Cuauhtémoc Vilegas Durán/Objetivo7Data2
Tonalá, Jalisco.- La principal característica de las víctimas de las masacres en este municipio y en los demás municipios de México es, la pobreza.
Caminar por las calles de Jauja es, caminar entre en un abismo social que no se vé a simple vista y, por si fuera poco, esta localidad ocupa un lugar estratégico para los intereses del grupo criminal dominante en este estado ya que, desde estos lugares se bloquea a la ciudad cuando les detienen a algún miembro importante y buscan vengarse del Estado quemando camiones, trailers, unidades del transporte público y otros autransportes en las principales entradas carreteras para boquear la metropoli de Guadalajara, una ciudad de más de ocho millones de habitantes, la segunda más grande de México.
Basura en una calle de Santa Paula. Foto: Cuauhtémoc Villegas Durán.
La gente además, está acostumbrada a ver la muerte cotidianamente: se arrojan en estas calles cadáveres, a veces, mutilados, mientras los adultos justifican estas muertes y, los niños y, a veces, hasta los adultos, patean las cabezas cercenadas de los muertos como si fueran pelotas mientras llega la policía que, para estos casos, tarda hasta una hora en contestar el teléfono y en llegar a las escenas criminales donde, también, sólo se dedican a pisotear la escena del crimen. Eso sí, una hora tarde pero llegan a toda velocidad y con las sirenas prendidas haciendo aspavientos.
Para el fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís, esta última masacre que dejó 11 muertos aquí en Jauja, casi todos trabajadores de la construcción, existe una relación con dos carpetas de averiguación y sólo uno de los asesinados tenía antecedentes penales sin especificar ni la fecha ni el delito. Lo cierto es que, autoridades municipales y estatales de Jalisco se han visto envueltas desde que empezó la guerra en 2006 y aún antes, en constantes implicaciones con el crimen organizado que supuestamente apenas en diciembre pasado, mató al ex gobernador Aristóteles Sandoval, según la propia Fiscalía General del Estado de Jalisco, (FGEJ) que sólo encarceló meseros del bar donde fue el crimen y los dejó salir por menos de 200 dólares. Aquí operó el Cartel de Jalisco en tiempos de Pablo Escobar y desde al menos, los años ochentas, los criminales contaban con protección de autoridades locales y nacionales entre ellas, la Policía Secreta de la Secretaría de Gobernación (Segob) de la cual, los miembros importantes del cartel tenían acreditaciones y desde el Gobierno mexicano, asesinaron al periodista Manuel Buendía por dar a conocer que los jefes de aquel Cartel de Jalisco usaban charolas de la Secretaría de Gobernación enncabezada por Manuel Barlett, amigo y protegido del actual presidente de México. Era común ver al gobernador Enrique Alvarez del Castillo quien llego ser Fiscal General de la Nación con carlos salinas de Gortari, conviviendo en las discotecas con los capos del crimen organizado como Ernesto Fonseca Don Neto o Caro Quintero y hasta una sobrina de su sucesor en la gubernatura, Guillermo Cosío Vidaurri era la mujer de Caro Quintero, el líder histórico del cartel de Jalisco y del de Sinaloa, aquel que pagaba la deuda externa de México a cambio de su libertad.
Hace poco, en la localidad más cercana a Jauja, la colonia Santa Paula, se cometió otro multihomicidio que lastimó e indignó a los habitantes de la ciudad y de todo el país: masacraron a una familia dentro de su casa con granadas y armas de alto poder. Santa Paula es otra localidad de pobreza extrema donde se ve la basura acumulada en las calles sin que las autoridades del municipio hagan nada. Las calles estan invadidas en sus orillas de maleza y basura en vez de banquetas para que las personas caminen. Allí se arrojan los cadáveres también en bolsas negras para la basura.
A unos pasos de la casa de la masacre de Santa Paula se pueden ver a los jóvenes y niños jugando y conviviendo en la plaza principal con su pasto seco, llena de basura y en el ólvido de las autoridades.
“En la tabla 5 se muestra los datos actualizados a 2015 del porcentaje y número de personas en situación de pobreza, vulnerable por carencias sociales, vulnerable por ingresos y; no pobre y
no vulnerable en Tonalá el 37.3 por ciento de la población se encuentra en situación depobreza, es decir 203 mil 666 personas comparten esta situación en el municipio, así mismo el
24.9 por ciento (136,051 personas) de la población es vulnerable por carencias sociales; el 10.4 por ciento es vulnerable por ingresos y 27.4 por ciento es no pobre y no vulnerable.
Es importante agregar que en 2010 el 6.8 por ciento de Tonalá presentó pobreza extrema para el 2015 disminuyó a 3.9 por ciento, es decir 21 mil 008 personas (2015); por otro lado en 2010
un 31.9 por ciento de la población estaba en pobreza moderada (158,609 personas) y para2015 aumentó su porcentaje a 33.5 por ciento, en datos absolutos aumentó a 182,658.” (https://iieg.gob.mx/contenido/Municipios/Tonala.pdf)
Jauja tiene una poblacion registrada al año pasado de 5649 habitantes de los cuales 2771 son hombres y 2704 son mujeres, de estos 2177 tienen entre 0 y 14 años, la edad de un joven que venía de la tienda y fue víctima de las balas perdidas el día de masacre. 3,219 habitantes tienen entre 15 a 64 años y 103 personas tiene más de 65 años según los mismos datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La masacre motivó al gobernador Enrique Alfaro Anguiano hacer un vídeo para pedir la intervención federal y, aunque desde el día de la masacre, Tonalá esta patrullada por el ejército, ayer se anunció la llegada de 600 elementos del ejército y se hizo oficial que habrá patrullajes a pie y en vehículos en todo Jalisco, lo que contradice la promesa electoral del presidente Andrés mauel López Obradorde pacificar al país con la desmilitarización mientras el Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos de América se ha manifestado contra la militarización y la creciente ola de ataques letales contra periodistas que son agredidos y criminalizados por alcaldes, gobernadores, policías municipales, estatales y autoridades federales además de grupos del crimen organizado que atentan menos contra la libertad de expresión que los miembros del Estado mexicano.