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El cinco de diciembre Sonia León García no durmió en toda la noche. Soñaba con su hermana Nohemí Méndez Tovar. En la madrugada se despertó varias veces imaginando cómo sería, qué tendría que decirle. Todo lo que tendrían que platicar.

Las hermanas salvadoreñas se separaron cuando una tenía siete años y la otra nueve. Después de 39 años de no verse se reencontraron en Guadalajara, Jalisco, la noche del cinco de diciembre, luego de que el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM) encontrará a León García y facilitara el encuentro con su hermana mayor Méndez Tovar.

León García llegó a México después que murieron sus padres. Un tío se hizo cargo de ella, pero después la abandonó en Chiapas. De pequeña, pidió en las calles hasta que una familia mexicana la adoptó.

El MMM la ubicó en Guadalajara, Jalisco donde ahora vive y tiene dos hijos mexicanos. El encuentro fue muy emotivo. Las hermanas se abrazaron y lloraron.

“No me dejaste dormir. En toda la noche te pasé soñando” le dijo León García cuando abrazaba a su hermana.

León García dijo que no recordaba el rostro de su hermana porque cuando se separaron estaba muy pequeña. Méndez Tovar, en cambio, dijo que tenía intacto en su mente el rostro de su hermana pequeña.

El reencuentro de las hermanas, es el segundo de la novena caravana de madres de migrantes centroamericanos desaparecidos en México. El primero fue el de María Ávila, una hondureña de 77 años que se reencontró con su hijo José Armando Salgado, después de 19 años no verse.

La novena caravana tiene programado cuatro encuentros. Desde el pasado dos de diciembre 40 madres centroamericanas recorren 15 estados de la república mexicana, para buscar a sus hijos que se perdieron en México cuando intentaban llegar a Estados Unidos.