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RíoDoce/Ismael Bojórquez.- Una de las cosas que quedaron claras en el juicio que se le hizo a Joaquín Guzmán Loera en Nueva York, es que no solo se estaba juzgando al capo de la Tuna, sino también a México, a policías corruptos, a militares que se han enriquecido protegiendo narcos, a altos funcionarios públicos, incluso a ex presidentes, aunque a éstos solo se les haya tocado de paso.

La detención reciente del ex secretario de Seguridad pública, Genaro García Luna, tiene todos los elementos de continuidad del juicio del Chapo. Incluso hasta por el hecho de que, estando la acusación en manos de un juez en la misma Corte en la que Guzmán Loera fue juzgado y sentenciado, ya detenido García Luna el caso fue designado para que lleve el juicio el mismo juez que le dio a Guzmán Loera cadena perpetua.

La semana pasada, la Corte señaló que el caso de García Luna, acusado de conspiración para tráfico de drogas y de falsedad de declaración, fue reasignado al juez Brian Mark Cogan y que el magistrado Raymon J. Dearie, que originalmente tenía el juicio, quedaba fuera. Esto fue a petición de los fiscales que presentaron la acusación, bajo el argumento de que Cogan ya estaba familiarizado con el caso, pues el nombre de Genaro García Luna había salido a relucir como cómplice del Cártel de Sinaloa, pues el testimonio de Jesús Reynaldo Zambada, el Rey, así lo sostuvo.

¿A qué juegan los gringos? Si de testimonios se trata, algunos de ellos —concretamente el de Dámaso López Núñez— involucraron durante el juicio al Chapo a su esposa Emma Coronel. Allí están las cartas que el Chapo le enviaba desde la prisión a su compadre Dámaso y que forman parte del expediente del llamado juicio del siglo. Pero la señora no solo no ha sido acusada, sino que se pasea por la Unión Americana, va de compras, participa en programas de televisión y, por si fuera poco, hace negocios allá.

Pero eso es cosa menor frente al caso García Luna, por supuesto. Los señalamientos de corrupción que le hizo el Rey Zambada parecen contundentes, pero sobre todo cayeron en un suelo fértil, pues desde hace muchos años hay elementos de sobra para pensar que, efectivamente, García Luna trabajó, primero como jefe de la AFI en la administración de Vicente Fox, y luego como titular de la SSP, con Felipe Calderón, para beneficiar al Cártel de Sinaloa. No solo para permitirles el trasiego de droga sino con apoyo policial en las guerras que Sinaloa libró contra los Zetas, el Cártel del Golfo y luego contra los hermanos Beltrán Leyva, que se escindieron a partir de la detención del Mochomo, en enero de 2008.

Nosotros lo vimos en Sinaloa muchas veces y lo publicamos. Hechos en los que sicarios de los Beltrán morían fusilados, pero que en los partes oficiales la Policía Federal informaba que habían caído en enfrentamientos. La Policía Federal a cargo de García Luna actuó, no tenemos ninguna duda, como uno de los Ejércitos del Cártel de Sinaloa contra sus enemigos. Y eso podrá salir a relucir en el juicio que se le prepara en Brooklyn, pero nada hará pagar al ex secretario las culpas que lleva a cuestas. Mucho menos las muertes de decenas de agentes que cayeron víctimas de una guerra que, sin ellos saberlo, estaba vendida de antemano por su más alto jefe a uno de los bandos. Por eso fueron acribillados los siete agentes federales en la colonia Aurora en mayo de 2008. Y los cinco de la calle Rosales ese mismo mes.

Durante el juicio contra García Luna, el gobierno norteamericano volverá a poner en el banquillo a México, como lo hizo cuando juzgó al Chapo. La pregunta es quién los juzga a ellos, a los policías corruptos, quién juzga a la DEA, al FBI, al ICE. Y a los altos funcionarios de ese país que aprueban “estrategias” que luego terminan en más violencia para México y más drogadicción para los Estados Unidos, como ha ocurrido hasta ahora.

¿Por qué García Luna negoció con el Cártel de Sinaloa? ¿No es mucha coincidencia que al mismo tiempo el Cártel de Sinaloa negoció con la DEA? ¿No quedó demostrado esto durante el juicio bajo llave de Vicente Zambada Niebla? ¿No acababa de estar Vicente Zambada con dos agentes de la DEA en CDMX cuando lo detuvo el Ejército?

Bola y cadena

LUEGO ¿POR QUÉ EL JUEZ COGAN acotó el testimonio del Rey Zambada e impidió que dijera que además de García Luna había sobornado también al presidente de México? ¿Se iba a referir a Vicente Fox o a Felipe Calderón? Porque eso ocurrió durante el juicio, según la crónica de nuestra reportera, Alejandra Ibarra. ¿Por qué no se permitió hablar durante el juicio del Chapo de los acuerdos que éste, el Mayo Zambada y Vicente Zambada tuvieron con la DEA antes del arresto del Vicentillo en CDMX?

Sentido contrario

TODO ESTO Y LA RELACIÓN DE García Luna con el Cártel de Sinaloa son parte de la misma ecuación. Aquí mismo caben operaciones norteamericanas para introducir ilegalmente armas a México, como Rápido y Furioso, pero a ellos nadie los juzga. Ahora el presidente Donald Trump se queja de que decenas de miles de norteamericanos mueren al año por consumo de opioides, principalmente Fentanilo, pero se olvida que los que exportan la droga desde México son los mismos que durante lustros han estado recibiendo apoyos de sucesivos gobiernos de su país.

Humo negro

NO ES UNA NOTA CUALQUIERA: el alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman, ha sido condenado por violencia política de género y acoso laboral, nada menos que por el Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa tras acreditarse que él, el cabildo y sus funcionarios conspiraron para acotar las investigaciones de la síndica procuradora Angelina Valenzuela Benites y obligarla a renunciar. Lea la Nota de Luis Fernando Nájera que viene en esta misma edición. No tiene desperdicio.

Columna publicada el 15 de diciembre de 2019 en la edición 881 del semanario Ríodoce.