0 10 min 11 años

El nieto del socio, asesinado por el grupo que consolidó. Foto: Narcopress.
El nieto del socio, asesinado por el grupo que consolidó. Foto: Narcopress.
Estado Mayor/SEDENA.- La crisis en la cúpula de la organización conocida como los Zetas, tras la captura de su líder Miguel Treviño Morales, adquirió otras connotaciones tras las versiones de que el posible heredero del mando, su hermano Oscar Omar Treviño, padece una grave enfermedad. Entre los posibles relevos se menciona a Alfonso Lam, un individuo de bajo perfil, que escaló posiciones de liderazgo en el último lustro, y que podría asumir la jefatura si reúne el apoyo del resto de la organización.

México, 28 de julio.- Aquella noche a finales del 2007, un grupo de pistoleros estacionó cuatro vehículos en una de las calles aledañas al cine Azteca, en el centro de la ciudad de Río Bravo, Tamaulipas. A esas horas Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, quien había sido diputado federal por el PRD y en aquel año abanderado del PT a la alcaldía del municipio, salía de un local en la calle Aldama acompañado de dos escoltas de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y dos de sus colaboradores. En cuestión de segundos los pistoleros abrieron fuego contra las cinco personas quienes quedaron tendidos sin vida en la vía pública.

El asesinato del ex legislador del PRD fue atribuido poco después por la subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) a Alfonso Lam Liu, conocido como “el Gordo Lam”, en ese entonces jefe de una de las células del cártel del Golfo que operaba en ese municipio tamaulipeco. Lam se ganó la confianza de la cúpula de la organización desde años atrás, cuando comenzó a ser conocido por sus métodos sanguinarios y poco ortodoxos cuando se trataba de ejecutar las órdenes de sus superiores.

El ascenso del “Gordo Lam”, era cuestión de tiempo. Se le dio margen de maniobra para operar con su grupo de pistoleros en otras ciudades, como Altamira y ciudad Mier, donde la marina y el ejército incautó tiempo después del asesinato del ex legislador, casas, autos y droga que fue atribuido a su facción. Cuando en enero del 2010 un grupo especial de la marina abatió en Matamoros a Ezequiel Cárdenas Guillén, entonces líder del cartel del Golfo conocido como “Tony Tormenta”, Lam fue enviado como jefe de la organización a Reynosa. A los pocos meses, cuando se dio la ruptura entre el Golfo y los Zetas, se alineó con Heriberto Lazcano y Miguel Treviño Morales, de quienes era cercano y se afianzó como hombre de todas sus confianzas.

De Torreón a Tamaulipas

Alfonso Lam Liu nació en Torreón, Coahuila. Forma parte de una familia que se dedicaba a la industria del algodón y era propietaria de varios restaurantes. Su padre era de origen libanés y su madre de origen chino. La familia forma parte de la comunidad libanesa que tenía una fuerte presencia en la región, esto quedó reflejado cuando se convirtió en una de las pocas ciudades del país donde mandaron construir una mezquita orientada hacia la Meca.

Desde joven Lam Liu era conocido por su tendencia a la obesidad. Era un tipo que medía aproximadamente un metro con 73 centímetros de estatura, tez blanca, fuerte físicamente, usaba el corte de pelo muy pegado al cráneo y estuvo en las mejores escuelas de la región. La primaria la hizo en el instituto Francés de la Laguna que se localiza en el municipio vecino de Gómez Palacio, Durango. Como integrante de una de las familias adineradas, estudió en la preparatoria de los Jesuitas, el Colegio Pereira, en Torreón. Tiempo después ingresó a estudiar al Tecnológico de Monterrey, campus Laguna, donde dejó trunca su carrera de administración.

Desde esos años era conocido como un sanguinario, señalan fuentes gubernamentales que han seguido su trayectoria. En la reconstrucción de lo que ha sido su vinculación a la delincuencia organizada, comenzó a hacer negocios con Jaime Guerrero González, suegro del ex gobernador Humberto Moreira, padre de su segunda esposa. Los Guerrero eran la familia dueña del periódico La Opinión, fundado en 1914 por don Rosendo Guerrero.

El suegro de Moreira era quien organizaba las fiestas de Osiel Cárdenas Guillén en Piedras Negras, a donde se fue a radicar, comenta la fuente que solicitó no ser citada por su nombre. Y con él, se ligó “el Gordo” Lam para posteriormente pasar a la organización del Golfo. Lam es un individuo que se maneja con bajo perfil, pero se sabe que es un sanguinario, refiere.

En mayo del 2009, “el Gordo” Lam quedó indiciado por la corte de distrito de Columbia, Nueva York, como parte de la red de tráfico de droga que encabezaba Ezequiel Cárdenas Guillén “Tony Tormenta”, ya fallecido; Jorge Eduardo Costilla Sánchez, “el Coss”, detenido en 2012; Heriberto Lazcano, muerto en octubre pasado, Miguel Treviño Morales, Z-40, detenido hace un par de semanas; Jaime González Durán, “el Hummer”, preso desde 2008; Jesús Enrique Rejón Aguilar, alias “el Mamito”, detenido en julio del 2011 y Omar Treviño Morales, Z-42, prófugo y de quien se dice que heredaría el mando de los Zetas tras la captura de su hermano. Junto con “el Gordo” Lam, son los dos únicos que siguen libres y que están acusados en esa causa penal abierta en los Estados Unidos.

Las dudas

Hace unos días comenzó a circular la versión en diversos medios de comunicación de que Oscar Omar Treviño Morales, de quien se decía que era el heredero “natural” del liderazgo de los Zetas, padecería una grave enfermedad. Se dijo que el Z-42 tenía diabetes del tipo B o C, de las más delicadas, lo cual lo impediría para tomar el mando de la organización. Esta situación pondría a la banda en una situación donde el nuevo jefe tendría que ser alguien que conozca los territorios y sus lugartenientes y sea, además, respetado por el resto de los integrantes.

Uno de los nombres que fuentes gubernamentales comienzan a mencionar, es “el Gordo” Lam. Aunque parece que no todos estarían de acuerdo. Apenas el viernes pasado aparecieron varios mensajes en la vía pública de ciudades como San Fernando, Nuevo Laredo y ciudad Victoria, Tamaulipas. En esas mantas, colocadas en puentes peatonales, se leía:

“No se dejen engañar por mantas de dizque zetas unidos, pues nuestra inconformidad persiste, que pinche estructurados ni qué la chingada, estamos inconformes en muchos lugares y celebramos que Z-40 este vivo, para que sufra lo que sufrimos cuando estaba en el poder, no tenemos mando, ni a quien mandar, sepan que Omar Treviño el Z-42 también está detenido por el gobierno, puro pedo que es el nuevo jefe zeta, esta es la verdad. Hay una desbandada tremendas, toda la estructura esta desertando, que no mamen con mantas de que estamos unidos, estamos pero hundidos. Atte Inconformidad Zeta”.

El mismo día pero en territorio de la comarca lagunera, otras mantas aparecieron en la vía pública donde se leía: “Para todos los grupos de amigos y enemigos el Z-40 sigue vivo esto no se acaba hasta que se acaba, esto esta estructurado y bien dirigido aquí no hay reacomodos ni nada el señor 40 sigue vivo hay grupo para rato somos un grupo sólido y unidos que ni el CDG, Chapos ni Michoacanos asustan el señor 40 vive”.

La propaganda surgió días después de que se supo lo de la probable enfermedad de Omar Treviño Morales, y de que se comenzara a mencionar el nombre de Alfonso Lam como uno de los posibles sustituto. En la confusión y el difundir versiones contradictorias, estaría la siguiente fase para menguar la moral de quienes integran los Zetas, dice otra fuente gubernamental consultada al respecto.

Como sea que se presente el relevo en la cúpula de la organización, su estructura quedó dañada no solo por la detención de su líder, sino por las “fugas” de información y los ataques que buscarían dividir a las células que tienen en distribuidas en varias regiones del país que aun dominan como Veracruz, Tabasco, Hidalgo, San Luis Potosí, Coahuila, Zacatecas y Tamaulipas.

Juan Veledíaz

@velediaz424

Estado Mayor