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2014-10-16-9444

El segmento de la población de entre 14 y 29 años es la gran olvidada en materia de políticas públicas. Además de ser insuficientes e ineficaces, se encuentran desarticuladas, lamento el Partido del Trabajo en Aguascalientes en voz de Jesús Medina Olivares miembro de la Dirigencia del Partido.

Esta generación afronta el reto de vivir en un mundo marcado por la incertidumbre económica y vital que cuestiona las bases mismas del sistema. Le ha tocado desarrollarse en un ambiente institucional y social, donde lo que existe no funciona.

Enfrentan grandes obstáculos: Violencia, bajas posibilidades de ingresar a la educación media superior y superior, falta de oportunidades cultural y recreativa lo que provoca que manifiesten desesperanza hacia el futuro, explicó.

“Los jóvenes viven en una gran pesadumbre. Se enfrentan a un mercado laboral muy complejo, que les ofrece pocas posibilidades de desarrollo”.

“Paradójicamente siendo ésta la generación que tiene la mayor formación profesional, se enfrentan al desempleo o empleos mal pagados y en condiciones precarias”, lamentó.

Incluso agregó que éste sector cuenta con una tasa de desempleo que se ubica por encima de la media nacional. A ello habrá que agregar que el 66 pr ciento labora en la informalidad, no tiene seguridad social ni presentaciones. Circunstancia que los convierte en un sector susceptible a la pobreza y vulnerabilidad.

E informó de acuerdo con cifras oficiales, en el país de 38 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años: 20 por ciento, es decir 7.5 millones no estudia ni trabaja. Siendo la mayoría mujeres que se dedican a las labores del hogar.

La organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destaca que, de entre las 34 naciones que integran ese organismo, México tiene el tercer porcentaje más alto de jóvenes que se encuentran en ésta condición.

Otro de los problemas de origen radica señaló en que en el diseño de las políticas públicas para atender la problemática juvenil, se elaboran de manera homogénea y vertical, sin tomar en cuenta a los mismos y cuando una característica de la juventud es precisamente, su heterogeneidad.

“Las dependencias encargadas de diseñar éstas políticas públicas tienen una visión parcial de su problemática. Desconocen sus potencialidades y su vida cotidiana. Todo se centra en elaborar estadísticas que arrojan información cuantitativa, pero no profundizan en la investigación cualitativa para conocer su perspectiva y aspiraciones por estilos de vida”, reclamó Medina.

Y anexó que la secretaría de la juventud, debe tener en cuenta la diversidad de los jóvenes. No se puede hablar de un solo tipo de joven, de los juniors, de los que pueden estar a la moda, que asisten a clubes, viajan, es decir los que están en mejores condiciones económicas. El sector juvenil es la suma de muchos grupos diferenciados.

“Los olvidados representan cerca del 72% de nuestros jóvenes que pertenecen a los sectores medios y populares. En éste porcentaje se incluye a los marginados, los más pobres, la banda, los que quedan fuera de las universidades, o porque llevan tatuajes.

Todos ellos también son jóvenes, cada uno tiene potencialidades y realidades distintas.

Resulta preocupante que los jóvenes reflejen en el espejo de una sociedad que no les está dando espacio ni oportunidades”, expresó.

Atraviesan por una angustia tendencial que se está generando en los jóvenes. Con miedos que no tenían. Tienen un sentimiento generalizado de apatía como respuesta del alejamiento del mundo de oportunidades y del progreso prometido que no llega.

Y el llamado fue a que más allá de intentar invisibilizar los problemas de la juventud se debe entrar a fondo en la solución del problema.

No debemos permitir que ésta, sean una generación perdida. El costo social y económico de sus aportaciones, todos los perdemos. Si no hay un cambio drástico verán empeorar más sus condiciones de vida progresivamente con el riesgo de que ésta se pueda convertir en una generación perdida.

Para ello, es fundamental que las políticas públicas dirigidas a los jóvenes sean horizontales, diferenciadas y enfocadas a resolver problemas específicos, que impulsen proyectos individuales y sociales que les permitan participar en el ámbito público y tener expectativas de futuro, resaltó.