La fuga del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín, el Chapo Guzmán, dejó una deuda de nueve millones de pesos al Gobierno de Sinaloa.
Por el escape del Chapo del penal Altiplano, en julio de 2015, en el Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito se hicieron obras para evitar posibles evasiones de reos.
Esas obras todavía las contrató la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y hasta la fecha no las ha pagado.
Una de las obras fue tapar el túnel por el que en 2014 escaparon tres operadores del Chapo y tuvo un costo de un millón de pesos y la otra fue una zanja alrededor del reclusorio para detectar subterráneos cuyo costo supuestamente fue de ocho millones de pesos.
Ambas obras fueron solicitadas por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.tunel-penal-19
De acuerdo con el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, José Luis Sevilla Suárez, el Gobierno del Estado todavía debe esas obras.
“Se selló un túnel, el que pasa por debajo de un canal, se selló por instrucciones de la Secretaria de Seguridad Pública; posteriormente cuando fue la fuga del Chapo, la última que tuvo, se creó una sicosis en todo el país y nos pidieron a todo el país que consiguiéramos una empresa que pudiera poner una máquina para que hiciera una fosa alrededor (del penal) junto con tapar el túnel”.
“Tenían alerta de una fuga, entonces se pusieron a hacer esa fosa, yo lo entiendo; esas fueron las instrucciones, ellos manejaron la máquina dale y dale, todavía ya que la máquina no pudo excavar más, metieron una retroexcavadora, para irse más abajo hasta que ya vieron que no había nada y todo eso tiene un costo y ese costo pues se le debe a la constructora”, dijo.
Sevilla Suárez mencionó que será una de las deudas que dejará al Gobierno de Quirino Ordaz Coppel.
La actual administración, detalló, no tiene dinero para pagar y tampoco está bien documentado el adeudo debido a que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado no ha entregado los documentos con los que solicitó que se hicieran esos trabajos en el penal local.
“Lo único que queremos nosotros es que si no hay dinero, dejarle documentado al constructor la deuda para que pueda cobrar como toda gente humana, el Gobierno es institucional, nosotros pagamos deuda del gobierno anterior, ahí está el Hospital Oncológico que se pagó un monto de dinero porque la máquina no estaba pagada, así que la deuda que dejemos porque no hay dinero eso no es vergüenza porque lo menos es dejarle documentado a los constructores para que puedan ellos cobrar de manera correcta”, indicó.
Las zanjas millonarias
Una de las obras que no ha sido pagada es una zanja que se cavó en la parte del frente y por uno de los costados del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito.
Los trabajos iniciaron a finales de julio de 2015, días después de la fuga de Guzmán Loera.
La excavación fue para localizar posibles subterráneos que conectaran el penal con el exterior.
Esa obra, según Sevilla Suárez, tuvo un costo de ocho millones de pesos.
Los trabajos que realizaron solamente fueron cavar las zanjas y extraer la tierra.
De acuerdo con personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, para realizar ese trabajo se rentó una retroexcavadora que tuvo un costo de alrededor de 2 mil 500 pesos diarios y un camión de volteo.
Una de las fosas se hizo por el lado de la carretera Culiacán-Navolato, con aproximadamente 160 metros de largo, cuatro metros de ancho y diez de profundidad.
La excavación estaba entre la barda del penal y la cerca perimetral.
La otra zanja fue de alrededor de 400 metros de largo por cuatro de ancho y cinco de profundidad.
Dentro de esa zanja se hizo otra más, con la misma longitud, pero de alrededor de 1.5 metros de ancho y tres metros de profundidad.
Según personal de la SSPE, fueron alrededor de tres meses los que estuvieron las máquinas trabajando.
La zanja de la parte del frente fue rellenada de nueva cuenta y se usaron máquinas compactadoras.
La excavación más grande todavía permanece abierta y llena de maleza, ubicada en el exterior del penal, entre la cerca perimetral y la calle que conduce de la carretera Culiacán-Navolato, a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Policía Federal.
Relleno costoso
La otra obra que no se ha pagado y cuyo adeudo será heredado al nuevo gobierno, fue la destrucción del túnel que usaron para fugarse Adelmo Niebla González, el Señor o el G3, operador del Chapo Guzmán; y sus socios, Adrián Campos Hernández y Ramón Ruiz Ojeda, en 2014.
El pasadizo estaba aproximadamente a 15 metros de profundidad, medía alrededor de 600 metros de largo, tenía una altura de un metro y 1.70 metros en algunas partes y 80 centímetros de ancho.
El corredor comunicaba el módulo 5, donde estaban internados los tres delincuentes, con un predio localizado en la calle Luis Donaldo Colosio, en la sindicatura de Aguaruto.
Según la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, por el pasadizo solo cabía una persona.
Personal de la SSP consultado señaló que alrededor de dos meses después, el Agente del Ministerio Público de la Federación dio autorización para que se tapara por completo.
Fue entonces cuando personal de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno Estatal acudió a rellenar el subterráneo.