José Antonio Río Rojo/Río Doce.- La atención a la seguridad social toma importancia en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, donde en su fracción XXIX, del artículo 123, establece la necesidad de la apertura de las Cajas de Seguros Populares para proteger invalidez, cesación involuntaria del trabajo, entre otros.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está considerado como la institución de seguridad social más grande de América Latina. Fue fundado el 19 de enero de 1943 por decreto presidencial del entonces Presidente de la República, el General Manuel Ávila Camacho
El IMSS es una institución del gobierno federal, autónomo y tripartita (Estado, Patrones y Trabajadores), dedicada a brindar servicios de salud y seguridad social a la población que cuente con afiliación al propio instituto, llamada entonces asegurados y derechohabientes.
Actualmente esta institución no goza de buena salud. El pasado 31 de julio se hicieron marchas en 13 ciudades importantes del país, en contra de la actitud de las autoridades del IMSS de privatizar esta institución.
El Director General del IMSS, José Antonio González Anaya declara que no hay la intención de privatizar, pero los hechos lo desmienten. La privatización puede transitar por varias rutas. Una es la subcontratación o subrogación de servicios con prestadores privados y ambas instituciones tienen la facultad legal de hacerlo al igual que las secretarías de salud federal y estatal. Y esta ruta está siguiendo el IMSS. También hay repudio a la posibilidad de que el Estado mexicano concesione los servicios de salud como lo hizo con la telefonía o las carreteras. Así que el tema es políticamente explosivo y las manifestaciones e inconformidades ya se están presentando.
En un reciente artículo periodístico, la doctora Asa Cristina Laurell expone el proceso de privatización que ya está en marcha en el IMSS, primeramente para la contratación de diversos servicios integrales bajo un esquema plurianual de diálisis, hemodiálisis, laboratorio y cirugías de mínima invasión, entre otros.
Cabe señalar que los laboratorios del IMSS están subrogados desde 2008 y también el 22.4 por ciento del total de los casos de hemodiálisis, pero se pretende profundizar este proceso. Es más, hace unos días el IMSS publicó las bases de una licitación internacional de más de 7 millones de sesiones de hemodiálisis en el Diario Oficial de la Federación. El informe también revela que el instituto ensaya el arrendamiento de vehículos administrativos y de ambulancias. Otra forma de privatización usado por el IMSS es la contratación de cuatro hospitales para el periodo 2015-2018 bajo el esquema de Asociación Público-Privada que es un negocio redondo para los privados y carísimo para el sector público.