0 3 min 6 años

Ministerio-de-Exteriores-Geng-Shuang-768x469.jpg

Río Doce.- China anunció este miércoles aranceles del 25 por ciento a la soya, los coches y otros productos estadounidenses importados por valor de 50 mil millones de dólares, una nueva etapa en la guerra comercial con Estados Unidos horas después de que Washington publicara su propia lista de productos.

El ministerio de Comercio chino enumeró un total de 106 familias de productos estadounidenses (carne, whisky, productos químicos o cigarrillos, entre otros), aunque indicó que la fecha de aplicación de los aranceles se anunciará más adelante, de acuerdo a Afp.

“Cualquier intento de poner a China de rodillas con amenazas e intimidaciones nunca tendrá éxito. Tampoco tendrá éxito esta vez”, dijo el miércoles el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, en rueda de prensa.

“No hay ganadores en una guerra comercial, y el que la inicia se hace daño a sí mismo y a los demás”, añadió el portavoz, explicando que ha llevado la cuestión de los aranceles estadounidenses ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La administración del presidente Donald Trump anunció el martes una lista de productos importados chinos, por un valor total de 50 mil millones de dólares, que tendrán que pagar nuevos aranceles. La medida es en represalia a lo que Washington considera la transferencia forzada de tecnología estadounidense a las compañías chinas.

La lista estadounidense publicada el martes contiene unos mil 300 productos, desde electrónica hasta piezas de aviones, pasando por satélites, medicinas y maquinaria. Los aranceles, que serían de un 25 por cientp, todavía tienen que ser aprobados y no podrían entrar en vigor antes de mayo.

Estados Unidos, cuya competitividad depende de su capacidad para innovar, abrió en agosto de 2017 una investigación en nombre del artículo 301 de su legislación comercial sobre presuntas violaciones chinas del derecho de propiedad intelectual.

Washington critica en particular el sistema de coempresa que Pekín impone a las compañías estadounidenses. Según este sistema, las compañías que quieren acceder al mercado chino tienen que asociarse obligatoriamente con una compañía local y compartir con ella su tecnología.