Knight Center.- Sin pruebas en su contra, el periodista mexicano Jesús Lemus Barajas fue condenado a 20 años de prisión por cargos de narcotráfico y recuperó su libertad después de estar recluido tres años en un penal de máxima seguridad, según denunció la organización Reporteros Sin Fronteras.
Tras la experiencia, el periodista publica el libro“Los Malditos”, basado en las entrevistas que realizó a otros presos en Puente Grande, mejor conocido como el “penal de las estrellas”, donde se encuentran los convictos más célebres del país. De esa misma prisión escapó el narcotraficante más poderoso de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2001.
Lemus, director y fundador del periódico El Tiempo en La Piedad, Michoacán fue arrestado el 7 de mayo de 2008 en el estado de Guanajuato, en el centro del país. Durante el tiempo que pasó en prisión, tres de susabogados defensores fueron asesinados, de acuerdo con Radio Nederland. Fue liberado el 11 de mayo de 2011 debido a la falta de pruebas en su contra así como evidencia de tortura y amenazas durante los primeros días de su detención.
Lemus habló recientemente con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas sobre su libro y su experiencia en Puente Grande.
Lemus dedicó su tiempo en prisión para entrevistar a otros presos, haciendo anotaciones en las cartas que enviaba a su esposa y en papel de baño que le entregaba durante las visitas a la cárcel. Su objetivo era publicar un libro con entrevistas de los presos más célebres en México. “Yo sabía que iba a salir y que ese libro iba a ver la luz pública”, asegura. En tanto, el periódico El Tiempo dejó de circular debido al encarcelamiento de su fundador.
“En la cárcel, nadie habla de la violencia de la forma tan cruda que se publica en los medios”, agrega. “Lo que más me sorprendió de la cárcel es que los presos son muy solidarios y de que nunca se habla de violencia ni de criminalidad. Nadie habla tampoco sobre sus procesos penales”, dice. Lemus denuncia que sufrió maltrato físico y sicológico en la cárcel “pero lo más indignante es el trato humillante que dan a los familiares de los presos”.
Lemus dijo que logró salir de prisión porque cinco meses antes de su detención había alertado a la organización Reporteros Sin Fronteras sobre amenazas de muerte en su contra a raíz de sus investigaciones sobre vínculos entre el gobierno local y federal con organizaciones criminales. “Mi esposa notificó que yo estaba desaparecido y ellos activaron un protocolo para ubicarme”, dijo el periodista, quien fue arrestado ilegalmente antes de ser trasladado a la prisión.
Al ser liberado en 2011, Lemus y su familia abandonaron Michoacán para mudarse a la Ciudad de México donde el periodista sobrevive de colaboraciones y de las regalías de su libro.
El caso de Lemus es el más conocido de un periodista encarcelado en México por sus publicaciones “pero mi caso no es único”, dice Lemus, quien conoció a defensores de derechos humanos también encarcelados en la prisión de Puente Grande.
En 2012, el Centro Knight reportó sobre cuatro periodistas presos en México por cargos de narcotráfico y que trabajaban en el estado de Aguascalientes, al centro del país, pero Lemus pone en duda su culpabilidad. “Lo más fácil con los mentados testigos protegidos es incriminar a alguien de delitos graves”, explica.
Ahora en libertad, Lemus contempla la posibilidad de crear una publicación digital que emplee a otrosperiodistas regionales refugiados en la capital del país debido a las amenazas para ejercer la profesión en sus lugares de origen.
“Hacen falta medios más comprometidos con la verdad que con el dinero”, asegura este periodista sobre la situación de la prensa en su estado natal Michoacán, uno de los más afectados por el narcotráfico.