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Manuel Cluthier, Rosario Ibarrra de Piedra y Cuauhtémoc Cárdenas la noche del 6 de Julio anuncian el despojo.
Manuel Cluthier, Rosario Ibarrra de Piedra y Cuauhtémoc Cárdenas la noche del 6 de Julio anuncian el despojo.

Columna: Cuauhtémoc Villegas Durán

Entre los árboles de mangos baranqueños y otros de altas y anchas copas que cubren la carretera, circulando entre la selva baja aledaña a la ciudad de Guadalajara, los hombres, que venían de su casa de campo, de cazar, pescar y beber tequila, y ya recuperados de la cruda, escuchan los resultados de la elección de ese mismo 6 de julio de 1988. Con una cobertura amplia, Notisistema da resultados de decenas de casillas ubicadas en ranchos, municipios rurales y metropolitanos de Jalisco.

El resultado era casi siempre invariable: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano iba a la cabeza por mucho.

Los hombres festejaban al triunfo a pesar de ser priístas, con todo y charola. Un cambio después de 60 años de PRI era demasiado aunque aun existía la clase media y una preocupación del Estado por sus ciudadanos y no, por las transnacionales como ahora sucede.
Sólo se veían los árboles con la luz alta del auto que circulaba veloz en las peligrosas curvas pegadas al precipicio de la barranca de Oblatos. Ya por el balneario de Los Camachos, anunciado por la gigantesca capilla de techos de lámina, la capilla olvidada a un lado de la carretera a Saltillo.

Entonces vino la ilusión del cambio pero nada resultó como los ciudadanos votaron, como lo habían decidido: Al final, Jalisco resultó entregado a los panistas y desde entonces ese estado es bastión de ese partido de derecha dirigido por extremo derechistas sin ningún amor por México pero si, por el gran capital, los casinos, los recursos energéticos y todo lo que produzca millonarios de trienio y sexenio. Ladrones, genocidas y sinvergüenzas nos gobiernan y los peor, mediocres inútiles que ni siquiera tienen la capacidad de pacificar al país tomado por la mafias políticas económicas y criminales.

Finalmente Carlos Salinas de Gortari decidió que Jalisco sería panista y la gente así los asumió olvidando el voto que dieron al Cuate como llaman a Cárdenas en el PRD quienes aún lo estiman, el candidato despojado.

El PRI no cayó y el poder se repartió a placer. Hoy el PRI absorbió al PRD a su antojo y embarrados los tres partidos principales de México y más partidos satélites en crímenes abominables que van desde el chantaje , la ejecución, la amenaza, la masacre, el involucramiento de cientos de políticos y policías sino es que, cientos de miles con el narco, al que sirven, han llevado al país a desangrarse y, finalmente, con las reformas del despojo a los ciudadanos, han dejado todo el país en manos de transnacionales y carteles del narco , mismos que dominan estados, gobernadores, alcaldes, burócratas, policías y militares mientras a la sociedad sólo le queda trabajar para unos o para otros como policías, narcos o de obreros en las transnacionales, cuando lo han perdido todo y, todo su dinero tiene que entregarlo a estas tres mismas fuerzas que tiene secuestrados a los mexicanos, a México, a la justicia, a la democracia y lo peor a la libertad perdida al parecer ya para siempre.