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Ascendió a 170 el balance de las víctimas mortales por las tormentas que afectan México desde el fin de semana pasada, que han dejado 200.000 damnificados y 58.531 habitantes evacuados de sus casas, además de un coste multimillonario para la reconstrucción del país.

La falta de esperanzas de encontrar con vida a las 68 personas que desaparecieron desde el pasado lunes en un deslizamiento de tierra y la muerte de cinco policías tras desplomarse su helicóptero en una operación de rescate, ha elevado a más de 170 los fallecidos por las inusuales tormentas que afectaron dos terceras partes del país.

“Al día de hoy, prácticamente no hay esperanza ya de que pueda realmente encontrarse alguna persona con vida”, ratificó el sábado el presidente mexicano Enrique Peña Nieto que se encuentra en Guerrero para supervisar las labores de rescate.

El mandatario, que canceló su viaje a EE.UU. para asistir la semana próxima a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), prometió también “edificar un nuevo pueblo”.

Dos ciclones Manuel e Ingrid embistieron desde hace una semana las dos costas de México de forma casi simultánea, afectando especialmente al estado de Guerrero, en la costa sur del Pacífico; el fenómeno se considera el primero en su género en los últimos 55 años.

También más de 60.000 turistas permanecían atrapados desde el fin de semana pasado en el puerto turístico de Acapulco (Guerrero) por las lluvias e inundaciones que causaron el cierre de las carreteras y del aeropuerto internacional, pero fueron evacuados por vía terrestre y aérea.

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