Desconocido asesinado abandonado en Santa Paula; Tonalá. Foto: Cuauhtémoc Villegas Durán.
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Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán

En su justa medida, México no es una democracia, nunca lo ha sido y nunca lo será, el presidente es un figurín en manos de generales y caciques que gobiernan amplias regiones, ellos son, siempre multimillonarios al amparo de los puestos públicos que han sostenido desde la “dictadura perfecta” del PRI hasta el Frankeisten llamado Morena donde todos los ricos y poderosos tienen cabida a excepción de aquellos que sirven para el show mwdiático y tienen que ir a las cárceles.

Intocable, Carlos Salinas de Gortari, el verdaedero gobernante de México, intocables, el general Cienfuegos y la generaliza de cuatro estrellas, intocable el saqueador y cacique multillonario de Aguascalientes Carlos Lozano de la Torre, complicé del cacique de Zacatecas Ricardo Monreal Ávila otro saqueador compulsivo y multillonario al amparo del PRD primero, y ahora no sólo de Morena sino del mismísimo presidente que pese a su promesa de campaña de desmilitarizar al país hace lo contrario y peor deja crecer los cuerpos policíacos municipales, estatales y federales que solo viven de robar al pueblo y a los empresarios de país, así podemos ver a los policías de la Guardia Nacional poniendo su retén para quitarle dinero a la personas que van de Tonalá a México. Se ponen a cientos de meto de nuevo periférico. Intocable Raúl Padilla López, cacique de Jalisco y otro multimilonarios saqueador proveniente de una clase social media alta pero carente de los millones que hoy tiene el también cacique de la Universidad de Guadalajara. Impunes pues. todos los caciques de los estados que gobiernan junto con el presidente supuestamente comprometido con los pobres que llenan las cárceles de México. Impunes los policías que todos los día roban, matan, torturan y hacen desapariciones de Estado acostumbrados como están a la sangre y a la impunidad, que su droga y es la peor de todas.

Aquí en Jalisco todos los días hay decenas de asesinatos sin que la autoridad haga nada a excepción del famoso uno por ciento de los casos que se resuelven en México porque las policías conviven entre el robo, el delito y la impunidad y el presidente lo sabe, sabe con quien vonvive y sabe que muy pocos pobres le representan respeto verdadero porque, los caciques y los militares le sirven al cazadrones del presidente mexicano, un enemigo más de la libertad de expresión.