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La compañía Petróleos Mexicanos (Pemex) está decidida a revitalizar la industria de construcción naval en su país y ha encontrado un nuevo socio para poner en marcha un mega astillero en la región azteca de Tamaulipas, donde pretende construir plataformas offshore y otras embarcaciones mayores, según informó ayer la propia petrolera. Pemex y el gigante Keppel Offshore & Marine, un grupo con sede en Singapur y líder mundial en la fabricación de este tipo de infraestructuras flotantes y también de buques de apoyo a plataformas (como los que se construyen en los astilleros gallegos), firmaron ayer un acuerdo para impulsar este proyecto, en el que prevén una inversión inicial de 150 millones dólares (110 millones de euros al cambio actual).

“La iniciativa impulsará, cuando todas sus fases hayan sido concluidas, la creación de 4.000 nuevos puestos de empleo, así como el desarrollo de una fuerza laboral especializada, a través de los esquemas de entrenamiento y desarrollo de la empresa Keppel”, indicó la estatal mexicana. El astillero arrancará su actividad con la construcción de “seis modernas plataformas clase KFELS B de perforación” para Pemex Exploración y Producción (PEP), diseñadas por Keppel. El acuerdo fue firmado ayer por Carlos Morales Gil, director general de Pemex Exploración y Producción, y por José Manuel Carrera Panizzo, director general de PMI, así como por Chow Yew Yuen, director general de Keppel Offshore & Marine.

Carrera Panizzo, recién nombrado director general de PMI (el brazo internacional de Pemex), fue precisamente el ejecutivo que negoció el acuerdo marco entre la petrolera y la Xunta para apoyar al naval gallego, del que posteriormente se desprendieron compromisos como la entrada de Pemex en Barreras, la construcción de dos floteles o la participación de astilleros gallegos en los planes de renovación de la flota menor de la empresa. La operación con Keppel trasciende mientras en Galicia se sigue a la espera de que se materialicen los acuerdos adquiridos.

En este sentido, la negociación con Barreras, que incluía la toma del 51% del capital del astillero vigués, estaba condicionada también a la transferencia de tecnología a México, lo que a priori se iba a materializar en una nueva factoría naval en la zona de Campeche, donde Pemex tiene su cuartel general (ver edición del pasado 8 de mayo). Pemex había dejado claro que el objetivo era “transferir a medio plazo el conocimiento tecnológico de HJB (Hijos de J. Barreras) para crear capacidad constructora de buques especializados en México, a fin de poder atender la demanda de Pemex”.