ADN/Globedia.- El agua es uno de los problemas más serios que tiene una de las ciudades más grandes del mundo. En la Ciudad de México, cada temporada de calor viene con una escasez cada vez más difícil de combatir.

Lo primero que se tiene planeado es gastar más dinero para resolver el problema. El Gobierno federal anunció obras hídricas con una inversión de 25 mil millones de dólares para los próximos cuatro años. Pero se contempla también la posible participación privada en el proceso de extracción y distribución del agua. Legisladores afirman que se debe poner mucha atención a esto ya que el agua es un derecho fundamental y no se debe ver como mercancía.

Legisladores del Partido de la Revolución Democrática dijeron que estarán muy alertas ante la propuesta presidencial sobre la Ley General de Aguas, ya que se debe frenar el intento de privilegiar los intereses económicos sobre el medio ambiente y los recursos naturales. Insisten en que se deben definir las modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable del agua.

El norte de México tiene varios estados en donde las zonas semidesérticas dominan miles de kilómetros cuadrados y los agricultores tienen graves problemas para regar sus productos. En las grandes ciudades el problema es igual de grave ya que millones de personas apenas sobreviven con la poca agua que les llega hasta sus domicilios.

El presidente Peña Nieto ha reconocido recientemente que el agua es un recurso cada vez más escaso y difícil de llevar el abasto a la población.

La escasez no es el único problema de agua en el Valle de México. Millones de metros cúbicos de aguas residuales cruzan por áreas densamente pobladas causando un severo problema de contaminación. Aquí urge la participación privada o gubernamental, o en todo caso de las dos.

Arturo Calvillo, Ciudad de México.