El Universal.- El grupo de Fuerzas Especiales de la Armada y la Policía Federal que detuvieron a Joaquín El Chapo Guzmán, en Los Mochis, serán los responsables de buscar a los delincuentes que emboscaron y mataron a militares en Culiacán, el pasado 30 de septiembre.

De acuerdo a El Universal, fuentes oficiales les informaron que el equipo de inteligencia de la Policía Federal lidera la investigación y recaba todo lo referente a los criminales para identificarlos y localizarlos, mientras que personal élite de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), coadyuva para lograr la aprehensión de los responsables del ataque, en el que fue rescatado Julio Óscar Ortiz Vega, El Kevin, quien era trasladado en ambulancia a esta ciudad, desde Badiraguato.

“Ambas instituciones utilizan todos los recursos materiales y humanos disponibles, en colaboración con la Procuraduría General de la República, para que no queden impunes los crímenes cometidos la madrugada del pasado viernes 30 de septiembre, en donde cinco militares murieron y otros 10 resultaron heridos”.

La publicación añade que el equipo de Infantería de Marina que persiguió durante seis meses al líder del Cártel de Sinaloa, quien era el narcotraficante más buscado tras haber escapado por segunda vez de un penal de máxima seguridad, rastrea a los homicidas en zonas urbanas y en la Sierra Madre Occidental, en los límites entre Sinaloa, Durango y Chihuahua.

La Policía Federal también tiene a personal realizando investigación de campo.

El 30 de septiembre un convoy de al menos 10 vehículos y 40 narcotraficantes atacó en la madrugada a una ambulancia de la Cruz Roja y dos camionetas del Ejército en las que viajaban 17 soldados. El paramédico de la institución de auxilio fue herido de bala en la cadera.

El motivo de la agresión suscitada fue rescatar al herido que iba en la ambulancia, identificado como Julio Óscar Ortiz Vega, El Kevin, quien horas antes participó en una balacera contra un grupo delictivo antagónico en la ranchería de Bacacoragua y posteriormente atacó a militares en una carretera de Badiraguato, Sinaloa, donde fue lesionado.

Se supo que El Kevin llevaba puesto un falso uniforme militar camuflado, chaleco blindado y suplicó a los elementos del Ejército que lo ayudaran y no lo fueran a abandonar para que no muriera desangrado.