ADN/EPM.- La industria puntera, el mundo del lujo y las casas reales viven al margen de la crisis. Los astilleros dedicados a las embarcaciones de lujo van a su ritmo y el astillero holandés Feadship se ha convertido en una referencia de ese otro mundo que está también en este. Tras la embarcación póstuma de del gurú tecnológico Steve Jobs, ahora ha puesto las bases de un verdadero barco del futuro en el que la principal novedad es la utilización del cristal para su construcción. Este astillero asegura que ha pensado que la embarcación sea para los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima.
El Feadship Royale, no es precisamente una embarcación fea, más bien es un ‘feat’ (en inglés, prodigio), al incorporar al proyecto de este casco de 86 metros de eslora y manga de 14 la transparencia del cristal en el casco. Los diseñadores han previsto una embarcación capaz de cruzar el Atlántico a buena velocidad (17 nudos), con interiores luminosos y modernez y lujo por los cuatro costados.
Aseguran sus diseñadores, según la prensa especializada, que la obra viva de la embarcación está pensada a medida de los reyes holandeses y sus tres hijas. Además de los espacios comunes y sus camarotes, cuatro cabinas más para otros ocho invitados. La tripulación permanente, 22 personas, también tendrán su espacio de pernocta. Pero lo raro es el cristal, algo que no aparece entre los materiales más utilizados en la construcción de barcos.
Campaña
“Por el momento solo es un concepto de diseño”, ha destacado el avispado director de márketing de Feadship, Farouk Nefzi. Pero las fotos ya han pasado de ordenador en ordenador en el sector náutico, anunciando la nueva era del cristal. Durante el pasado Salón de Mónaco, Feadship ya se lanzó a la conquista de financiación para hacer que su barco se convierta en el embajador del país en el mundo y lo del cristal es un reto interesante para la industria.
No solo la casa de Jorge Lorenzo en el Maresme hace alarde del cristal. Este material se consolida como referente del lujo en la estética del siglo XXI también en arquitectura y los diseñadores de barcos necesitan conquistar a las grandes fortunas con conceptos novedosos y sobre todo vistosos en las zonas de atraque, no en vano grandes negocios se hacen en las marinas más prestigiosas de Europa.
Viabilidad industrial
Feadship alardea de estar en condiciones para afrontar el proyecto con éxito. Vídrios de alta seguridad pueden mediante hornos gigantes doblarse a voluntad, asumir perfiles y uniones de viabilidad industrial y ofrecer una solución a las sensaciones claustrofóbicas que suelen imperar hasta en las embarcaciones más grandes. El esfuerzo de diseño quizá abra el camino a que el caravaning o la automoción investigue nuevas posibilidades más allá de los techos transparentes.
Seguridad
En el concepto de diseño destaca esa tercera planta, lo que en náutica consideran el roof o terraza, que se presentan en forma de cubo de cristal. También llama la atención el acristalado de los camarotes de proa, que permitirían en teoría hasta ver los juegos de los delfines mientras estos abren camino a la proa de la embarcación. Lo del garage en popa es algo ya utilizado en embarcaciones de este nivel, solo que en este caso es un verdadero pasillo con salida por estribor. Sobre seguridad, el astillero ha puesto muchas promesas en el lanzamiento de la idea, pero en la práctica este tipo de construcción elimina de un plumazo los avances anteriores en materia de construcción de doble y triple casco o las técnicas de insumergibilidad alcanzadas por otras embarcaciones mediante la inyección en el interior del casco de material de alta flotación (epoxis y demás). Para la familia real quizá esté bien, para el tranporte de pasajeros puede descartarse el diseño a primera vista.