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Río Doce.- La guerra contra los cárteles iniciada hace diez años por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa ha arrebatado miles de bienes, drogas y armas a los cárteles, pero también la vida de víctimas inocentes, elementos militares y federales y decenas de personas desaparecidas y desplazadas de sus comunidades.

Desde diciembre de 2006, Calderón Hinojosa declaró la guerra contra la delincuencia organizada.

Días después de rendir protesta, el Gabinete de Seguridad Federal anunció una embestida contra el narcotráfico con el Operativo Conjunto Michoacán en el que desplegaron más de 7 mil efectivos en ese estado.

La estrategia estaba encaminada a recuperar los espacios públicos y reestablecer la paz, pero desató una lucha sangrienta entre el Estado y los cárteles.

A una década, los muertos, desaparecidos y desplazados que ha dejado esa lucha se cuentan por cientos de miles.

En Sinaloa el Gobierno Federal anunció un ataque frontal a los cárteles en mayo de 2008 después de que se registró una ola de enfrentamientos y desplegaron más de 2 mil 700 elementos con el operativo Conjunto Culiacán-Navolato, que más tarde se extendería a Guamúchil y Mazatlán.

En la lucha del Estado contra los cárteles han caído víctimas inocentes, pero para el Gobierno de Enrique Peña Nieto no existen.

En el reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional “Agresiones contra el personal militar”, disponible en su portal de Internet al que se accede después de seguir una ruta laberíntica para consultarlo, se dejaron de contabilizar las personas ajenas fallecidas durante las agresiones a soldados y también los presuntos agresores muertos y heridos en los tiroteos.

El reporte establece que durante la administración de Felipe Calderón murieron 40 víctimas inocentes.

A partir de 2012, la Sedena ya no lleva ese registro argumentando que el fuero militar no es competente para conocer los casos en los que existan víctimas civiles por violación de sus derechos humanos y solo contabiliza las bajas de soldados.

“La Secretaría de la Defensa Nacional no cuenta con información estadística sobre agresores civiles muertos, heridos, detenidos y personas civiles ajenas a los hechos, fallecidas durante las agresiones”, menciona el reporte.

De acuerdo con datos del Gobierno Federal, en la última década en México se han cometido 184 mil 682 asesinatos, de los cuales se estima que 91 mil 406 están relacionados con el crimen organizado.

En la década de la guerra contra el narco, decenas ciudadanos también han tenido que abandonar sus hogares por la inseguridad.

En México no existe un padrón de desplazados certero, solo aproximaciones.

La datos más recientes, dados a conocer por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en mayo pasado, señalan 34 mil 433 víctimas de desplazamiento forzado, pero organismos como la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos estima que son 267 mil las personas obligadas por la violencia a abandonar sus comunidades.

En Sinaloa, el Gobierno del Estado estima que la cifra más alta de desplazados fue de cerca de 5 mil personas en 2012, aunque organismos no gubernamentales señalan que fueron alrededor de 25 mil personas.

A los desplazamientos forzados, suman la desaparición de personas, principalmente en los estados que enfrentan los mayores problemas de narcotráfico.

El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o no Localizadas contabiliza 28 mil 917 personas desaparecidas desde 2007 a octubre de 2016.

El estado donde se registran más casos de desapariciones es Tamaulipas con 5 mil 563 personas, seguido del Estado de México con 2 mil 984, Jalisco con 2 mil 523 y Sinaloa con 2 mil 385.

La desaparición de personas se disparó en la última década pues hasta antes de 2007 se contabilizaban apenas 236 y desde entonces la cifra fue en aumento y a partir de 2010 son más de 3 mil desaparecidos por año.

En la guerra contra el narcotráfico las instituciones de seguridad también han tenido bajas, desde 2006 han muerto mil 442 elementos del Ejército, Marina y Policía Federal.

En Sinaloa se contabilizan 84 agentes de las fuerzas federales muertos en la lucha contra la delincuencia organizada, de los cuales 58 fueron en enfrentamientos y emboscadas.

La Secretaría de la Defensa Nacional registra en todo el país 3 mil 847 tiroteos entre militares y delincuentes con un saldo de 247 soldados y 2 mil 959 agresores muertos.

Además resultaron heridos mil 362 militares y 405 presuntos agresores.

En la relación de personal fallecido en la aplicación de la Campaña Permanente contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, la Sedena señala que de 2006 a 2016 murieron 490 soldados, de los cuales 247 por agresión con arma de fuego, 49 en accidentes aéreos, 31 ejecutados y el resto por otras causas.

En la entidad en ese periodo han muerto 62 soldados, de los cuales 36 fueron enfrentamientos.

Sinaloa es el segundo estado donde más militares murieron después de Tamaulipas donde fallecieron 118.

La Policía Federal ha tenido más bajas que el Ejército con 992 elementos muertos, de los cuales 445 fueron por arma de fuego.

Sinaloa es el cuarto estado donde se han registrado más bajas con 21 elementos asesinatos.

Entre las agresiones contra el Ejército y la Policía Federal, en Sinaloa ocurrieron de las más letales.

En el caso del Ejército el pasado 30 de septiembre la Sedena sufrió el peor ataque ha tenido desde que empezó la guerra contra el narco.

El saldo fue de cinco militares muertos, 10 lesiones y un paramédico de la Cruz Roja.

En mayo de 2008 la Policía Federal tuvo la que hasta ese entonces era la agresión más letal para esa corporación.

El enfrentamiento ocurrió en la colonia Las Vegas, en Culiacán y dejó un saldo de ocho policías muertos.

La agresión en la que más agentes murieron fue en julio de 2009 en Michoacán, donde asesinaron a 13 elementos.

Desde que Felipe Calderón declaró la guerra al narco, el Estado ha arrebatado millones de pesos en drogas, armas, efectivo, vehículos y aeronaves.

En el sexenio de Calderón Hinojosa decomisaron 9 millones 299 kilos de mariguana, 45 mil 983 de metanfetaminas, 13 mil 558 de pastillas sicotrópicas, 34 mil 633 de cocaína y 918 de heroína.

En efectivo aseguraron 327 millones 986 mil 571 dólares y 172 millones 858 mil 65 pesos.

Desde que empezó el gobierno de Enrique Peña Nieto decomisaron 3 millones 138 mil kilos de mariguana, 11 mil 664 kilos de cocaína, mil 124 de heroína, 82 mil 193 de metanfetamina, 52 millones 836 mil dólares y 150 millones 218 mil 223 pesos.

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