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Río Doce.- Heberto Castillo lo repetía hasta el cansancio: el petróleo produce riqueza donde se consume, no necesariamente donde se extrae.

Extraer petróleo para venderlo crudo es mal negocio. Y México está haciendo mal negocio. Lo que necesita son refinerías. Un Pemex moderno como lo propone el PRD debe de tener suficientes refinerías para no estar comprando gasolina en el exterior.

Hasta el año 2012 existían en el mundo 681 refinerías. De ellas el 22 por ciento, es decir, 149, están ubicadas en los Estados Unidos. Otras naciones poderosas también tienen sus refinerías: China tiene 51; Rusia tiene 41; Japón cuenta con 31; Canadá tiene 21; Italia tiene 17; India también tiene 17; Alemania es propietaria de 15; Brasil, igual que Francia, tienen 13 cada uno.

Pero México no se queda atrás. Estamos en el sitio 21 con seis refinerías. Aunque todas muy antiguas. Parte de nuestro atraso con respecto a muchas otras naciones son las pocas refinerías que tenemos.

Francia, pequeño país europeo, de apenas 676 mil kilómetros cuadrados (tomando en cuenta sus territorios e islas regados por el mundo) y 66 millones de habitantes con un nivel de vida muy alto, tiene 13 refinerías. Alemania, otra nación pequeña, pues tiene 357 mil kilómetros cuadrados y 82 millones de teutones y teutonas, tiene 15 refinerías. Y el nivel de vida de sus habitantes es aún más alto.

Italia, otro país pequeño en territorio, pues apenas llega a 301 mil kilómetros cuadrados y 61 millones de habitantes, cuenta con 17 refinerías. Otro país pequeño, Japón, asentado en 378 mil kilómetros cuadrados, distribuidos en cuatro grandes y 6,848 pequeñas islas, con 126 millones de nipones y niponas, tiene 31 refinerías. Y habrían de ver qué bien viven los japoneses, es el país donde sus habitantes más viajan por el mundo.

Canadá, que si bien es el tercer país más grande del mundo en términos territoriales, pues mide cinco veces más que México, apenas cuenta con el equivalente a la tercera parte de la población de nosotros, 34 millones de habitantes, cuenta con 21 refinerías. Su nivel de vida es alto. Entonces, es cierto aquello que pregonaba Heberto Castillo: en donde el petróleo se industrializa, crea riqueza y la gente vive bien.

Y México, grande en territorio, recursos naturales y población, apenas tiene seis refinerías: Salina Cruz en Oaxaca, Cadereyta en Nuevo León, Ciudad Madero en Tamaulipas, Minatitlán en Veracruz, Salamanca en Guanajuato y Tula en el Estado de Hidalgo. Había una más, la séptima, en Azcapotzalco, DF, que por ser la más vieja y peligrosa, fue cerrada en 1991. Pero no fue sustituida.

Y no obstante que, además, tenemos ocho complejos petroquímicos —Camargo, Cangrejera, Cosoleacaque, Escolín, Morelos, Tula, San Martín Texmelucan y Pajaritos (creo que siete, pues parece que a este último, Pajaritos, ya lo están vendiendo (ver DOF del 30 de julio pasado), su productividad es muy baja, pues en el informe oficial aparece que México importa el 49 por ciento de los productos petroquímicos que consume.

O sea que, soñando un poco, para vivir como los pobres italianos, o los pobres alemanes, o los pobres japoneses, México requiere tener ¡ahorita! 30 refinerías. O si queremos vivir de plano, como los pobres gringos, requerimos de, al menos, 70 refinerías.

Y además, de inmediato, mejorar las que tenemos. Porque, aunque no se han construido otras, pero sí se ha invertido para mejorar las seis que existen, su productividad no es muy alta. Véase el caso de la refinería de Salina Cruz, que es la más grande de las que tenemos. Su capacidad de destilación equivale a 330 mil barriles por día. Pero la principal refinería de la India —que tiene 17— destila el equivalente a 991 mil barriles por día.

O, visto desde otra óptica. La capacidad de destilación primaria en el mundo es de 87 millones, 238 mil barriles por día; De ellos, la Exxon Mobil destila 6 millones 350 mil barriles por día y México, con sus seis poderosas refinerías, destila al día 1 millón 540 mil barriles.

Los datos de este artículo son tomados de una publicación de José Luis Hernández Jiménez, viejo amigo desde el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT).