Fuerzas Especiales de Reino Unido han operado en secreto en 19 países
Un informe de la ONG Action on Armed Violence denuncia el uso secreto de las Fuerzas Especiales de Reino Unido, en países como Ucrania y Siria, entre otros.
Murray JonesJueves, 25 Mayo, 2023
Las fuerzas especiales de Reino Unido han operado en secreto desde 2011.
Participaron en conflictos internacionales sin aprobación del Parlamento de Reino Unido.
Por Murray Jones and Iain Overton
En los últimos 12 años, el Servicio Aéreo Especial, (SAS, por sus siglas en inglés) y otras fuerzas especiales del Reino Unido han intervenido de manera encubierta en 19 países de acuerdo con un informe de la ONG Action on Armed Violence. Entre los países donde han intervenido figuran Nigeria, Filipinas, Rusia, Siria, Ucrania y, más recientemente, en Sudán.
En el informe de Action on Armed Violence, se revela que las Fuerzas Especiales de Reino Unido (UKSF) se han desplegado operativamente en al menos 19 países en la última década, lo que genera dudas sobre el grado de transparencia y consentimiento democrático bajo el cual operan estas unidades en la sombra.
Los otros países donde también ha habido operaciones activas son Afganistán, Argelia, Estonia, Francia, Irán/Omán (Estrecho de Ormuz), Irak, Kenia, Libia, Malí, Mediterráneo (Chipre), Pakistán, Somalia y Yemen. Hay otros seis sitios donde las Fuerzas Especiales de Gran Bretaña han entrenado a fuerzas extranjeras o donde se han basado antes de lanzarse a otro país. Éstos son Burkina Faso, Omán, Jordania, Arabia Saudita, Turquía y Djibouti.
Otros siete lugares conocidos por haber sido utilizados por las fuerzas especiales británicas para sus propios ejercicios y capacitación son Albania, Malvinas, Gibraltar, Belice, Brunei, Malasia y Canadá, aunque es probable que haya otros sitios donde han operado, especifica la información de la ONG.
La organización también detalla las operaciones, la evidencia y los antecedentes de estos despliegues hostiles, y señala que además, la UKSF opera en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, y que estos cuatro países no están incluidos en el informe.
Si se sumaran todos los países en los que las fuerzas especiales del Reino Unido han operado (incluido su propio entrenamiento), habría 36 países a los que se han enviado sus tropas sin la aporbación del Parlamento.
Las misiones de las Fuerzas Especiales del Reino Unido (UKSF) que son informadas con regularidad han sido enviadas a Ucrania, Siria, Yemen, el Estrecho de Ormuz entre Irán y Omán y Libia. Los soldados británicos son enviados a participar en conflictos internacionales en estos países, con la misma opacidad, sin ninguna aprobación parlamentaria del Reino Unido.
En el caso de Siria, el Parlamento votó explícitamente en contra del envío de tropas en 2013. Sin embargo, la prensa ha informado sobre docenas de misiones de la UKSF en la última década.
Una década de operaciones en todo el mundo
Entre triunfos y tragedias, se ha informado que unidades como el Servicio Aéreo Especial (SAS) han estado detrás del asesinato deliberado de ciudadanos británicos en Irak y Siria, el presunto encubrimiento de múltiples asesinatos de civiles afganos inocentes, incluidos niños, así como la subcontratación de Agentes de la UKSF para el MI6 a fin de garantizar la negación de las misiones de matar o capturar en Yemen, y la lucha en conflictos en los que los líderes tribales yemeníes aliados han coaccionado a los niños soldados, e incluso un trágico incidente de fuego amigo en Siria.
Integrado principalmente por el SAS, el Servicio de Embarcaciones Especiales (SBS) y el Regimiento de Reconocimiento Especial (SRR), apoyados con el Grupo de Apoyo de Fuerzas Especiales (SFSG) de varios niveles, las fuerzas especiales británicas operan de manera distinta del resto del ejército británico y se le ha otorgado un nivel privilegiado de “confidencialidad” en todas las ramas del gobierno.
El oficial de más alto rango de la UKSF, el Director de las Fuerzas Especiales, solo responde ante el Secretario de Defensa y el Primer Ministro. No hay control parlamentario. Ni siquiera existe un mecanismo para realizar revisiones retrospectivas, como lo hay para el MI6, a través del Comité de Inteligencia y Seguridad (ISC).
Como dijo Ben Wallace en septiembre de 2020: “Ellos [UKSF] son responsables ante mí y ante la ley, y cuando veamos algún problema, los ministros, por supuesto, intervendrán”.
Sin embargo, el actual presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento (ISC), Julian Lewis, ha pedido previamente que su comité llene el vacío de la supervisión. Parlamentarios como Crispin Blunt (ex presidente del Comité de Asuntos Exteriores), David Davis (ex reservista del SAS), así como el ex presidente del ISC, Malcolm Rifkind, y el ex fiscal general Dominic Grieve, han hecho llamamientos similares para una mayor transparencia del uso de las Fuerzas Especiales de Reino Unido.
En 2022, después de años de batallas legales, una investigación pública sobre la supuesta mala conducta de las Fuerzas Especiales británicas durante la guerra de Afganistán hoy está más cerca de convertirse en realidad. La investigación, dirigida por Lord Justice Haddon-Cave, tiene como objetivo conocer a fondo las denuncias de homicidios ilegítimos y el maltrato de detenidos y recomendar medidas para prevenir incidentes similares en conflictos futuros.
Esta investigación es un paso crucial hacia la rendición de cuentas y la transparencia en las operaciones militares británicas en el extranjero, y asegura la protección de los derechos humanos. Los hallazgos podrían tener implicaciones más amplias, desencadenando reclamos de compensación, discusiones sobre el papel de las fuerzas armadas en conflictos extranjeros y la necesidad de supervisión y responsabilidad de los regimientos de las Fuerzas Especiales.
Ya es hora de que abordemos el papel y las operaciones de las Fuerzas Especiales, enfatizando la transparencia, la supervisión y la protección de los derechos humanos. AOAV.
Transparencia y derechos humanos, reclamo de AOAV
Iain Overton, director ejecutivo de AOAV, dijo sobre el informe: “El extenso despliegue de las Fuerzas Especiales de Gran Bretaña en numerosos países durante la última década plantea serias preocupaciones sobre la transparencia y la supervisión democrática. La falta de aprobación parlamentaria y revisiones retrospectivas de estas misiones son profundamente preocupantes.
Las controversias que rodean a la UKSF, incluidos los asesinatos y los supuestos encubrimientos, resaltan la necesidad urgente de una mayor transparencia y rendición de cuentas. La investigación pública en curso sobre la mala conducta de las fuerzas especiales británicas en Afganistán es un paso crucial para garantizar la justicia y prevenir futuros incidentes. Ya es hora de que abordemos el papel y las operaciones de las Fuerzas Especiales, enfatizando la transparencia, la supervisión y la protección de los derechos humanos”.