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Foto: Objetivo7fotógrafos/Cuauhtémoc Villegas Durán.
Foto: Objetivo7fotógrafos/Cuauhtémoc Villegas Durán.
Estado Mayor/México.- Los ejércitos del mundo comen desde lo dulce a lo salado, tal como lo reporta el http://www.thedailymeal.com/ en su investigación sobre el menú de los ejércitos. Por su parte, basado en información de transparencia, el diario Reforma, reporta que soldados y marinos mexicanos, se alimentan peor que un preso. Ya que el precio unitario de la comida de los reos asciende a 54 pesos, mientras que para los agentes federales se destinan 42 pesos; en tanto, para soldados y marinos se invierten 30 pesos. Sin embargo, la diferencia no sólo es económica, también lo es en calidad de nutrientes.

El Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social, dio a conocer que el menú de los internos cambia mensualmente, en él se incluyen fajitas de pollo en salsa verde, verduras al vapor, espagueti blanco, tortillas, agua de sabor y postres.

El paquete alimentario de un policía federal es una torta, una manzana, un yogurt y un refresco; mientras que los militares mexicanos comen muy limitadas raciones de sopa, arroz, guisado y postre.

Pero si damos la vuelta al mundo, veremos que no en todas partes los militares hacen una comida tan frugal: en España, cada soldado lleva un calentador desechable, que de igual forma usan para calefacción o para dar cocción a los enlatados; también cargan muchas cantidades de vitaminas, que incluyen sobres de glucosa, vitamina C, así como tabletas rehidratantes y para la purificación de agua.

Entre sus básicos están las judías verdes, las latas de jamón, los paquetes de sopa de verduras en polvo y calamar en aceite vegetal; como postre, acostumbran los duraznos en almíbar.

Estados Unidos siempre va a la vanguardia en guerra, y en comida bélica no puede ser la excepción: se trata de una pasta con verduras en salsa de tomate picante, listo para calentar en un calentador sin llama. Ésta es una invención exclusiva de EU, que consiste en añadir agua a la bolsa de plástico y una vez sellado, se prepara la comida dentro de la bolsa. El resto del paquete, también es muy al estilo de la comida rápida americana, pues consta de mantequilla de maní con galletas, sidra de manzana con especias, arándanos, almendras y bizcocho con semillas de amapola.

El paquete culinario del ejército canadiense, tiene la opción entre cuscús vegetariano o filete de salmón en salsa toscana como plato central, con aperitivos Bear Paw, e ingredientes para hacer un sándwich de mantequilla de maní y mermelada (de frambuesa) para el desayuno.

La azúcar juega un papel fundamental en la dieta de muchos ejércitos, quizá porque mantiene alerta y provee de energía.

De todas las raciones, las de los australianos incluye miles de sándwiches de mermelada, queso cheddar Vegemite, Fonterra-procesado, dos barras de chocolate dulces, refrescos, un tubo de leche condensada azucarada, y como platillo principal: chile y atún en pasta.

La comida principal de los soldados alemanes es Gulash con patatas, salchicha con pan de centeno, varios sobres de pomelo y exótico jugo en polvo para añadir al agua, una bolsita de galletas italianas; de desayuno se ofrece cereza agria y mermelada de albaricoque.

Los franceses ni en el ejército se privan del placer del buen comer, además de la cassoulet tradicional con confit de pato, el menú galo contiene paté de venado, cerdo al estilo criollo y crème de pudín de chocolate. Por supuesto, llevan un pequeño calentador desechable, disfrutan del café instantáneo y un poco de bebida en polvo con sabor. El desayuno es de muesli (cereal) con un poco de caramelo Dupont d’Isigny.

Los soldados italianos tampoco se malpasan, al degustar de una tradicional pasta y sopa de frijoles y pavo en conserva, que vienen con una pequeña estufa de camping para ser calentado, así como una ensalada de arroz. De postre: ensalada de fruta en lata o una barra de chocolate muesli.

El ejército británico tiene que parar la batalla a la hora del té Typhoo, entre su menú no falta un poco de café Kenco, cerdo y frijoles para el desayuno, pollo tikka masala y pasta vegetariana; así como una botella de salsa Tabasco. De igual forma no faltan sobres de mezcla de frutos secos, una bolsa de manzanas, y un montón de dulces, incluyendo Polos.

Los soldados de Estonia comen salchicha de hígado con patatas, paté de carne de pollo y espadines ahumados con pimientos rellenos. El desayuno es muesli con una bolsa de frutas y miel, además de un montón de panes crujientes a un lado y un flan de postre.

Pese a lo diversa y rica que es la comida en Singapur, el menú del ejército es monótono y mínimo; pues solo tienen tres platos a elegir: fideos de pollo Szechuan, setas con arroz y torta de frijol rojo con leche de soja de postre.

Ahora, en la dieta global de los ejércitos, se observa la inversión e innovación; mientras que los militares mexicanos siguen comiendo como en fonda pobre.