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Foto: Marco Pelaez/La Jornada

La Jornada

Ciudad de México. Con caídas casi totales en sus ingresos debido al confinamiento por el Covid-19, la industria del entretenimiento busca sobrevivir con nuevos modelos de negocios apoyados en la tecnología que le permitan tener ingresos en un panorama aún incierto.

Derivado de la aparición de esa enfermedad en México en marzo pasado, la exhibición de películas, producciones teatrales, conciertos, festivales de música, exposiciones y conferencias, entre otro tipo de eventos, tuvieron que hacer una pausa.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que en el tercer mes del año la venta de servicios de esparcimiento, culturales, deportivos y otros recreativos cayó 27.4 por ciento, mientras en abril, cuando comenzó la Jornada de Sana Distancia, el desplome fue de 80.9, comportamiento negativo que se extendió hasta junio y se acentuó.

De acuerdo con el informe de finanzas del segundo trimestre de la Corporación Interamericana de Entretenimiento, uno de los principales actores de ese sector, la pandemia afectó su operación en los primeros tres meses del año y es difícil predecir la magnitud que tendrá el impacto en el resto de 2020.

La compañía, que organiza conciertos y eventos deportivos (como la Fórmula 1 en la Ciudad de México, entre otros), reporta que sus ventas consolidadas cayeron 77 por ciento y debido a la supresión de sus operaciones entró en un proceso general de reducción de costos y gastos en todas sus divisiones.

Joshua Francia, director ejecutivo de Boletia, primera boletera independiente que opera desde hace ocho años en el país, comentó que en marzo anterior las ventas bajaron 97 por ciento. Sin embargo, ha tratado de reinventar el negocio mediante la comercialización de boletos para eventos live streaming, es decir, transmisión en directo por Internet. Producto de ello, este mes han recuperado 50 por ciento su volumen de operaciones.

Hasta el momento, aseguró, han funcionado ese tipo de actos virtuales, aunque las entradas, precisó, tienen un costo menor y eso, en parte, ayuda a comercializar mejor.

Agregó que buscan conseguir clientes internacionales e incluso crearon una nueva unidad de negocios llamada Neerme, la cual se encarga de los actos live streaming.

Interrogado sobre si el modelo de negocios adoptado es rentable, el directivo de Boletia expresó que es complicado, pues ello depende del tipo de evento que se trate. Probablemente para el promotor de un concierto no lo sea, dijo, ya que el costo del boleto es más bajo y la gente se pregunta por qué pagar por algo que puede ver en YouTube.

La supervivencia va a depender de la capacidad de cada integrante de la industria para encontrar maneras de usar las cosas para las que son buenos y servirlas para otros propósitos, pero también qué tanta flexibilidad tengan en las cosas que ya tienen como activos, subrayó.

Los eventos transmitidos por Internet no son la única variación, pues también ofrecen entradas para los autocinemas El Patio y Santa Fe. Detalló que ese modelo está soportado en patrocinios. Los autoconciertos, explicó, son más complicados económicamente, ya que los promotores deben pagar por el artista y el recinto, entre otras cosas.

Francia consideró que el tipo de eventos que tardarán más en regresar son los festivales, pues generalmente convocan a unos 5 mil asistentes. Incluso, añadió, se duda de pequeñas giras de conciertos que sólo incluyan a mil participantes.

También será complicado operar en foros donde no existan asientos numerados, continuó, pues se puede no respetar la distancia social.

En contraste, la industria de exposiciones y convenciones busca reiniciar a finales de este mes. Definitivamente, destacó, los actos al aire libre van a seguir siendo la respuesta a corto plazo.