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Emma Leyva/Río Doce

“A Julio Scherer García le tocó hacer periodismo en un país donde la mayor parte del periodismo, no sólo en la prensa escrita sino también en la radio y la televisión, se ha hecho muy apegado a los intereses del poder”.

El director de Ríodoce ofreció una charla titulada “Julio Scherer y el periodismo”, como parte de la Semana Cultural “Gabriel García Márquez” en ésta, su décimo tercera edición en Recoveco, Mocorito.

“No murió un hombre común y corriente. A mí no me gusta hacer apologías de los hombres, somos muy imperfectos, como mortales cometemos muchos errores y el periodismo que yo practico en Ríodoce me lo impide, pero en este caso quiero hacer una excepción, por la importancia de Julio Scherer en la vida política, cultural e histórica del país”, dijo.

Ismael comentó sobre los inicios de Scherer en el mundo periodístico, indicó que a partir de la entrada de Scherer como director del diario Excélsior, en agosto de 1968, inicio una nueva etapa de actividad periodística en México, hasta su salida en 1976; la cual considera que fue la mejor época del diarismo en el país.

Como parte de la conferencia, dirigida a maestros y a los jóvenes alumnos del plantel CBTA 133, relató algunas anécdotas.

“En una ocasión –dijo- Vicente Leñero le preguntó a Scherer qué si se creía muy chingón, y él le contesta que sí. ¿Pero chingón, chingón? insiste Leñero. Sí, reitera Scherer. Entonces le pregunta ¿si estuviéramos haciendo periodismo en Suiza, serías chingón?, Julio Scherer se río nada más y entendió porque se le estaba diciendo.

Ismael, expuso que el contexto en el que se encontraba el país cuando Scherer inicio con su quehacer periodístico fue lo que dio parte de los elementos para que él hiciera ese gran periodismo.

Lo demás fue la convicción sobre el oficio, la pasión, el respeto por los lectores, la ética, la búsqueda del dato que se esconde-

“No solamente hizo un periodismo de confrontación con el poder, de denunciar las fechorías del poder sino también aportó mucho a la información cultural”, enfatizó.

Destacó el carácter distintivo de Scherer y su personalidad compleja “era un hombre de carácter. Lo mismo podía agradecer la belleza de una crónica, la estricta redacción de un reportaje, el dato preciso de una nota que recordarle la madre a un reportero si no hacia las cosas bien” dijo.

Bojórquez Perea abordó la situación de México con la actual presidencia de Enrique Peña Nieto, indicando que en su principio fue un presidente con rangos normales de popularidad, lograba cierto consensos y de repente: Ayotzinapa. Y entonces nos dimos cuenta que lo era este país, ya lo sabíamos, pero parte de esa realidad estaba soterrada.

Señaló que a partir de ese suceso el presidente se derrumbó y lo que tenemos ahora es una caricatura de presidente, una parodia de presidente.

“Si nosotros nos plantamos frente a la televisión y vemos a Enrique Peña Nieto dando un discurso, parece que estamos viendo una película; ha perdido toda credibilidad”.

“¿Cómo puede pararse Peña Nieto ante cualquier público y hablar de ´normalidad democrática´, de ´desarrollo del país´ después de que 43 muchachos, estudiantes como ustedes, de su edad, fueron desaparecidos y, seguramente, a estas alturas, asesinados?”, comentó.

Subrayó que estos contextos son los que dibujan y hacen al país, que durante décadas ha sufrido lo que algunos intelectuales han llamado la dictadura perfecta.

“Son estos contextos los que le dan razón al periodismo que practicó durante toda su vida Julio Scherer y son los contextos que le dan razón al periodismo que muy modestamente estamos haciendo en Ríodoce”, puntualizó.