0 6 min 11 años

danpenaRío Doce.- El Tri es un desastre en la cancha, pero fuera de ella, son los mejores; jugadores se van de fiesta durante la Confederaciones

Penoso, tristeza, terrible, desagradable, con estas palabras podemos definir a la Selección Mexicana de Futbol en Brasil, durante la Copa Confederaciones.

Sin contar el resultado ante Japón, el Tri, ya eliminado de la justa, está en “el ojo del huracán” en todo el país y no por su pobre nivel futbolístico que han mostrado, sino por las noches candentes que vivieron algunos jugadores fuera de la cancha.

De acuerdo con el diario Reforma, algunos jugadores del Tricolor y además de algunas personas del cuerpo técnico, acudieron en tres ocasiones a un exclusivo table dance llamado Termas Centaurus, un spa en donde se ofrecen chicas.

De acuerdo con la nota, días después de su llegada a Brasil, el jueves 13, acudió un grupo de jugadores; para el sábado, previo al juego de Italia, lo hicieron personas del cuerpo técnico.

Y como si hubieran jugado bien ante Italia, tras el revés, por la noche, acudieron todos juntos al table dance.

La información fue confirmada por el cajero del establecimiento, por algunas chicas que trabajan ahí, así como de dos meseros y un afanador.

Algunos de los jugadores que visitaron el lugar fueron Giovani dos Santos, Andrés Guardado, Javier Hernández, Javier Aquino, Aldo de Nigris y el Maza Rodríguez.

“Ahí hicieron un desmadre. Andaban los chavos, la mayoría de ellos, divirtiéndose, como Aldo (de Nigris)”, dijo un aficionado mexicano que estuvo en el table dance en el momento que estaban los tricolores.

“Ellos (los seleccionados) llegaron el jueves por la noche y estuvieron hasta las cuatro de la madrugada del viernes”, dijo el mexicano. “(Javier) Aquino se subió con una muchacha de pelo negro y de piel blanca. Ellos ya se conocían desde antes. Ella presumía que lo conoció cuando tenía 17 años”.

Aunque en lo futbolístico para el Tri ha sido un desastre, la gota que derramó el vaso fue la publicación del columnista Ancelmo Gois, en el diario O Globo de Brasil, quien dio a conocer de las noches de fiesta de los mexicanos.

El periodista, en su columna, mencionó que fue un empresario brasileño quien le informó de la visita de los aztecas al antro.

Y no es la primera vez

Para la Selección Mexicana no es raro este tipo de escándalos, ya están acostumbrados, puesto que en varias ocasiones han estado en situaciones similares.

La más reciente fue en 2011, en Quito, en un amistoso ante Ecuador, previo a la Copa América.

Ahí, ocho jugadores metieron a sexoservidoras al hotel de concentración y por ello causaron baja. Ellos son Jonathan dos Santos, Israel Jiménez, Jorge Hernández, Javier Cortés, David Cabrera, Néstor Calderón, Néstor Vidrio y Marco Fabián.

Un año atrás, en septiembre de 2010, trece jugadores fueron sancionados por organizar una fiesta en un hotel de concentración en Monterrey luego del amistoso contra Colombia.

Carlos Vela, Efraín Juárez, Guillermo Ochoa, Francisco Javier Rodríguez, Carlos Salcido, Andrés Guardado, Gerardo Torrado, Pablo Barrera, Giovani dos Santos, Javier Hernández, Rafael Márquez, Enrique Esqueda y Héctor Moreno fueron los sancionados.

No lo acepta, pero no lo niega

Héctor González Iñárritu, director de Selecciones Nacionales, en rueda de prensa no aceptó, pero tampoco lo negó, las publicaciones de la visita de jugadores a un table dance en Brasil.

El dirigente explicó para el portal de mediotiempo.com, que la última semana ha sido típica, con tiempos para todo: entrenamientos, alimentación, descanso, reconocimientos de cancha y también ratos de esparcimiento.

Sin embargo, aclaró que no puede comprobar que fue mentira dicha información revelada por el diario O Globo.

“Yo no te puedo comprobar porque yo no tengo una cámara para seguir a todos los jugadores todo el día las 24 horas, yo te puedo decir que yo no tengo ningún reporte y yo confío en ellos”, afirmó.

EL ANTRO

— La entrada a Termas Centaurus cuesta 140 reales (70 dólares). La casona tiene tres pisos.

— En el primero hay un sauna, tinas y baños.

— En el segundo, una estancia a media luz con música y muchos espejos. Ahí está la mayoría de las mujeres.

— Una escalera conduce al tercer piso donde están los cuartos.