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El Gobierno británico ha condenado este lunes el reciente anuncio de apropiación de tierras en Cisjordania por parte del Estado israelí en las inmediaciones de Belén y ha instado a Israel a dar marcha atrás a esta decisión.
“Reino Unido condena la expropiación de 988 acres de tierra en torno al asentamiento de Etzion, cerca de Belén, por parte del Gobierno israelí”, ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores británico, Philip Hammond, en un comunicado oficial.

Hammond ha calificado esta decisión de “insensata” porque “ocurre en un momento en el que la prioridad debe ser reforzar el alto el fuego de Gaza”. “Va a causar un daño grave a la situación de Israel en la comunidad internacional”, ha señalado.

El ministro ha señalado que la postura de Londres sobre los asentamientos es clara. “Son ilegales desde el punto de vista del Derecho Internacional, representan un obstáculo para la paz y nos aleja de la solución de los dos estados en un momento en el que hay una necesidad urgente de que se reanuden las negociaciones para conseguir este objetivo”, ha argumentado Hammond. Por todo ello, “instamos contundentemente al Gobierno de Israel a dar marcha atrás a esta decisión”.

El Ejército israelí, con competencias en materia de suelo en los territorios palestinos ocupados, ha informado de que no hay ningún tipo de reclamación de propiedad palestina sobre el terreno expropiado, 400 hectáreas de tierras palestinas. Sin embargo, ahora se abre un plazo de 45 días para presentar recurso contra esta medida.

Los terrenos afectados acogen el asentamiento judío de Gvaot, situado al oeste del asentamiento de Alon Shvut. Conforme al Derecho Internacional ambos asentamientos son ilegales, pero Israel sí considera legal Alon Shvut y con esta decisión da el primer paso para legalizar Gvaot.