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UNAM.- La sociedad está cambiando y renunciando a creencias absurdas que durante mucho tiempo sostuvieron que el padre era irrelevante en el desarrollo y educación de los hijos, hoy sabemos que la figura paterna ejerce un papel fundamental en la formación de la personalidad y en la salud emocional del niño.

Pero, ¿para qué sirve papa?

La presencia del padre impide que surja una unión simbiótica, frustrante y aniquiladora, entre madre- hijo, en los primeros meses de vida la madre y el bebe son unos mismo, es el padre quien rompe esta estructura marcando su calidad de individuos.
Papa es el encargado de crear y fortalecer la autoestima del niño, su reconocimiento es más importante que ningún otro, es el padre quien le otorga importancia y trascendencia a los logros del pequeño.
Estimula las habilidades cognoscitivos, establece la manera en que el niño se relacionara con su entorno.
Es quien aporta seguridad y respaldo, es papa quien cancela la sobreprotección y empuja al niño a explotar sus propias capacidades, incentivando su independencia.
La manera en la que papá maneja la disciplina es determinante en la formación de los hijos.
Papa tiene actividades de mayor acción con el niño, ayudándole a asumir retos y superar limites, con el juego del forcejeo el niño conoce sus posibilidades y sus limitaciones, aprende a controlar sus fuerzas, reconoce cuando se ha excedido y aprende a pedir perdón.
La figura del padre aporta al hijo protección, El niño que se siente protegido por su progenitor aprende y comienza a desarrollar conductas de autocuidado.
empatía del padre-hijo se articula con la futura disposición del hijo a adoptar actitudes de cooperación

Un estudio realizado en 36 países del mundo a mas de 10000 niños en diferentes condiciones y entornos familiares arrojaron que los menores educados sin su padre tienden a ser más ansiosos, nerviosos e inseguros, así como hostiles y agresivos hacia los demás. Una tendencia apenas perceptible entre los niños que habían sido criados en ausencia de su madre.
Las personas que han sido criadas sin padre tienen la autoestima más baja y encuentran dificultades para entablar relaciones estables, los niños reciben beneficios si cuentan con una figura paterna que les dé atención activa y regular, los estudios afirman que los niños con padres activos- que no significa sólo presentes, sino que participan- en comparación con los hijos con padres pasivos o ausentes, tienden a ser más competentes tanto en lo social como en los cognoscitivo, poseen mayores habilidades para crear relaciones sanas con personas de ambos sexos, son más empáticos y, desde el ámbito Psicológico, tienen mayores herramientas para adaptarse con eficiencia a diversos escenarios o circunstancias.

Aunque no sea la causa exclusiva existe una estrecha elación en la ausencia del padre y el bajo rendimiento escolar, las tendencias delictivas, las adicciones, los trastornos alimenticios, los embarazos precoces o la fuga del hogar y es que la manera en la que papá maneja la disciplina es determinante en la formación de los hijos, ellos establecen y hacen cumplir las reglas con más firmeza y plantean escenarios objetivos en los que el niño observa las consecuencias de cada uno de sus actos. Mamá puede ser un poco más subjetiva al respecto y “pecar” de comprensiva ante la desobediencia. Ninguno de estos estilos es bueno en sí mismo, pero juntos generan un valioso equilibrio para el pequeño.

La madre debe estar consciente de que no es sano intentar hacer todos los papeles. Dejar que papá actúe y participe en las cosas del pequeño es importante. Ser sobreprotectora, gran proveedora y hacedora, le quita actividad a papá, quien se convierte en un personaje pasivo, poco involucrado emocionalmente con el niño, a pesar de que está presente en casa”.

Cuando la ausencia es inevitable:
Es bueno que el niño pueda tener cerca una figura masculina de referencia, como abuelos, tíos o padrastos, pero éstos sólo dan fuerza si la existencia, el puesto y nombre del papá biológico es reconocido, no sustituido. Ellos son las figuran que crían y preservan al niño siempre y cuando se respete el puesto del papá biológico, no intenten anularlo o debilitar su origen. El niño debe estar claro en papá no está y nadie va a ocupar ese lugar.

Papas recuerden… no podemos ser amigos de nuestros hijos, no tengan miedo de ser padres, … llamarles la atención y corregirlos cuando sea necesario, con todo el afecto y la ternura, es indispensable para educarles en la verdad.

Las dos tareas fundamentales del padre, que obviamente, sólo puede realizar si está presente, son: abrir al niño el mundo que le rodea y abrirse él al niño. Extraordinario proceso que culmina al finalizar la adolescencia.
LMB