El crimen organizado mantiene el control sobre la trata de personas y la aprovecha no solo para la prostitución o pornografía, sino para el traslado de drogas, cultivo de enervantes y otros giros delictivos, que se configuran como una esclavitud moderna, igual que los jornaleros agrícolas, afirmó Siria Gastélum Félix.
La consultora externa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), periodista con experiencia en medios internacionales y además culichi, manifestó que el gobierno mexicano, como muchos en el orbe, tiene un discurso de avanzada sobre la trata de personas, pero en los hechos hay atraso y poca atención, prevención y estudio acerca del problema.
—¿Qué papel juega México en el fenómeno de la trata de personas?
—México es país de origen, destino y tránsito de la trata de personas y además aquí se da en diferentes modalidades, hablar de trata de personas es hablar de gente que es traficada para trabajos forzados, para la prostitución, en el servicio doméstico. Hay diferentes modalidades, pero también muy particulares que solo se ven en México y América Latina.
“A nivel internacional México se ha distinguido por estar por lo menos interesado en el tema, en modificar legislaciones. Ha habido cambios importantes a nivel internacional sobre la tata, pero el tema es el mismo, ¿cómo se traducen estos cambios en el combate a la trata?, en la realidad, pues claro que no. Una cosa es la ley y otra que se aplique.
“Cuando México está en foros internacionales se alcanzan acuerdos y se impulsan leyes, reformas, pero en lo personal veo poca respuesta a esos casos legislativos, que se pueden contar como un avance. En realidad seguimos viendo expresiones de esclavitud moderna en este país y es muy evidente, en las calles sabemos de ellas a través de los medios.
—El gobierno mexicano tiene disposición o se resiste?
—Cuando se ve desde afuera, en las propuestas que lleva el gobierno mexicano a la ONU se ve disposición. Ha sido de los pocos que ha incorporado campañas a nivel internacional, que las ha adoptado, por lo menos así se ve. Pero cosas que se traduzcan a nivel operativo, pues todavía falta mucho qué hacer. Pero decir que México no hace nada contra la trata de personas, pues ¡híjole! ningún país, ninguno está exento y ninguno puede decir que está trabajando duro contra la explotación moderna, la esclavitud.
Estadísticamente, Estados Unidos es el país que más trata de personas tiene, porque también tiene una tradición de llevar sus números mejor que los países de American Latina o África, pero cada país tiene diferentes modalidades, y en todos lados está mal atendida, escondida. Es un tema deprimente.
Gastélum Félix, quien ha realizado estudios sobre este tipo en otros países y a nivel internacional, manifestó que en los últimos años se ha avanzado mucho en legislar contra la trata, pero es una legislación federal que no está aplicada, y no se traduce en legislación estatal ni en inversión para capacitación de la policía, para identificar casos en la frontera, además de que está superligado con el tráfico de migrantes.
“Entonces no te basta más que ver la frontera sur para darte cuenta de lo mal que estamos, ligada con todo el crimen organizado. Aunque Estados Unidos saca todos los años el reporte y dice a los países ‘tú te portaste bien y tú te portaste mal’, y en ese reporte deja los avances que México tiene, son los mismos grupos del crimen organizado que utilizan la trata como una de sus modalidades de negocios, para producir y traficar drogas. Entonces en ese tema no puedo decir que hay avances o soluciones; se ve una disposición de legislarlo, de entrar al diálogo global, pero en realidad para traducirlo en inversión, educación, atención a las poblaciones vulnerables, a la frontera sur… todavía falta muchisisísimo”.
—Si está vinculado con el tráfico de drogas, y si hablamos de crimen organizado, estamos involucrando necesariamente al Estado, ¿ustedes ubican al gobierno metido en este fenómeno?
— Pues ha habido casos. Obviamente a nivel federal te digo, se nota, ha habido una expresa disposición para adaptar la legislación, entablar diálogos, acuerdos regionales, etcétera, pero hay muchísimos ejemplos de participación de autoridades locales, policiacas, y claro que cuando hablas de esto a nivel federal puedes decir cualquier cosa, pero el problema es a nivel local, estatal, que son las autoridades que mandan en cómo se reparte el poder y la justicia día a día.
—¿El narco ha agravado, ahondado, el tema de la trata de personas?
—Parece ser que sí, en México. La trata ha sido utilizada como una avenida más para fortalecer el narco, expandir los negocios, el uso de los esclavos para que produzca, o simplemente el hecho de que no te den a escoger, es tratarlos como esclavos: o te mueres o te vas. Es esclavitud, pero no le llamamos así. Ha aumentado la esclavitud porque están documentados, a mucha gente no le ha quedado otra. Se puede decir que se ha aumentado las anécdotas de estos casos pero no hemos podido ir más allá porque no hay números.
—Es lo que pasa con los jornaleros agrícolas, que no pueden irse de su trabajo porque les pagan hasta el final de ciclo.
— Eso es esclavitud moderna o explotación con fines de trata de personas.
—¿También eso se ha agravado?
—No sé, porque finalmente siempre ha estado la explotación de los indígenas en los campos. Es un problema tan viejo como la industria y la agricultura, pero no hay estadísticas, no hay datos confiables porque ni las autoridades se han encargado de invertir en analizar de manera real el fenómeno y porque los medios no la ven o no saben cómo verla o son historias del crimen organizado y ya no se cubren.
“Por lo general, tenemos la idea de que la trata de personas es prostitución e industria de la pornografía, cuando en realidad estamos hablando de temas que tenemos cerquita, en los campos agrícolas, la producción de estupefacientes, pero no lo reconocemos como esclavitud y estamos llenos de esclavos en Sinaloa, ¿cuántos? pues quién sabe.
La joven periodista, quien en 2005 se ganó un Emmy por su documental El pulque, la bebida de los dioses, manifestó que a nivel mundial se toma más conciencia sobre cómo las maquiladoras tratan a sus empleados, y preguntan de dónde viene tal comida, el chocolate o la fabricación de cierta marca de ropa, como la H&M, pero el tema de la trata no deja de ser nuevo para muchos.
“La gente ha escuchado que hay trata de personas pero es un tema nuevo, debe tener unos diez años. Antes de que se iniciara esto que se llama el Protocolo de Palermo, en el que todos los países se sentaron a discutirlo, y lo suscriben, entonces están obligados a combatirla, y esto fue hace poco más de diez años. Ahora hay campañas, recogen información, elaboran diagnósticos, pero en realidad el combate es un tema muy nuevo. Más bien, vamos empezando”.