Javier Valdez/Río Doce

En México gobiernan los intereses extranjeros, empresariales y delictivos: Alejandro Encinas

Ante un presidente débil, México es gobernado por los poderes fácticos: la cúpula empresarial, los intereses de Estados Unidos y el crimen organizado. Así lo dijo, frente a unos tequilas y luego de degustar mariscos, el senador Alejandro Encinas Rodríguez.

El senador independiente —después de renunciar al Partido de la Revolución Democrática (PRD)—, ex secretario de Gobierno y ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, estuvo en Culiacán para promover la organización Por México hoy, en la que están personajes de la izquierda como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, acompañado por otros ex perredistas como Carlos Arredondo y Lucas Lizárraga, el abogado Jesús Estrada Ferreiro y el agricultor y activista, Alonso Campos.

“Queremos generar una opción distinta en momentos en que hay una profunda crisis del Estado, las instituciones y los partidos. Porque los partidos no representan los intereses de los ciudadanos”, dijo.

Explicó que se trata de un esfuerzo “transversal”, que una en torno a causas e ideas, y que no busca convertirse en partido ni candidaturas, y que aunque no están a favor ni en contra de las fuerzas políticas, están más interesados en un movimiento social.

—No solo la política, la izquierda mexicana está desacreditada y en crisis ¿Es posible construir un movimiento unificador como el que planteas?

—Digo que sí. Lamentablemente hemos venido dilapidando el capital político con la salida de Andrés Manuel López Obrador y la formación de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) y el proceso de descomposición del PRD, pero también de debilitamiento y desdibujamiento de la izquierda.

“Como parte de esta descomposición, el PT (Partido del Trabajo) pacta con el PRI (Partido Revolucionario Institucional) su registro a cambio de subordinarse nuevamente, Morena no busca acercarse con ninguna fuerza de izquierda, el PRD busca aliarse con la derecha y postular a sus verdugos como candidatos, como en Veracruz, con Miguel Ángel Yunes. Es el síndrome de Estocolmo en el ámbito de la política electoral”.

Las exigencias, agregó, no solo son de seguridad pública y de recuperar la paz, sino de defender los recursos naturales y oponerse a los despojos que sufren las comunidades indígenas por parte de mineras.

—Pareciera que en el país la alternativa de oposición, de freno a la política del gobierno, está en la gente, en movimientos como el de Ayotzinapa, y no en los partidos políticos, que han renunciado a todo con tal de quedar bien con la autoridad federal.

—Hoy ningún partido representa las causas e intereses de los ciudadanos. Están en la lógica de la partidocracia, de pactar todo para preservar el control de sus estructuras partidarias o en la lógica de la promoción de candidatos a la Presidencia de la República, pero no en los problemas que la gente tiene.

Como ha sido siempre, los cambios no vienen de las instituciones ni de los partidos, viene de la sociedad, como el movimiento estudiantil del 68, la insurgencia ciudadana del 85, el movimiento electoral del 88, el movimiento zapatista del 94. Ahora hay un vacío de Estado, tenemos un presidente débil y subordinado a los intereses fácticos, entregado a intereses extranjeros.

Encinas apura el trago de tequila y enseguida tiene un nuevo caballito a la mano. Mueve la lengua, los músculos pasean los sabores por la cavidad bucal y parece estacionarse, mientras guarda silencio entre las preguntas y las respuestas, para que no se escape el sabor y lo retengan las papilas gustativas.

El senador se dice orgulloso de la amistad que tiene con Andrés Manuel López Obrador, ese terco tabasqueño, ex jefe de Gobierno del DF y dos veces candidato presidencial, hoy bien posicionado en la lucha por la Presidencia.

—¿Cómo ve a López Obrador? es la figura más destacada de la izquierda, pero también terco, cerrado a otras opciones.

—No solo lo veo con respeto y reconocimiento, sino con amistad y cariño. No estuve de acuerdo en que Morena se constituyera en un partido, porque se rompía un proceso de reunificación de las izquierdas… si bien Andrés sigue creciendo, es el candidato más fuerte no solo de las izquierdas, tiene que asumir que solo no alcanza ni a Morena para ganar la Presidencia.

Encinas no ve una alianza con el PRD, pero sí con movimientos progresistas.

—Pero eso debe pasar por un proceso autocrítico. Revisar y corregir. Y ustedes parece que no quieren.

—Hay resistencias, pero habemos quiénes no. Yo renuncié al PRD porque no podía estar en un partido que había pasado de víctima a victimario, después de la desaparición de estudiantes en Ayotzinapa, pero no me fui a Morena para no ser copartícipe de la pulverización de la izquierda.

“Tampoco deben de abrirse tantos frentes de conflicto, y menos innecesariamente, ¿qué necesidad hay de pelearse con Margarita Zavala, quien no representa ningún movimiento ni dentro ni fuera del PAN? ¿O con el Bronco o con Enrique Alfaro, o Clouthier? ¡Es una ruptura! Abrir tantos frentes a estas alturas es desgastante. Hay que revisar esto y también las prácticas de Morena, porque repiten vicios del PRD y debe entenderse que hay que formar un partido democrático, no un comité de campaña que promueve una candidatura.

—¿Quién gobierna en México? ¿El ejército, Peña Nieto, los gringos, los narcos?

—Gobiernan los poderes fácticos y dentro de esos hago una diferenciación: los compromisos que existen con Estados Unidos en esta relación geopolítica de subordinación, cogobiernan en alianza con grupos conservadores como los dueños de los medios de comunicación, y también los grupos delincuenciales. Estos grupos delictivos han permeado a los tres órdenes del poder, a los partidos y tenemos narcogobiernos en muchas partes del país.

—Entre ellas Sinaloa.

—Entre ellas Sinaloa, y Guerrero, Michoacán, Veracruz, Tamaulipas, la frontera sur que es la región más violenta del mundo por donde entra el 90 por ciento de la cocaína que se consume en Estados Unidos, el 20 por ciento de las armas que se trafican en México.

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