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Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán

Aunque todos se arrastren a sus pies como si fuera un rey causando alegría desbordada en Martín Orozco Sandoval no debe olvidar las difíciles circunstancias que lo llevaron al poder. Durante el proceso electoral, el candidato y sus compinches pisotearon la Constitución Mexicana y cínico podrá reír a carcajadas con “el haiga sido como haiga sido”.

Hombre con periodistas sicarios a sus órdenes, lanzó una grotesca y fascista campaña de género contra Lorena Martínez Sandoval. Ladrón homófobo que suda agua bendita mientras roba y se acuesta con sus pupilas políticas. Neoliberal, producto y fiel sirviente del capitalismo salvaje.

Martín Orozco olvida que no todos los medios ni los políticos están a sus pies como hace seis años lo estuvieron con su padrino político Carlos Lozano de la Torre.

Tere Jiménez no quiere compartir la policía ni recibir dinero del narco como si lo habría hecho el gobernador, porque, la alcaldesa electa le quitará la bandera del Mando Único dejando al gobernador electo con un palmo en la nariz y con un compromiso que tampoco podrá pagar: poner a la policía municipal de Aguascalientes a la orden del narco. Al menos no con el consentimiento de la presidenta municipal según los mensajes y llamadas de su coordinador de campaña Jorge “el loco” López, su vecino y por eso diputado.

Partidos políticos que dependen del gobierno y de sus principales líderes, así como se hizo Movimiento Ciudadano que es un partido que ha demostrado que no tiene lealtad por nadie y basta la grabación que hizo de las palabras de Lorena Martínez cuando la emboscó en una comida donde la invitó su “líder”, el metrosexual Vicente Pérez Almanza. Los billetes no son suficientes para la perversidad de la homocracia que domina ese partido fascistoide y el medio que apadrinan y al que filtran privilegiada información: La Contraportada.

Por si fuera poco, el gobernador electo no tendrá margen de maniobra para actuar contra las administraciones de Lozano y Luis Armando Reynosos Femat, quienes lo sentaron en la gubernatura junto con el apoyo de la trasnochada y también homófoba diocésis de Aguascalientes. Por más que jure que perseguirá a los ladrones de sexenio no lo hará, no puede, sus compromisos con los ex gobernadores se lo impiden, aunque no es un hombre que honre palabra, es un individuo dado a la traición, a la perversa acusación fácil difundida en sus medios sicarios y de boca en boca para destruir al que no sea fascista, al extremo derechista, al que no lo busque para lamerle las botas enaltenciendo y enriqueciendo de manera oscura la mediocridad y la avaricia de los viles que lo acompañaron al poder con toda su perversidad implícita.

Todo es parte del show mediático para alargar el salinato y proteger las reformas neoliberales con la títere de Margarita Zavala “la candidata que lucha contra los corruptos y a favor de las mujeres”, según la telenovela con la que ya lavan la cabeza a la ignorante masa de mexicanos a los que en realidad les destruyó la vida con una guerra absurda, sangrienta y mácabra para los mexicanos especialmente los pobres, que se convirtió en el gran negocio de la Triada Maldita PRI-PAN-PRD firmada con un pacto para destruir a México.