PLANTAS DESALINIZADORAS EN EL MUNDO Y EN MÉXICO
Aunado a la problemática de la disponibilidad de instalaciones para poder tener agua potable en las viviendas, se presenta además la de contar con sistemas de desalinización de agua de mar, sobre todo en áreas o zonas en las que no se cuenta con suministros naturales (superficial o subterránea) de agua dulce.
La producción de agua potable del mar, a través de la desalinización, siempre pareció ser la respuesta más obvia a la escasez del agua. Nuestros océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra y contienen el 97% de su agua. Pero la energía necesaria para alcanzar este proceso aparentemente simple, ha sido históricamente muy costosa. Pero ahora, gracias a las nuevas tecnologías, los costos se han reducido en un 50% y enormes plantas de desalinización se están abriendo en varias partes del mundo. La mayor planta desalinizadora del planeta, que se encuentra en Tel Aviv (Israel), está siendo ampliada para alcanzar sus límites máximos de producción. Esto podría traducirse en la producción de 624 millones de litros diarios de agua potable y podría vender 1,000 litros (consumo semanal medio de una persona) por US$0.70.
La que se proyecta como la planta desalinizadora más grande del mundo, en Arabia Saudita, podría producir mil millones de litros diarios de agua potable. Esta planta, llamada “Ras al-Khair” se encuentra instalada en el este de la Península Arábiga y será incluso mayor que la antes descrita en Israel, abasteciendo con alrededor de mil millones de litros diarios a la ciudad de Riad, cuya población está creciendo rápidamente.
Por su parte, en México existen 300 plantas desalinizadoras instaladas, la mayoría de ellas en hoteles. Por ejemplo, hay una en Los Cabos, Baja California Sur (BCS) que produce 200 litros por segundo, similar a las que se instalarán en Ensenada, Tijuana y San Felipe, Baja California; Puerto Peñasco, Sonora, Cozumel y Quintana Roo; lo anterior, anunciado por Gerardo Hiriart Le Bert, Doctor en Ingeniería Mecánica, quien tiene uno de los proyectos más vanguardistas y multidisciplinarios en materia de ahorro de energía, que consiste en la desalinización de agua de mar con la utilización de energías renovables.
Las investigaciones realizadas, explicó, han revelado la existencia de muchas zonas costeras donde el agua se encuentra casi a punto de ebullición, a una profundidad de 50 centímetros, lo que permite realizar más rápidamente la desalinización. Actualmente, para desalinizar un metro cúbico de agua, se gasta un litro de petróleo, pero en BCS, la desalinización es natural, pues la temperatura se eleva hasta 80°C, y se ahorran tres cuartas partes del trabajo.
El incremento en la producción de agua desalinizada se ha logrado por la reducción de los costos y los nuevos mecanismos tecnológicos, como el de “Osmosis Inversa”, que consiste en filtrar el agua por medio de unas membranas que separan las sales contenidas en el líquido; esto lo hace eficiente en un 55%, además permite su automatización, así como la utilización de menos equipos. Con este sistema opera la planta de Los Cabos en BCS, primera de su especie en el país y que se supone, será la pionera de muchas de este tipo