ADN/Canarias 7.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció este jueves el hallazgo de 30 entierros prehispánicos y una pirámide en un asentamiento en el este de México que podría tener hasta 2.000 años de antigüedad.
Los entierros ubicados el municipio de Jáltipan (Veracruz) estaban acompañados de ofrendas, así como de restos animales y fósiles.
En el lugar también se encontró un taller de ladrillos con características del sitio maya de Comalcalco, en Tabasco, señaló el INAH en un comunicado.
Las primeras hipótesis apuntan a que se podría tratar de un santuario donde la gente de los alrededores sepultaba a sus difuntos, o bien una especie de mercado o centro rector en el que confluían diversas culturas, cuya ocupación pudo darse desde principios de nuestra era hasta el 700 d.C..
El responsable de la investigación, Alfredo Delgado, explicó que el descubrimiento se produjo porque en la zona se estaban realizando trabajos de construcción.
Entre los objetos que se encontraron y se rescataron para estudiarlos están cuentas de jade, espejos y figurillas de origen teotihuacano, maya, nahua, popoluca y de la cultura de remojadas que floreció en el centro de Veracruz).
“Con los análisis podremos ver si este sitio era multicultural, como lo indica el material encontrado o si todos corresponden a un mismo tipo genético”, señaló.
Además, “quizás estemos ante un mercado, con un pueblo de origen común, al que llegaban elementos de comercio de diferentes regiones, pero eso se determinará con estudios de ADN”, afirmó el arqueólogo.
Los enterramientos estaban acompañados por cornamentas de venado, huesos de cánidos, restos de venados, peces y aves, los cuales pudieron ser acompañantes de los difuntos en su camino al inframundo, de acuerdo con la cosmogonía mesoamericana.
“El rescate tiene un gran valor no sólo por el número de osamentas halladas, sino por los fósiles que aparecieron, y que en algún momento se trajeron del centro del país, pues en la región no hay vestigios de ese tipo”, explicó el arqueólogo.
Se encontraron huesos largos y dientes muy grandes que pueden ser de camélidos o de rinocerontes enanos prehistóricos, dientes fosilizados de tiburón, seguramente del tipo megalodón (extinto hace más de 10.000 años), y de tiburón tigre, aún existente en los mares.
El hallazgo de la pirámide, que mide 12 metros de altura, 60 de largo y 25 de ancho, en una loma contigua cobra relevancia porque es la primera vez que descubren estructuras de piedra en el sur de Veracruz.
“Se pensaba que aquí nada más eran de tierra apisonada. En los 500 sitios registrados en esta parte del estado, sólo en Los Tuxtlas y en la Sierra de Santa Marta se han localizado monumentos con piedra bola, pero en este caso son lajas de piedra arenisca muy bien trabajada”, abundó Delgado.