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  • El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra cada 5 de junio desde 1972 y este año tiene como propuesta central el aprovechamiento responsable de los recursos naturales, bajo el lema “Siete mil millones de sueños. Un solo Planeta. Consume con moderación.”
  • En nuestro país la contabilidad ambiental que se desarrolla en el INEGI desde hace más de dos décadas permite ofrecer datos sobre el consumo de los recursos naturales; así, en el año 2013 el agotamiento de los recursos naturales tales como el agua subterránea, los bosques maderables y el petróleo, alcanzó un monto equivalente al 1.1% del PIB.
  • En el mismo año, los hábitos de consumo de los recursos naturales citados, más la degradación del medio ambiente generaron costos ambientales cercanos al 5.7% del PIB nacional.
  • En contrapartida, el monto de los gastos del sector público para la protección del medio ambiente fue de casi 149 mil millones de pesos en 2013, lo cual representó cerca del 1.0% del PIB nacional; sin embargo, los costos totales por agotamiento y degradación ambiental se acercaron a los 910 millones de pesos, lo cual dio un déficit ambiental de 761 mil millones de pesos.

 

Día Mundial del Medio Ambiente

 

El Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) se celebra cada 5 de Junio, y fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de diciembre de 1972, en Estocolmo (Suecia).

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su programa para el medio ambiente (PNUMA), aprovecha este día para impulsar la acción para la protección del medio ambiente en todo el mundo. Entre los objetivos de esta conmemoración destaca el involucrar a la ciudadanía en los temas ambientales y  motivarlos para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y equitativo, así como promover el cambio de actitud y fomentar la cooperación, garantizando que todas las personas y naciones disfruten de un futuro más próspero y seguro.

 

 

 

El tema de este año para el DMMA se centra en la propuesta “Siete mil millones de sueños. Un solo Planeta. Consume con moderación”, que invita a reflexionar que vivir dentro de los límites naturales marcados por la capacidad del planeta es la estrategia más prometedora para asegurar un futuro saludable. Se trata de concientizar a la sociedad en torno al hecho de que las crecientes tasas de consumo de los recursos naturales y los impactos ambientales que se producen no son un subproducto necesario del crecimiento económico. [1]

En este mismo sentido, la ONU ha observado que muchos de los ecosistemas de la Tierra están cerca de los puntos críticos de agotamiento o cambio irreversible, provocados por el alto crecimiento de la población y de la economía.

Las cuentas ambientales

 

Para la generación de información que permita detallar el impacto y las externalidades que genera la economía y la población sobre la esfera ambiental, es importante contar con mecanismos estadísticos confiables, factibles y racionales que permitan expresar, en términos físicos y en pesos, las tendencias existentes en el agotamiento de recursos naturales como el agua, bosques y recursos minerales; así como la contaminación del aire, el agua y la erosión del suelo.

 

En este sentido, las Naciones Unidas, a través de su División de Estadísticas (UNSD, por sus siglas en inglés), ha venido impulsando la implementación del estándar estadístico internacional llamado Marco Central del Sistema de Contabilidad Ambiental-Económico 2012 (SEEA-CF, por sus siglas en inglés)[2], para la cuantificación de la relación integrada entre la economía y el medio ambiente.

En nuestro país, la contabilidad ambiental basada en el SEEA-CF se desarrolla en el INEGI desde hace más de dos décadas, con el objeto de registrar la disponibilidad del capital natural como los hidrocarburos, agua subterránea, recursos forestales y suelo, así como de los flujos residuales originados por las actividades económicas y que son depositados en el medio ambiente como el aire, cuerpos de agua y suelo. Lo anterior se difunde a través de las Cuentas económicas y ecológicas de México (SCEEM) [3].

Las conductas de consumo y el daño ambiental en México

Como resultado de los hábitos de consumo y patrones de producción en el país, se observa un agotamiento de los recursos naturales, tales como el agua subterránea, los bosques maderables y el petróleo, equivalentes en términos monetarios al 1.1% del PIB del año 2013, en tanto que los costos por la degradación del medio ambiente, contaminación atmosférica y del agua, degradación del suelo y generación de residuos sólidos urbanos, representaron el 4.6% del PIB. Conjuntamente, los costos ambientales en el año 2013 representaron alrededor del 5.7% del PIB nacional.

 

 

 

Este impacto del deterioro ambiental, como proporción del PIB, pasó del 8.5% en el año 2003 a 5.7% en el año 2013. Lo anterior permite observar una tendencia a la disminución de las afectaciones al medio ambiente como consecuencia de las actividades económicas.

Acciones a favor del medio ambiente

En contraparte, las cuentas ambientales de México difunden también información sobre los gastos del sector público para prevenir, controlar, medir y disminuir la contaminación, así como para proteger y conservar el entorno y el capital natural.

De esta forma, se puede observar que el esfuerzo económico registrado a favor del medio ambiente durante el año 2013 en México, resultó casi seis veces menor que el daño ocasionado, lo cual refleja un déficit ambiental ligeramente superior a los 761 mil millones de pesos.

 

Comparando el resultado de los Gastos en Protección Ambiental contra el realizado por otros países, se observa que el monto es similar al registrado en países como Reino Unido, Noruega y Japón.

 

 

 

La afectación de los ecosistemas

Considerando que las actividades humanas influyen en todos los ecosistemas del mundo, ya sea a través de la gestión directa como la agricultura, silvicultura y urbanización, o indirectamente por la liberación de contaminantes, la sobreexplotación y la introducción de especies invasoras, es importante contar con un instrumento metodológico para su registro y evaluación en términos físicos y monetarios.

En este sentido, la medición de la condición de los ecosistemas y los servicios que prestan a la sociedad, la economía y a sí mismos, se realiza a través de una nueva propuesta metodológica que se plasma en el SEEA Experimental Ecosystem Accounting (SEEA-EEA).

Esta propuesta se está trabajando mediante siete estudios piloto en el mundo y México ha sido considerado por la División de Estadísticas de las Naciones Unidas para participar en este proyecto, en razón de la disponibilidad de información en el plano estadístico de las cuentas ambientales y de la información espacial.

[1] http://www.unep.org/wed/theme/sustainable-consumpion.asp#sthash.PB8mjPWV.dpuf

[2] http://unstats.un.org/unsd/envaccounting/seeaRev/SEEA_CF_Final_en.pdf

[3] http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/cn/ee/