BOGOTÁ, 27 Jul. (Colprensa/EP) .- El congreso colombiano tiene sobre la mesa el proyecto de ley que regulará el uso del cannabis con fines medicinales cuando las investigaciones científicas comprueben resultados eficaces en el tratamiento de enfermedades crónicas.
Esta medida ha levantado una enorme polémica en un país con una dilatada historia de conflictos relacionados con las drogas. De hecho, la extendida política prohibicionista sobre las drogas, dirigida principalmente a la penalización de los usuarios, ha demorado el inicio de un debate claro sobre los efectos y beneficios de la marihuana en la salud y sobre estrategias efectivas de prevención del consumo.
Un tema espinoso en la sociedad colombiana ya que no se trata simplemente de importar un modelo extranjero sobre el uso medicinal de la marihuana, sino que se considera fundamental reconocer las características particulares de Colombia, el perfil epidemiológico de sus habitantes, las condiciones de cultivo y producción interna, así como las recientes estadísticas de consumo a edad temprana, para desarrollar un modelo propio, a partir de datos clínicos y científicos obtenidos en el territorio nacional.
Por otra parte, en Colombia no le restan importancia a los avances de la comunidad internacional sobre la marihuana terapéutica, ya que está comprobada su eficacia en el mejoramiento de la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer, la artritis, glaucoma, síndrome de Tourette, el SIDA, diabetes, epilepsia y otras enfermedades poco estudiadas, como la fibromialgia.
Además, el argumento a favor del cannabis es que numerosos estudios que se han realizado sobre el nivel de dependencia que genera, la define la menos adictiva comparado con otros productos como la cafeína, la cocaína, el alcohol, la nicotina o la heroína.