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Columna/foto: Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán

Recuerdo que hace tiempo le comentaba a Javier Medina Loera considerado uno de los más grandes editorialistas de la historia de México que la percepción de la sociedad de Guadalajara acerca de su prensa era errada: más estudiados y cultos (Jalisco ha dado decenas de grandes hombres a México y a la humanidad, hombres gigantes, inmensos, a los que admiro y respeto y los que trato de imitar en su gran calidad humana, ingenio, cultura y algo muy importante vivir de esa sabiduría que es más un don que Dios nos dio, amen de tener en su lugar lo que un hombre debe tener que para no ser vulgar como en otras ocasiones, llamare valor) que en Aguascalientes y es que si no recuerdo mal, alrededor de 70 por ciento de los aguascalentenses creen tener una prensa honesta y profesional: Nada más alejado de la realidad, en este lugar si no hay dinero no hay nota y los políticos también juegan este juego porque finalmente son ellos los verdaderos beneficiados del negocio. Hay medios que cobran publicidad, chayote o apoyo con regidores, presidentes, secretarios de municipios y estado, diputados, partidos políticos, empresarios, policías y a veces hasta con los narcos, con todos y toditos. Ni siquiera pagan impuestos y son muy respetados por los políticos, no así quien no pide porque a estos medios honestos tratan de aniquilarlos.

Yo aborrezco a ambos,no les pido ni el saludo: me parecen seres malignos y abominables, monstruos de la perversidad y la negociación: engendros del neoliberalismo. A veces necesito hacer una entrevista y prefiero buscarlos personalmente que por teléfono porque ni eso quiero pedirles, sé que hasta saludarlos sale caro: son personas perversas y ruines que caen en la maldad diabólica de la mentira, la farsa, la acusación sin pruebas, de la calumnia acompañada de la carcajada sonora y podrida. Jamás han tenido la necesidad de trabajar físicamente como el pueblo y tampoco han pasado hambres, sólo saben pedir dinero, oportunidades y saquear al Estado. Se sienten importantes porque andan atrás de los políticos y estos a la mejor y hasta les pican el ombligo u otra cosa y pueden ser como el toque de un dios vanal y corrupto: una diputación, una regiduría, una jefatura de prensa, dinero a raudales por el sólo hecho de “estar bien” con esa gente.

Yo casi podría decir que los aborrezco, es más los odio por ser tan ruines conmigo y con su pueblo. Me parecen gentes deleznables que señalan sin darse cuenta de sus múltiples defectos como personas aparte del daño que causan no sólo a Aguascalientes, sino a México entero diciendo cosas a modo por el interés del dinero y de una vida segura, donde no seas un perseguido más del perverso sistema instalado en México.

Sin pruebas y por el hecho de preguntar (al procurador sino renunciaría por el asesinato de sus 2 sobrinos implicados con el narco y ejecuciones) se me me acusó de ser “reportero de los narcos”. Ni el Estado ni los medios lo probaron. Si no le pido dinero a los políticos para vivir no le pediría un peso a los narcos: ni ambicioso ni pendejo y no llevaría la muerte de familiares o cualquier otro en mi conciencia por un solo centavo. Que Jesús, mi Dios los perdone y me enseñe a perdonar semejantes bajezas de los “poderosos”…