En el mundo del narcotráfico, dominado por hombres, Clara Elena Laborín Archuleta, conocida como la Señora, bien podría ser la excepción.
Río Doce.- Su nombre se escuchó por primera vez en la década de los 90, cuando fue coronada reina de belleza en Sonora, después se ligó al del narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, el H, con quien se casó en esa época, pero su fama realmente inició en 2014 al ser incluida en la lista de los delincuentes, la mayoría hombres, que lideran los cárteles de la droga en el país.
El mando del cártel de los Beltrán Leyva, de acuerdo con las autoridades, lo asumió a partir del 10 de octubre de 2014, fecha en que fue capturado su esposo, en un restaurante de Guanajuato.
De Miss Sonora a la Señora
Laborín Archuleta había dejado atrás las pasarelas de sus años de juventud para convertirse en la Señora, una mujer considerada entre los principales objetivos del gobierno federal, y a la que se le imputa la violencia que prevalece en Acapulco, donde las autoridades aseguran financia células afines a su organización criminal para disputar el control del puerto al Cártel Independiente de Acapulco.
Al frente de la organización criminal es la primera esposa de un capo que se conoce, que lo releva como líder de un cártel. Aun cuando no es la única reina de belleza que deja las pasarelas para casarse con un narcotraficante, como es el caso de Emma Coronel, esposa de Joaquín el Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.
Antes de su abierta participación en el mundo de las drogas, se dice que participaba en actividades de blanqueo de recursos del cártel, a través de empresas ubicadas en el país y el extranjero, algunas de las cuales operó a través de Guillermo Ocaña, un representante artístico y organizador de espectáculos de Televisa, quien fue detenido bajo el cargo de lavado de dinero en 2010.
Por dichas actividades estaba en la mira de la Procuraduría General de la República (PGR) desde 2005 y fue incluida en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en 2009.
La detención
A dos años de haber tomado la batuta de los Beltrán Leyva, la ex reina de belleza, también apodada “Osiris”, fue detenida en Hermosillo.
La madrugada del pasado 12 de septiembre, personal de la División de Investigación de la Policía Federal, la PGR-SEIDO, la aprehendieron sin detonar un solo disparo, según el informe oficial.
Le aseguraron dos kilógramos de cocaína y armas de fuego, junto a ella fue aprehendido Alan Contreras Sánchez, el Cha, identificado como su principal colaborador y encargado de coordinar las operaciones en Acapulco.
El operativo se realizó a partir de información que recabó el Cisen durante un año, de familiares y personas de confianza vinculadas a la ex Miss Sonora.
“Se pudo conocer el paradero de Elena ‘N’, identificada como quien encabezaba las operaciones de una organización delictiva con presencia en el estado de Sonora, así como de coordinar a grupos criminales afines que operan principalmente en el Puerto de Acapulco, Guerrero”, informó la Comisión Nacional de Seguridad.
En la rueda de prensa para informar el hecho, el comisario Omar García Harfuch, de la Policía Federal, indicó que para lograr la detención de Clara Elena se realizaron cateos en diferentes domicilios, lo que permitió realizar otras detenciones y desmantelar células de narcotraficantes en julio, en el puerto de Acapulco.
Héctor Beltrán Leyva asumió el mando del cártel que lleva sus apellidos, en 2008, luego que fuera arrestado Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo.
Secuestro y mensaje
Para la Señora, quien en la foto de su detención aparece con el cabello recogido, casi sin maquillaje, vistiendo pantalón de mezclilla, blusón floreado y botines cafés, el glamur de las pasarelas había quedado atrás.
La mujer, ahora de 52 años, observa hacia algún punto con la mirada perdida, mientras, custodiada por dos elementos, la fotografían.
Su imagen recuerda a otra publicada el 26 de abril de 2010, también en la nota roja de los diarios. En esa ocasión estaba sobre una banqueta de las calles De la Reforma y Luis Donaldo Colosio, a un lado de la Universidad de Sonora, en Hermosillo.
Fue dejada en ese lugar, atada de pies y manos, con el rostro cubierto con una venda blanca. Junto a ella se colocó una cartulina con un mensaje dirigido al H. Había transcurrido un año desde que la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la incluyó en sus listas.
“Nosotros te vamos a enseñar a ser hombre y a respetar a las familias, asesino de niños, Héctor Beltrán Leyva, aquí está tu esposa, por quien no quisiste responder, te la entregamos viva y sana para que veas y aprendas que para nosotros la familia es sagrada…”, se leía en la cartulina.
Había sido liberada de un secuestro, que se prolongó más de una semana. El hecho fue atribuido a Ignacio, Nacho, Coronel.
Héctor de Mauleón, en una columna publicada en 2010, en El Universal, señaló que Coronel afirmaba que el responsable del crimen de su hijo Alejandro, era Héctor Beltrán, el H, de quien buscaba vengarse.
Ese hecho, dio a conocer a la Señora a nivel nacional, aun cuando en el pasado había buscado los reflectores de las páginas de sociales.
Un reportaje de Emeequis del 27 de julio de 2012, narra que con ayuda del representante de espectáculos y de artistas, Guillermo Ocaña, con quien mantuvo una amistad desde los 90, organizó en 1999 una fiesta en el hotel Hyatt de Acapulco, a la que asistieron personas de la nobleza de otros países, artistas, actores y funcionarios de gobierno.
Clara Elena Laborín Archuleta, tenía una gran aspiración en la vida: “figurar en sociedad”. Por eso cuando conoció en los 90 a Guillermo Ocaña, un hombre del espectáculo y de Televisa, decidió hacerlo su principal acompañante. En marzo de 1999, la mujer sonorense pidió a Guillermo encargarse de la presentación de un spa de su propiedad en el hotel Hyatt de Acapulco. Debían estar todos, urgía la mujer de “Alonso”: medios de comunicación y “gente del medio”.
En el evento, Lucila Guillén, dueña de una agencia de relaciones públicas que también colaboró, declaró a la Siedo (hoy Seido), que acudieron conocidos personajes.
“… me parece que era primero el coctel en la alberca, en donde se presentó el espectáculo de ballet acuático; al término, del hotel pasaban a la playa donde fue el espectáculo del desfile de modas de la firma del diseñador Armando Mafud y la presentación del spa, a cargo de Guillermo Ocaña”, menciona en su declaración.
Al finalizar, agregó, “se realizó un espectáculo a cargo de la hija de Lola Beltrán. Las personas que recuerdo acudieron al evento, por invitación mía, por la de Guillermo Ocaña y de Clara, pero esos eran los menos, éstos eran Eugenio Derbez, Sara Bustani, Karla Alemán y su esposo; el diseñador Héctor Terrones, me parece que el presidente municipal Manuel Añorve, entre otras personas”.
En esa fiesta, de acuerdo con el testimonio, el esposo de Clara Elena, quien se hacía llamar Alonso Rivera Muñoz y se presentaba como ingeniero, mantuvo un perfil bajo.
“Estaban la baronesa de Portanova y su marido; acudió el que era embajador de Francia, Bruno Delaye; los propietarios del hotel, los señores Saba; la señorita Lolita Ayala, la juez Margarita Sotomayor; el presidente del patronato Acasida, el señor Esteban, medios de comunicación, en total eran 650 gentes… ha sido uno de los eventos más grandes a los que he asistido en mi vida”.
La ex reina de belleza y líder del Cártel de los Beltrán Leyva, no logró llegar a las páginas de sociales, como era su intención, pero sí ha aparecido en constantes ocasiones en las notas rojas de los diarios, cuando decidió dejar el cetro y la corona, para formar parte del mundo del narcotráfico, en el que son contadas las mujeres que se vuelven cabezas o son pieza importante de grupos delictivos, como Sandra Ávila, la Reina del Pacífico, y Enedina Arellano Félix, quien lideró el cártel que lleva los mismos apellidos, luego de la detención y/o muerte de sus hermanos.