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Ni el Vicentillo ni La reina del Pacífico aparecen en el sistema de prisiones de EU
Reportaje/foto: Río Doce 

El paradero de Vicente Zambada Niebla se ha vuelto un misterio, puesto que mientras documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) aseguran que se encuentra recluido en la Penitenciaria de Milán, a 45 millas al sur de Detroit en el estado de Michigan, el sistema de la Oficina Federal de Prisiones (BOP) no lo ubica en esa prisión ni en ninguna otra.

“Me ha sido imposible localizar a ese individuo en nuestro sistema, y por consiguiente, en esa prisión”, indicó Chris Burke, vocero del BOP en Washington.

El Centro Nacional para la Localización de Presos tampoco tuvo suerte para ubicar a Jesús Vicente Zambada Niebla, lo que levanta una tela de dudas respecto a dónde realmente se encuentra recluido el Vicentillo, encarcelado originalmente en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago (MCC), aunque desde octubre de 2011 habría sido transferido a Milán, una prisión de mínima seguridad.

Respecto al paradero de Zambada Niebla, el DOJ dijo que no comentarían sobre el lugar exacto dónde se encuentra y no confirmó si el Vicentillo realmente se encuentra en la prisión que las autoridades estadounidenses dicen que está.

 

Sandra Ávila, otro caso

La extradición de narcotraficantes a Estados Unidos, se ha vuelto cada vez más común, pero también desaparecen del sistema carcelario, de modo que solo los gobiernos mexicano y estadounidense saben dónde realmente se encuentran.

Es el caso de Sandra Ávila Beltrán, conocida como La reina del Pacífico, arrestada en septiembre del 2007 en la Ciudad de México, y extraditada a Estados Unidos en agosto del 2012.

Al igual que el Vicentillo, no existe ningún dato oficial que sugiera que Ávila Beltrán realmente se encuentre recluida en una cárcel de Miami, donde enfrenta un juicio penal en una corte federal por tráfico de drogas.

Los datos de la Oficina de Prisiones de Estados Unidos no arrojan información sobre ella, aunque el juicio en su contra existe, incluso, en los documentos oficiales aseguran que se encuentra recluida en el Centro de Detención de Miami.

Es la misma historia ocurrida con Javier Torres Félix, con el Güero Palma, con Osiel Cárdenas, cuyos casos fueron sellados y todo el proceso fue realizado a puertas cerradas.

Verdades blindadas

Dane Schiller, periodista del diario The Houston Chronicle, señaló a Ríodoce que en este tipo de situaciones, que incluye además la práctica de juicios a puertas cerradas y acuerdos secretos hechos entre traficantes de droga y el DOJ, obedece a que el Gobierno no desea que se ventilen ciertas situaciones.

“Esa es la razón: el Gobierno simplemente no quiere que el mundo sepa la verdad de algo que les puede afectar”, preciso Schiller, uno de los periodistas más respetados en cuanto a temas de narcotráfico se refiere.

Y agrega: “La realidad es que se ha vuelto muy común que el Gobierno selle casos, omita información, esconda evidencias porque no le conviene que la opinión pública conozca la verdadera historia de lo que realmente ocurrió, como tampoco de los acuerdos que se hacen a puerta cerrada”.

Información revelada durante el juicio, señala que Zambada Niebla acusó directamente al Gobierno de Estados Unidos de prometerle “inmunidad” a cambio de información, incluso el DOJ reconoció que agentes de la DEA se entrevistaron con el Vicentillo horas antes de ser arrestado, en 2009.

Como contraataque a esas acusaciones, los fiscales del caso revelaron que elVicentillo, junto con Joaquín el Chapo Guzmán, Ismael el Mayo Zambada y otros integrantes del cártel de Sinaloa, habrían planificado destruir un edificio público en la Ciudad de México, en respuesta a los “golpes” que la organización estaba recibiendo.

Tras aquellos primeros encuentros de acusaciones, tanto la defensa como los fiscales del caso bajaron la guardia en espera del inicio del juicio, en donde se haría toda la presentación de pruebas, incluyendo la presentación de agentes encubiertos de la DEA, testigos protegidos y grabaciones de los supuestos encuentros que hubo en su momento.

“Va a ser una guerra fuerte, porque se enfrentaría Estados Unidos contra una de las organizaciones más poderosas del mundo”, consideraron fuentes familiarizadas con el caso.

No obstante, según ha señalado la defensa, el juicio acabará en las audiencias preliminares del caso, ya que la información que se tiene es tan fuerte, que el Gobierno de Estados Unidos eventualmente tendrá que bajar la guardia.

“Este caso ni siquiera llegará a un inicio de juicio, va a terminar antes y Zambada Niebla tendrá que ser liberado”, sostuvieron abogados de Zambada Niebla.

Hasta la fecha, el juez Rubén Castillo no ha precisado cuándo dará inicio el juicio y lo último que aconteció fue que la defensa de los otros dos implicados que forman parte del expediente en donde se acusa al Vicentillo, solicitaran ser juzgados por separado.

Testigos protegidos

La posibilidad de que Zambada Niebla llegue a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos parece casi inminente, observan algunos expertos. Ocurrió con Osiel Cárdenas Guillén, con Benjamín Arellano Félix, con Héctor el Güero Palma. Al final del día, con todos ellos el gobierno del Tío Sam negoció.

La defensa ha repetido que no comentaría al respecto. Lo cierto es que ya han pasado tres años desde que el Vicentillo fue extraditado a Estados Unidos, y la fecha de inicio de juicio parece cada vez más confusa.

Aunque bien puede ocurrir que Zambada Niebla se acoja al programa de testigos protegidos, aun cuando el Gobierno mexicano ha dicho que evitará que personas que han sido extraditadas se protejan bajo ese programa.

“Estamos en desacuerdo porque ello permitiría a personas a vivir en otras partes, con protección e identidades nuevas y no pagarían sus actos”, sostuvo hace meses antes de dejar su cargo, la exprocuradora Marisela Morales Ibáñez.

A mediados del 2012, la PGR reveló que la falta de garantías y desconfianza en la justicia mexicana había influido para que los delincuentes decidieran acogerse al programa de testigos protegidos de Estados Unidos, motivo por el cual esa nación encabeza las investigaciones contra criminales mexicanos, funcionarios y ex servidores públicos que guardan presunta relación con actividades ilícitas.

De acuerdo con información publicada por el diario La Jornada, Estados Unidos tiene un censo de 50 testigos protegidos, distribuidos en diferentes partes de su país, y en México, entre ellos Humberto Loya Castro, quien aparentemente habría conectado a Zambada Niebla con los agentes de la DEA, horas antes de ser arrestado.

Loya Castro se habría convertido en informante de la DEA luego de negociar con ellos en 1995, y eventualmente se convertiría en el principal puente entre el Gobierno de Estados Unidos y los líderes del cártel de Sinaloa, según se reveló durante el juicio.

Pero tras el arresto del Vicentillo, el 17 de marzo de 2009, la relación se fracturó y Zambada Niebla consideró que había sido traicionado y que la prueba estaba en esos encuentros que sostuvo con los agentes de la DEA, y que por tanto estaba actuando con “autoridad pública”.