloa alcanza alrededor de 5 millones de toneladas—, cuyo precio, de alrededor de 3 mil 300 pesos la tonelada, está por debajo de lo que exigen los agricultores.

“Es muy probable que a principios de 2016 veamos a los agricultores haciendo protestas, exigiendo en las calles un mejor precio para sus cosechas de maíz, con la demanda de que se ajusten los precios frente al alza del 25 por ciento al dólar”, manifestó.

López Cervantes aseguró que la depreciación del peso también afecta el patrimonio familiar, ya que los activos y bienes sufren una baja y se ven “ahorcados” y devaluados por este fenómeno.

Mal temporal

Rogelio Bórquez es agricultor de temporal. Sembró sorgo en este ciclo pero ya le cayó una plaga “chupadora”, llamada furgón amarillo, y tendrá que aplicar fertilizantes para recuperar su cultivo. Pero, lo sabe, ese fertilizante tiene componentes importados y por lo tanto encarecidos por el alza del dólar.

Ya no espera las dos o tres toneladas de sorgo por hectárea, pero sí que aumenten los costos de producción por el incremento en los precios de insumos como semillas, fertilizantes, maquinaria y equipo.

“Agroquímicos, equipo, maquinaria y fertilizantes, porque muchos contiene urea que es importada… todo eso nos va a impactar negativamente”, sostuvo.