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El actual dueño.
El actual dueño.

El paso del tiempo y la convicción de que -esta vez sí- Agapito Iglesias está dispuesto a deshacerse de las acciones del Real Zaragoza han acelerado la puesta en marcha de iniciativas para intentar lograr la compra.

Nunca es fácil con Agapito Iglesias de por medio. Sin embargo, la situación por la que atraviesa el empresario soriano, con serios problemas profesionales y judiciales, ha llevado al constructor a tomar la determinación de dejar el Real Zaragoza como muy tarde a final de temporada. No va a haber vuelta atrás.

Esa convicción ha impulsado a emprendedores de todo tipo, y a amantes del Real Zaragoza y del fútbol a mover ficha para intentar impulsar un nuevo proyecto zaragocista, totalmente desvinculado de Agapito Iglesias.

Una de las opciones que más fuerza ha tomado en los últimos días es la que se promueve desde el entorno de la familia Láinez, que ya en otras ocasiones ha intentado un complejo acercamiento al actual propietario del Real Zaragoza.Láines es un nombre estrechamente ligado a la empresa de ropa deportiva Mercury, aunque no tiene por ser esta sociedad motor de la iniciativa.

En cualquier caso, la relación es profunda. Mercury, marca que viste en la actualidad al Real Zaragoza, ha puesto siempre de relieve su cariño y respeto al deporte aragonés en general y al zaragocismo en particular. De hecho, vistió también al equipo aragonés con motivo del 75 aniversario, cuando se habían suscitado algunos problemas de avituallamiento de indumentaria.

En la iniciativa se ha implicado también alguna cara visible de la plataforma ‘Salvemos al Real Zaragoza’, que se mostró, hasta su desaparición, muy crítica con Agapito Iglesias y su entorno directivo.

El compromiso al que se asoman es muy difícil, complicadísimo. Pero han tomado carrerilla y la semana pasada mantuvieron ya una reunión con Javier Bazaco, hombre de confianza de Agapito Iglesias. Creen, además, que pueden conseguir un consenso institucional y por eso están dispuestos a lograr el acuerdo del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza, organismos con los que también tienen previsto reunirse.

Entienden que una opción de consenso del zaragocismo tiene que ser muy bien vista por los sectores políticos, partidarios de resolver el futuro del Real Zaragoza, que pasaría por la salida del actual propietario. Es esta una baza clave para los que aspiran a ser nuevos gestores.

No es la primera vez que esta opción de personas cercanas a Mercury sale a la palestra. En enero pasado, Agapito Iglesias no quiso tener en cuenta una iniciativa que optaba, como ahora, a hacerse con las acciones del empresario soriano. Pero las cosas han cambiado. Algo, al menos…

Respaldo financiero
Javier Láinez, cabeza visible del proyecto, es consciente de que su punto flaco es la exigencia económica. Resulta muy complicado negociar con Agapito Iglesias, que tiene un entramado de empresas entre las que se mezclan las acciones de la entidad blanquilla. Pero los impulsores lo quieren hacer rápido; se marcan de plazo esta misma semana para allanar de forma expresa la opción de compra.

El sostén económico viene de México. A través de una conexión comercial en Zaragoza -la tercera pata de la iniciativa- pretenden lograr el respaldo financiero de un importante empresario azteca. Según esgrimen, este empresario ya lanzó una oferta a Agapito Iglesias hace algunos años, cuando quiso entrar en el fútbol español. Entonces, fue desechada. Ellos creen que el empresario -de quien hasta el momento no han facilitado datos- estaría también dispuesto a entrar en la operación, debido a su interés por adquirir un club de fútbol europeo.

Agapito Iglesias, de momento, escucha. Es consciente de que se van a producir movimientos alrededor del club que él sopesa. Pero quiere dinero. Está convencido de que, en Primera División, el club resulta rentable. Y quiere ser partícipe del rendimiento económico que pudiera tener la sociedad una vez retorne-?cuando se logre el ascenso- a Primera División.

Un trabajo contrarreloj
El proyecto trabaja contrarreloj. Quiere apostar por el factor sorpresa, en una oferta relámpago, consciente también de las necesidades de Agapito de abandonar la primera línea de la atención pública.

Una vez se concrete la propuesta -muy compleja, aunque con sus opciones-, los promotores querrían abrir el abanico de la sociedad de una forma real al zaragocismo. Que pase a funcionar como un club.

La propuesta se encuentra muy avanzada desde el punto de vista técnico. Aunque no cabe duda de que la clave se encuentra en la disponibilidad económica y la aparición del empresario mexicano que aporte el dinero.

La oferta final se llevaría a cabo esta misma semana. Sin embargo, Agapito tiene otras cartas, otras opciones. Y no quiere dejarse llevar por la precipitación, por más que tenga decidida su salida. Hasta tal punto que baraja, incluso, la cesión de sus acciones a una persona allegada y conocedora del fútbol.

La opción mexicana ha tomado la iniciativa. Mueve ficha. Ya ha empezado el baile entre los aspirantes a la compra del Real Zaragoza.