“Él no es un juez corrupto, es una persona seria y honesta”, opina vecino del juez de Control cuya vivienda fue balaceada por personas desconocidas la madrugada del 11 de junio, en el fraccionamiento Bahías de Mazatlán.
“Pero los impactos de bala en la pared de su casa son una prueba evidente de que está amenazado de muerte”, asegura el ciudadano que pidió no mencionar su nombre.
En el frente de la casa blanca de dos pisos ubicada con el número 322, por las calles Bahía Mazatlán esquina con Bahía San Sebastián y/o calle Los Claveles, del fraccionamiento Bahías de Mazatlán, una placa presume el “blindaje”: “Protección total las 24 horas del día en tu sección; exige que la empresa que te cuida esté registrada y vigente; no arriesgue su patrimonio”.
En dicha casa, al parecer propiedad del Juez de Control y Enjuiciamiento Penal de Sinaloa, Marco Antonio “N”, en la que por lo menos desde hace 20 años había vivido en sana paz, ocurrió una violenta paradoja: la madrugada del jueves 22 de junio, sujetos armados habrían disparado balazos de arma calibre 45 mm.
El juez vive o vivía en un conjunto habitacional distribuido en las calles Bahía Mazatlán, Bahía San Sebastían y Bahía San Carlos, “abrazado” entre la Carretera Internacional México 15 y las avenidas Santa Rosa y Anaxágoras, junto a la Ley del Mar, casi frente al fraccionamiento Jacarandas.
En la sección donde habita o habitaba el juez de Control, —pues para poner a salvo su integridad y a su familia, puso tierra de por medio—, los “ojos” de las cámaras de video, parecen vigilar las 24 horas del día, y desde los postes de líneas telefónicas o paredes, algunos carteles advierten: “vecinos en alerta”.
La casa blanca solitaria que albergaba al juez, parece un barco abandonado en la Bahía Mazatlán.
Cuando Ríodoce tocaba la puerta de la casa del ausente funcionario del Estado, para preguntarle su percepción sobre el hecho de que los presuntos agresores no hayan preferido disparar al barandal de cristal de su balcón desde donde apreciaba el área verde del fraccionamiento, un vecino partidario de la versión del atentado de muerte, bosquejó el perfil instantáneo del juez.
“Él no es un Juez corrupto, es una persona seria y honesta”, aseguró.
La otra versión del atentado asegura que fueron las “balas de la casualidad” los que impactaron el muro de la vivienda del juez de control, pues si los supuestos agresores quisieran enviarle un mensaje, habrían dirigido sus proyectiles a las ventanas o los lujosos cristales del barandal de su balcón.
Al margen de la versión anterior, según información publicada en algunos medios de comunicación, el juez de control tenía un escolta de seguridad personal debido a que había recibido dos amenazas de muerte.
“(Pero) sin previo aviso el subdirector de coordinación de Servicios de Protección de la Zona Sur en Mazatlán, se lo retiró, por lo que hizo responsable de lo que le suceda a él y su familia”, habría denunciado el funcionario jurisdiccional.
Hechos y dichos del presunto atentado
—Según el glosario Justicia y Seguridad del Instituto Mexicano para la Competencia (Imco), el juez de control es una autoridad jurisdiccional que interviene desde el inicio del procedimiento y hasta que se emite la resolución que da inicio al Juicio Oral. Este juez se encarga de velar por la legalidad y el respeto a los derechos fundamentales de las partes y realiza diversas diligencias en las dos primeras etapas (de investigación e intermedia) del proceso.
—Serían las 3:20 de la madrugada del jueves 22 de junio, cuando la pared de la casa ubicada con el número 320 de la calle Bahía Mazatlán, recibió impactos de balazos de arma de fuego calibre 45 mm. No hubo ninguna persona herida, porque los proyectiles impactaron en el muro protector de la vivienda.
—El 14 de junio, el juez de Control, habría denunciado que recibió dos amenazas de muerte, motivo por el cual contaba con un guardia de seguridad, pero sin previo aviso, se lo retiraron, pese al peligro inminente.
—Peritos y agentes de la Fiscalía General del Estado, levantaron nueve casquillos percutidos de arma calibre 45 mm., además de entrevistar a los moradores de la casa cuya pared fue baleada.
Artículo publicado el 25 de junio de 2023 en la edición 1065 del semanario Ríodoce.