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La bancada panalista: desprecio a la prensa. Foto: Objetivo7fotógrafos/Cuauhtémoc Villegas Durán.
La bancada panalista: desprecio a la prensa. Foto: Objetivo7fotógrafos/Cuauhtémoc Villegas Durán.

 

Aguascalientes, Ags.- Si un reportero quiere desayunar en congreso tiene que llegar a las diez y media de la mañana porque la sesiones e inician supuestamente a la once de la mañana, no hay un horario, las charolas las sacan cuando quieren y empieza una rebatinga por la comida en un triste espectáculo en cual, hasta los limosneros participan.

Pero el colmo fue ayer cuando un reportero a nombre de lo todos los trabajadores del gremio decidió regresar una charola con comida al dipatodo salvador Dávila Montoya quien reclamó que los reporteros se comen el alimento de los diputados.

Si los reporteros llegan quince para las once ya no tendrán que comer o conformarse con lo quede como frutas, pero entonces trabajadores del congreso cierran las charolas para guardara comida para sus “compañeras” de trabajo.

Es un espectáculo triste ver como los reporteros que no ganan mucho tienen que servirse reapidamente porque trabajadores y limosneros del “congreso”, que piden dinero a diputados, todos los días a las puertas del congreso.

Nadie pone orden, nadie respeta el alimento y los reporteros, casi siempre ocupados en otras órdenes de trabajo, se quedan sin desayunar a esperar las largas y aburridas sesiones que solo son un espectáculo más, porque los diputados solo se preocupan por guardar su dieta de 59 mil pesos y no rinden cuentas de los 30 mil que cada mes se les da para ayudar a indigentes, enfermos, periodistas…

Por lo regular, gastan en sus deudas personales como pasturas para sus muchos animales de sus muchos ranchos o lo reparten entre sus correligionarios, esos que van a las sesiones a hacer bravatas: golpeadores y señoras de los cinturones de miseria que apoyan a tal o cual partido.

También tienen decenas de empleados que no hacen nada, no sirven para nada, no resuelven nada, ni siquiera les pasan los recados. A ellos también les pagan del congreso, o en el ayuntamiento, en el gobierno del estado o en sus respcctivos partidos.