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Rugen las AK-47 en Sábalo Country de la blindada Zona Dorada del puerto

Río Doce.- La balacera ocurrida la tarde del sábado 7 de diciembre en la calle Langosta, entre Pulpo y Camarón Sábalo del fraccionamiento Sábalo Country, penetró el blindaje del sector policiaco número cinco y aledaños, y acribilló la pretendida “columna vertebral” de la seguridad pública presumida por el alcalde de Mazatlán, Alejandro Higuera Osuna, en su Tercer Informe de Gobierno.

Una célula de un tentáculo de la hidra de la delincuencia organizada había desenfundado sus fusiles AR-15 y AK-47 y disparado contra una patrulla de la Policía Ministerial del Estado a la que supuestamente voces anónimas habrían avisado que en un automóvil Tiida color arena viajaban hombres armados.

Pertrechados en la casa de seguridad ubicada con el número 5401, en la calle Langosta de dicho fraccionamiento, los gatilleros Giovanni Ignacio Vega Alvarado, de 22 años; Jesús Alfredo Cruz, de 23; Óscar Adrián Osuna, de 25 años y Miguel Ángel Dueñas, de 19 años, casi durante dos horas cruzaron fuego granado con los elementos del Ejército Mexicano, la Marina y la Policía Estatal Preventiva que habían acudido a reforzar a los agentes de la PME.

Al repeler la agresión, los elementos de la PME habían metido a sus atacantes en una “boca de lobo” pues a estos su adrenalina solo les había dado para correr y encerrarse en la casa de seguridad donde fueron cercados y atrapados.

Ese sábado no era un día cualquiera, porque transcurría en el contexto del Tercer Informe de Gobierno del alcalde Alejandro Higuera Osuna, evento político que horas antes había tenido como escenario el Teatro Ángela Peralta, donde el invitado especial había sido el gobernador del estado, Mario López Valdez.

Así como en la balacera ocurrida aquel 12 de noviembre, en la avenida Carlos Canseco de la Marina Mazatlán, cuando trascendió que los gatilleros de los hermanos Beltrán Leyva habían llegado a boicotear la paz porteña y el arribo del crucero de la alegría, así el 7 de diciembre se dijo que habían salpicado el tercer informe del primer munícipe.

Peor aún, en el Tercer Informe de Gobierno, ambos mandatarios, estatal y municipal, hermanados por la misma política de seguridad pública, habían ponderado la “columna vertebral” de la seguridad en el puerto de Mazatlán.

Por si fuera poco, el miércoles 4 de diciembre, tres días antes de la balacera, el presidente municipal electo, Carlos Felton González, había ratificado en su puesto a Pablo Andrés Hernández Lizárraga, titular de la Sspytm.

“El secretario de Seguridad Pública repite por una razón de sentido común: no podemos arriesgar que el tema más importante en Mazatlán, que es la seguridad, se vea en riesgo por el cambio de un hombre que hasta ahorita la ha hecho muy bien”, dijo Felton que fue abucheado por algunos periodistas.

En cuanto las armas callaron, comenzó la polémica intramuros en la Dspytm, en torno a lo publicado por los medios de comunicación locales y nacionales, en el sentido de que los cuatro sicarios detenidos conformaban una célula del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

“Cae supuesta célula de los Beltrán Leyva, tras una persecución y agarre con policías en pleno día; los detenidos son presuntos secuestradores y trabajan para un mentado Daniel Isaac Silva Gárate que opera en el estado de Nayarit”, publicaron algunos diarios locales que replicaron los nacionales.

Por su parte, algunos policías aseguraban que los cuatro detenidos habían salido de la lumbre (la casa de seguridad acribillada por los “cuernos de chivo”) para caer directamente al bracero del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito, porque ahí los presos que ejercen el poder dentro del penal cazan a los recién llegados que son del grupo contrario.

“Los van a matar, como los cuatro sicarios que detuvo el Ejército en Palmillas, Escuinapa, en abril de 2010”, opinaron unos.

En contrapartida, otros agentes aseguraban que los capturados eran del bando contrario al de los Beltrán Leyva, porque cómo iban a entrar a ese anillo de seguridad si el fraccionamiento Sábalo Country es una zona blindada.

“Mentiras que son cochis, son de GN (Gente Nueva, brazo armado del cártel de Sinaloa)”, decían otros policías.

El 9 de de diciembre, los cuatro detenidos fueron llevados a declarar ante el Juzgado Décimo, ubicado a un costado de la Unidad Administrativa, donde fueron interrogados durante dos horas.

En ese escenario, el diario Noroeste publicó que fuentes ministeriales no quisieron corroborar si los cuatro detenidos pertenecen a alguna célula delictiva, tras los señalamientos en el sentido de que podrían ser miembros del cártel de Los Beltrán Leyva.

“Todavía se les investiga, y se podrán sacar más conclusiones”, habían respondido las fuentes ministeriales a Noroeste.

Detenidos

— Miguel Ángel Castillo Dueñas, de 19 años, vecino de la colonia Francisco Villa.

— Geovanni Ignacio Vega Alvarado, de 22, de la colonia El Conchi.

— Óscar Adrián Osuna García, de 25 años, de la colonia Dorados de Villa.

— Jesús Alfredo Cruz Ramírez, de 23, avecindado en Huatabampo, Sonora.

Decomiso

Armas cortas calibre 9 milímetros, un fusil AK-47, un rifle AR-15, 100 sobres con mariguana y 60 más con cristal, incluido un vehículo Nissan Tiida, que cuenta con reporte de robo del 11 de noviembre.