Diego Torres vuelve a la carga con nuevos documentos contra quien fuera su socio. Pero esta vez no son los habituales correos electrónicos, sino documentos confidenciales de Iñaki Urdangarin que apuntan a que el duque de Palma, una vez que abandonó el Instituto Nóos y la fundación de niños discapacitados, decidió en 2008 convertirse en comisionista en México. Y que lo hizo usando el nombre del Rey y las óptimas relaciones de la Casa del Rey y del propio Don Juan Carlos con el entonces presidente de aquel país Felipe Calderón y la visita oficial de este último a Madrid en junio de aquel año. Todo ello, mientras recibía cerca de un millón de euros de sueldo anual por su trabajo como consejero de Telefónica.
El letrado de Torres, Manuel Gónzalez Peeters, explicó que presenta estos documentos ante el juzgado de Palma de Mallorca para probar que Urdangarin, a pesar de los supuestos avisos de la Zarzuela para que dejara las actividades mercantiles, nunca dejó los negocios privados, incluso cuando ya nada tenía que ver con Diego Torres.
Según se deduce de la documentación aportada por el abogado y a la que ha tenido acceso este periódico, el yerno del Rey quiso convertirse en una suerte de conseguidor de negocios para empresarios españoles a principios de 2008, cuando dejó España tras su paso por el Instituto Nóos y la fundación Cultura, Deporte e Integración Social. Su gran cliente para la aventura mexicana fue Eugenio Calabuig, el responsable de Aguas de Valencia, quien ya consta en el sumario que pagó al duque 125.000 euros en una cuenta de Suiza por investigar posibilidades de inversión en Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda, Bélgica y Alemania.
Al margen de estas prospecciones, prometió a Calabuig abrirle negocios en los sectores de «agua pública, desarrollos turísticos y energía eólica» en México. El documento más comprometedor para el duque es un memorándum titulado «oportunidades de negocio en México. Informe de resultados de las primeras gestiones realizadas por don Iñaki Urdangarin», un informe que el yerno del Rey redactó en marzo de 2007 y remitió a Calabuig. En ese escrito, el duque no se anda con rodeos y plantea que la vía directa para abrirse camino en el país norteamericano es Don Juan Carlos. «Según nuestros colaboradores -detalla Urdangarin- los grandes proyectos de agua pública, desarrollos turísticos y energía eólica en México se mueven principalmente a nivel federal y, por tanto, la puerta es el mismo presidente de México, Felipe Calderón, con quien la Casa Real tiene muy buenas relaciones desde su visita a España».
Urdangarin, además, da a su cliente información privilegiada de la agenda de la Casa Real: «Está previsto un nuevo encuentro con él (con Calderón) en pocos meses en Zarzuela». El duque estaba perfectamente informado. El 11 de junio de 2008, el entonces presidente de México y su mujer estuvieron con los Reyes en la Zarzuela. En aquel encuentro, como se encarga de recordar González-Peeters con abundante material gráfico, participaron Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina, contra quien, una vez más, el letrado de Torres carga las tintas.
Entre la documentación que el letrado entregó ayer al Juzgado de Palma hay un segundo texto también delicado para el principal imputado del ‘caso Nóos’. Se trata de un informe de Neocity, una consultora mexicana de análisis financieros y lobby, fechado el 26 de febrero de 2008. Ese documento está firmado por la directora de esa entidad, Alicia Guajardo, y remitido al propio Urdangarin como «consejero de Telefónica Internacional».
Confidencial
En el escrito, la consultora pasa todo tipo de información confidencial, incluida una larga lista de direcciones, nombres y cargos influyentes, al yerno del Rey para tener los contactos para empezar a convertirse en comisionista en México. Las recomendaciones de Guajardo al marido de Cristina de Borbón son claras: «En los grandes proyectos interviene el Gobierno federal, al menos con una tercera parte del presupuesto de la obra. En este sentido, te comunico que es de suma importancia que si están interesados en México, la puerta sería el mismo presidente de México, Felipe Calderón». Menos de cuatro meses después de ese consejo, Urdangarin se vio con el jefe de Estado mexicano en Madrid.
La propia Guajardo advierte a Urdangarin de lo delicado de la información que le está pasando, en la que se nombran las personas que tienen en su mano abrir los negocios a los clientes del yerno del Rey. «Te pido igual discreción en el manejo de la información del primer párrafo de este documento. Cuenta conmigo con relación a la confidencialidad de la información. Sería conveniente conocer al grupo de inversionistas que mencionas y detalles más específicos de sus búsquedas, ya que me concentraré en grandes proyectos», explica la consultora.